Manzanas asadas al toffe

Las recuerdo ahí, pochándose poco a poco en el horno mientras mi madre trajinaba con la plancha. El olor del hierro sobre la ropa se confundía con el de las reinetas vencidas al calor. Una fruta sencilla que se convertía en un manjar dulce por obra y gracia del fuego y el azúcar.

Las manzanas asadas eran una constante en la mesa de mi infancia y las tenía olvidadas hasta que, echando un ojo a mi crock, pensé que les iría de miedo una pasada por el fuego lento. Y dicho y hecho, aunque en un principio pensé en la receta tradicional (que haré más adelante), tenía el día juguetón y de allí salieron unas manzanas asadas al toffe a las que dimos muy poco tiempo de vida en casa; a la hora del postre, el mantel se convirtió en el desierto en segundos.

Pero, ¿qué es el toffe? Es un dulce de caramelo con nombre de perro, elaborado a base de azúcar, líquido (agua o licor), mantequilla y nata líquida. El toffe que resulta de esta receta no es muy ortodoxo, ya que no sigue los pasos de la receta original y evita la crema o nata líquida, pero su sabor es prácticamente el mismo, enriquecido por los jugos de la fruta y el ron.

Esta receta de manzanas asadas al toffe en slow cooker es un postre económico y de emergencia para esos días en los que vienen tus cuñados y no sabes qué poner. Unas manzanas a la olla por la mañana y a la hora de comer las tendrás listas y templadas. Si ese día están sueltos, les verás rebañar y lamer la cuchara. Merece la pena.

Cómo hacer manzanas asadas al toffe en slow cooker

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Bonito encebollado

Mira que de pequeños parece que la cebolla no nos gusta mucho; algo debe de tener que, junto al pimiento, hace que las papilas gustativas de los niños la rechacen. Lo bueno es que de mayores sabemos reparar los errores de la infancia y nos volvemos cebollófilos declarados. De pequeña no comprendía ese ansia adulta de encebollarlo todo: el hígado, el bonito, la merluza, el pollo, etc. En algún momento sentí que como me descuidara un poco me iban a encebollar a mí, con mis muslitos y todo. Pero en la juventud lo comprendí todo.

Esta receta de bonito encebollado en slow cooker es otra de las delicias gochas que podemos disfrutar en la temporada de pesca del bonito del norte. Es una receta fácil como ella sola, de esas que prácticamente reunes a tres cebollas, les das unas instrucciones en plan coach y casi casi ellas solas se ocupan de todo. Bueno, solas no, haciendo equipo con la crock pot, esa entrenadora potente que tanto motiva a las cosas de comer.

Es una receta de las de dejar hacer y prestar atención al final. Tras cuatro horas de pocharse a tapa cerrada, la cebolla se libera y se deja regar con caldo y vino blanco para recibir al pez gordo: su majestad el bonito del norte. ¿Ya te has vestido para ir al mercado? Pues camélate al pescadero y que te dé el mejor corte.

Cómo hacer bonito encebollado en slow cooker

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Lemon curd

¿Es una mermelada? ¿Una confitura? ¡No! ¡Es lemon curd! Aunque cuando lo vemos en la sección de dulces nos puede llevar a engaño, esta deliciosa crema de limón solo tiene en común con la familia Marmalade la presencia de zumo de fruta y azúcar en su composición. Se parece más a una crema inglesa en la que en lugar de lácteos se utiliza zumo de fruta.

Aclarado este punto, llegamos al asunto de su conservación, sobre el que solo tengo que declarar que, amiguitos, si lleva huevo, la cosa no dura mucho, así que una vez frío hay que guardarlo rápido en el frigo y consumirlo en el plazo de dos semanas. Lo más recomendable es preparar justo lo que se vaya a consumir.

A veces hacer pequeñas cantidades de ciertas preparaciones en una Crock Pot de gran capacidad resulta engorroso. Esta semana, a través de nuestro grupo de Facebook, me vino un ángel a ver y me habló de una olla lenta muy económica y pequeña. El ángel, en lugar de darme una manzana me pasó un enlace a una tienda online y fue toda una revelación.

Con un recipiente de 1,5l es perfecta para hacer salsas, dulces, natillas, etc. (que no es lo mismo un cocido para cuatro que lemon curd para la tía Margarita y servidora). Así que esta receta de lemon curd en slow cooker es también la presentación en sociedad de la peque.

Tienes tres opciones para cocinar el lemon curd: puedes hacerla en un slow cooker pequeño, en uno grande al baño María o multiplicar las cantidades si vas a invitar a lemon curd a la familia Kelly.

Cómo hacer lemon curd en slow cooker

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Butifarra al vino blanco

Después de los vítores que la receta de cazuela de patatas con salchichas recoge cada vez que la hago en casa, miro con muy buenos ojos a todo lo que sea o parezca una salchicha. Ahora vendrán los puristas de la butifarra con unas piedras gordas a decirme que salchicha será mi madre. Bueno, perdón, lo siento, pero las sutilezas salchichobutifarreras no son lo mío.

Prometo, eso sí, apuntarme a cuantos seminarios sobre las diferencias entre la salchicha y la butifarra encuentre en un radio de cincuenta kilómetros de mi cocina; mientras tanto, poco más puedo decir: que ambas son embutidos hechos con carne picada, aunque la butifarra se hace con carne de cerdo, y las salchichas... ay las salchichas, pues con carne picada de cualquier filiación.

A veces planifico recetas para experimentar y publicar por aquí. Todo guardadito en un Excel muy molón. Pero otras veces hay productos que me silban desde un mostrador y cuando me doy la vuelta a mirar no hay marcha atrás. Eso me pasó con cuatro butifarras excitantes y sensuales que se me agarraron a las faldas y no pararon de saltar nerviosas hasta que las metí en la olla. Benditas sean, a partir de ahora, con esta butifarra al vino blanco en slow cooker tengo otra de esas recetas comodín que salen mucho mejor que pintan y que te solucionan un segundo plato mientras te depilas, por ejemplo, el bigote.

Así que si estás en el mercado y ves unas butifarras de las buenas, algo gorditas y muy frescas, a la saca. Y compra pan, del bueno, porque la salsa que sale vas a querer untarla sí o sí.

Cómo hacer butifarra al vino blanco en slow cooker

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Cómo decapar madera en slow cooker

Con la Crock Pot todo son sorpresas, lo mismo te hace un cocido madrileño que te llena la mesa de plastilina comestible. Ya sabíamos que sirve para hacer manualidades, pero a lo mejor te quedas picueto cuando sepas que también puedes hacer bricolaje con ella. Sí, como Kristian Pielhoff, pero a pequeña escala y baja temperatura. El calor constante, controlado y gradual, sirve para decapar pequeñas piezas de madera en la Crock Pot. Sí, decapar madera, has oído bien.

Antes de seguir con las instrucciones, es necesario decir que este trabajo está realizado en un slow cooker que nunca se destina al uso alimentario. Sé que puede ser un jarro de agua fría para tus expectativas bricoladoras, pero no es recomendable manipular materiales como la pintura en una olla en la que luego te vayas a marcar unas lentejas para la familia. Lo primero es la seguridad, y para Crockpotting es un deber avisarlo. ¿Cómo hago estas cosas que no son de comer? Con una Crock Pot B que salió muy barata y que solo se utiliza para trabajos con productos que no te comerías (si quieres conservar la salud y tal).

La estrella de este post es una casita de pájaros que se había quedado mustia tras varios veranos al sol con sus correspondientes inviernos de heladas. No quería tirarla, pero llevaba meses en el limbo esperando una nueva oportunidad. La perspectiva de ponerme a lijar no me apetecía mucho, y la pistola de calor que he utilizado en otras ocasiones es bastante engorrosa para decapar piezas pequeñas, así que pedí ayuda a mi Crock Pot B.

Materiales:

Crock Pot para uso no alimentario

Espátula metálica

Cepillo abrasivo

Papel de periódico o embalaje para proteger

Guantes

Paño

Cómo decapar piezas pequeñas de madera en la Crock Pot

Situa la Crock Pot en una zona ventilada, ya que cuando la madera se caliente y la pintura comience a fundirse, empezará a soltar un olor que puede llegar a ser desagradable.
Asegúrate de que la pieza cabe en la olla extraíble de tu slow cooker. Si es demasiado grande para poder poner la tapa no hay problema, cubre toda la superficie con papel metálico de cocina y ajústalo a los bordes. Este truco te permite crear una tapa alternativa que será suficiente para contener el calor.
Con la pieza situada y la olla tapada, pon el selector en temperatura alta y deja que se vaya calentando. No hay un tiempo base sobre el que trabajar, pues el decapado depende de la graduación de temperatura de cada olla y del tamaño de las piezas. A partir de la primera hora y media destapa la olla y examina la pieza. La pintura habrá comenzado a despegarse.
Cuando la pintura se despegue, saca la pieza con ayuda de un paño y colócala sobre una superficie de trabajo. Protege tus manos con guantes y comienza a pasar la espátula sobre la pintura para extraerla. Si al terminar ves que hay zonas en las que sigue adherida, vuelve a meterla en la olla, tápala y déjala durante un tiempo más. Repite esta operación hasta que hayas sacado toda la pintura.
Repasa las partes de madera que no son lisas, como por ejemplo los cantos de contrachapado, con un cepillo abrasivo metálico que te ayudará a sacar la pintura de los pequeños huecos de la madera.
Una vez que hayas eliminado toda la pintura, pasa una lija suave para igualar la superficie y eliminar los pequeños fragmentos que hayan podido quedar.
Aplica una capa de imprimación para madera, lija de nuevo, y pinta la pieza del color que más te guste.

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Bonito con tomate

Uno de los placeres del verano es poder comer bonito en todas sus elaboraciones. Del norte, para qué andar con rodeos. Este mes de agosto, recién inauguradas las vacaciones donostiarras, mi madre empezó a desgranar el menú de una de las comidas familiares. –Puedo comprar bonito– me dijo, y a mí se me alegraron los ojos.

Aún no sabía que ese día, en la mesa, más que un segundo plato tendríamos todo un homenaje a este túnido con txapela. Llegada la hora de la comida, en los fuegos dos cazuelas: bonito con tomate y bonito encebollado. Y no había que elegir; mi madre, que es una maestra del reparto a la mesa, había decidido que sí o sí, comeríamos de los dos.

Esta receta de bonito con tomate en slow cooker está hecha al estilo de mi madre aunque crockpotizada, con una salsa elaborada a base de tomate, pimiento verde y cebolla, y un bonito del norte fresco y cocinado en su punto justo. "Que solo cambie de color", es como ella llama al punto del pescado.

Y ya que estamos con el bonito, vamos a revisar la pregunta que siempre me hacen en casa (todos los años, sí) cuando comemos bonito del norte: ¿el bonito es atún? Yo siempre me acuerdo de Faemino preguntando si el estofado de cordero es cordero e intento despejar las dudas hasta el año siguiente. El bonito del norte, (también conocido como atún blanco) tiene por nombre científico Thunnus alalunga, y es primo de otras especies como el atún claro (Thunnus albacares) o o el atún rojo (Thunnus thynnus) . Se diferencia de otras especies de túnidos por su sabor, la suavidad de su carne y por su color claro. Es un pez que hace un gran viaje desde su nacimiento hasta su pesca en el mar cantábrico durante los meses de verano en la campaña costera del bonito.

Cómo hacer bonito con tomate en slow cooker

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Utensilios para cocinar en slow cooker. Los moldes

A medida que vamos conociendo nuestra Crock Pot y aumentando los recursos para cocinar con ella, se nos empieza a abrir la mente hacia preparaciones que se salen del guiso tradicional o las carnes. Cuando vi que se podían hacer pasteles y bizcochos en la Crock Pot me dije a mí misma que meh, que seguro que salía un churro gordo de ahí, pero tuve que rectificar con el tiempo delante de una tarta de queso de esas que levantan la boina.

Ya sabemos que se pueden hacer tartas y pasteles dulces y salados en la Crock Pot. Podemos optar por cocerlos a pelo, es decir, cubriendo el fondo de la olla con papel antiadherente y colocando tiras reforzadas de papel metálico para poder extraerlos una vez cocinados, o simplemente utilizar un molde. Si nos decidimos por esta segunda opción, tendremos que dedicar una mañana a encontrar algún molde adecuado.

Los moldes para hacer pasteles en Crock Pot deben ser por fuerza de menor tamaño que los habituales, por lo que habrá que refinar un poco la búsqueda. Mide el interior de tu olla para tener una buena referencia y asegurarte de que se adapten bien. Ve a la tienda con el metro a mano, (como si fueras McGyver, sí) y mide los moldes por la parte del borde, que suele ser más ancha.

Moldes para hacer bizcochos, tartas y pasteles salados en Crock Pot

¿Cuáles son los moldes más aadecuados para hacer bizcochos y pasteles en Crock Pot? Todos tienen ventajas e inconvenientes. Los moldes de silicona flexible, son capaces de adaptarse ligeramente a las paredes de la olla y facilitan el desmoldado, pero en el caso de los modelos alargados, pueden hacer que la masa se expanda y el bizcocho quede algo deformado.

Los moldes rígidos permiten nivelar las masas y son más fáciles de manipular. Si encuentras moldes rígidos adecuados al tamaño de tu olla, asegúrate de que encajen perfectamente en la olla pero con un poco de holgura, de lo contrario tus pasteles pueden salir desnivelados. Cómpralos en tiendas en las que puedan reembolsarte el dinero en caso de devolución, así podrás probarlos en casa y tomar la decisión.

En la cocina de Crockpotting hay varios moldes redondos y con formas para hacer pasteles que no superan los 21 centímetros de diámetro, así como algunos moldes de plum cake rectangulares, rígidos y flexibles, que funcionan muy bien en las ollas ovaladas.

Moldes para hacer flanes en Crock Pot

Si vas a hacer flanes y budines, te convendrá tener algunos moldes de flan en tu armario de los cacharros. Calcula el tamaño en función de la capacidad de tu olla y la cantidad de unidades que quieras conseguir en cada tanda.

Evita la silicona, los moldes metálicos son más fáciles de utilizar, ya que permiten que el contenido en crudo no se mueva al manipularlos. Si no los encuentras, puedes utilizar los moldes desechables de papel metálico que venden en supermercados, también dan muy buen resultado para cocinar en slow cooker.

Moldes de cocotte adecuados para cocinar en Crock Pot

Recetas como los huevos en cocotte requieren unos moldes muy determinados, generalmente de gres cerámico o vidrio. Son los moldes de cocotte individual, una solución que no nos permitirá preparar muchas raciones a la vez, pero que da muy buen resultado en la mesa.

Pueden ser redondos u ovalados, y algunos modelos suelen tener una tapa que resulta muy práctica a la hora de servir y mantener el calor. Estos moldes te permitirán preparar miniquiches, souflés de verduras o pequeños bizcochos individuales.

Molde para hacer terrinas en Crock Pot

La crock pot nos permite cocinar terrinas y patés en una cocción lenta y controlada; si quieres experimentar con estas preparaciones, te vendrá bien tener una terrina de cerámica. Las terrinas son recipientes pequeños, ovalados o rectangulares, con un buen fondo y una tapa ajustada al bocal.

Si tienes pensado cocinar patés y terrinas en tu slow cooker ten en cuenta las medidas del interior de tu olla y escoge una terrina que deje espacio entre las paredes para asegurar una buena circulación del aire caliente.

¿Te animas a cocinar con moldes en la Crock Pot? ¡Cuéntanos cómo te lo montas!

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Cocotte de patatas asadas

Tienes casi todo el menú listo en la libreta. Los entrantes, el primero, el principal y los postres, pero ya no te queda cabeza para pensar ni sitio en el fogón para una guarnición decente. Las patatas lo arreglan todo, te dices, y miras a tu Crock Pot pidiendo ayuda.

–Si te planificas un poco y dejas un fuego libre durante unos minutos, yo me encargo del resto–, te dice tu olla lenta. Cuando te repones del susto, y sin comentar a nadie que empiezas a oÍr voces en la cocina, te pones manos a la obra con esta cocotte de patatas asadas en slow cooker, una sartenada de patatas para guarnición que te apañará el segundo plato, acompañando a tus viandas como un escudero fiel. El Podrick Paine de las perolas.

Para hacer esta cocotte de patatas asadas debes comprar patatas pequeñas de guarnición de las que tienen la piel muy fina. Procura que todas tengan el mismo calibre y que apenas haya diferencia entre unas y otras para que la cocción sea uniforme. Calcula bien los tiempos para que tengan poco o ningún tiempo de reposo, las patatas estarán en su punto recién hechas.

Cómo hacer cocotte de patatas asadas en slow cooker

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Flognarde de ciruelas

Volvemos a tener una receta de esas que son un poco complicadas de pronunciar: flaugnarde o flognarde de ciruelas en slow cooker. Una tarta de frutas que es la prima hermana cenicienta del clafoutis de cerezas, ese pastel bribón que no permite que nadie le robe el nombre.

¿Sabías que en realidad la flognarde y el clafoutis parten de una misma preparación, pero que solo se le puede llamar clafoutis si lleva cerezas? En el momento en que cuajas la mezcla pastelera con otra fruta como manzanas, ciruelas, fresas o higos, por poner unos buenos ejemplos, ya no puedes decir que has hecho un clafoutis de manzana. Que hay tartas muy suyas, con más carácter que la Pantoja.

Esta flognarde de ciruelas es algo más ligera que el clafoutis que hice hace unas semanas; no lleva nata, aunque sí un poco de mantequilla, y está aromatizada con vainilla de la de verdad, la de abrir la vaina y olerte los dedos durante toda la mañana. Marbelous. Las ciruelas se cocinan hasta convertirse en una delicia suave y dulce que asoma con un color reventón entre el azúcar en polvo que cubre la flognarde. Te chuparás los dedos y te sabrá a poco, así que, compra más ciruelas, que seguro repites.

Cómo hacer flognarde de ciruelas en slow cooker

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Roast beef

Entra de maravilla en un menú de verano. Como parte de la mesa de Navidad no tiene precio por la antelación de su preparación y porque no necesita estar caliente para servirlo; bendito bufé familiar. En sandwich es gloria pura. Es el roast beef o rosbif, un asado de carne que resulta muy fácil de hacer en la Crock Pot y que puede solucionarnos más de un menú de compromiso.

Para hacer esta receta de roast beef en slow cooker es conveniente que utilices un termómetro de precisión para carne, porque los tiempos pueden resultar muy peregrinos de una olla a otra o cambiar en función de la temperatura inicial de la carne. Así que daré un tiempo orientativo para que puedas planificarte un poco, pero la carne estará hecha cuando su corazón llegue a una temperatura entre los 50º y 55º, así la carne lucirá sonrosada y asada, pero no estará cruda.

Cómo hacer roast beef en slow cooker

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Mermelada de cerezas

Cuando fui a comprar las cerezas para hacer esta receta de mermelada de cerezas en slow cooker, mi frutero me miró de reojillo mientras iba metiendo fruta en un bozo de papel y me dijo: –ya puedes aprovechar, que son de las últimas. Y vaya que si aproveché, dos kilos y medio que me llevé a cuestas, una gran parte de ellas para hacer mermelada y poder recordar el verano cerecil en las frías tardes de invierno.

De todas las mermeladas que he hecho en la crock pot esta es la que más me ha sorprendido. La de naranja amarga salió según lo esperado, espectacular con ese aroma que me recuerda a confitería antigua y a merienda finolis, de las de servicio de plata. Pero de esta no esperaba mucho y cuando, ya fría, la probé, fue la fiesta. ¡Jesusito de mi vida! la de homenajes que me voy a dar este año, merece la pena invertir una tarde y ponerse a mermeladear. ¿Te animas? ¡Corre al mercado buscar cerezas, insensato!

Cómo hacer mermelada de cerezas en slow cooker

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Costillas de cerdo asadas

La crock pot me ha hecho descubrir las costillas de cerdo como un recurso muy bueno para cocina de diario. Comencé a enamorarme de su carne extratierna con la receta de costillas de cerdo a la barbacoa, pero tenía ganas de ver cómo resultaba su carne en solitario, sin salsas dominatrix ni especias egocéntricas.

La carne pura y dura, si acaso aderezada con alguna hierba aromática. Para conseguir que las costillas se cocinaran en un proceso similar al de un horno, utilicé una vaporera extensible para separar la carne del fondo y cocinarla en seco, consiguiendo ese color de asado que puedes observar en la imagen de arriba.

El resultado de esta receta de costillas de cerdo asadas en slow cooker no pudo ser más satisfactorio: una carne tierna y sabrosa, apta para los Marilloros Amisalsanó, una secta con la que suele ser complicado dialogar y que rechazan todo tipo de aditamentos salseros. Esos que tanto te cuesta elaborar, sí. Malditos.

En esta receta he utilizado romero por una razón de peso: tengo una maceta del tamaño de Australia en mi huertecillo urbano y, además de que me gusta mucho utilizarlo en cocina, hay que darle salida. Pero puedes cambiar y probar a hacerla con tomillo, orégano, salvia o cualquier hierba aromática que te vuelva locatis.

Cómo hacer costillas de cerdo asadas en slow cooker

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Popurrí de cítricos y menta

Popurrí. La primera vez que leí esta palabra fue hace muchos años en la televisión, en un programa musical en el que un grupo, a saber cuál, cantaba una interminable canción compuesta por pequeños trozos de jitazos de la época.

Bajo la imagen de los animosos cantantes, su nombre y una palabra: popurrí. A lo mejor era en el programa de Fradejas, quién sabe, el caso es que cada vez que escucho la palabra popurrí (o potpourrí, así, en plan francés) me recuerda a esas piezas frankensteinianas y ligeras que tanto gustaban en los años 80. A mí me hacía gracia el palabrejo y pronto aprendí a definir así todo aquello que estuviera locamente mezclado.

Y luego llegó el precuquismo, y con él, la moda de llenar las casas de una mezcla de ramas, piñas, hojas, pétalos y demás cosas muy de la naturaleza que aromatizaban los hogares, casi siempre para bien. Y vio Dios que era bueno y le llamó popurrí. Yo, recordando mi época pop infantil, me dije -ah, claro, es que va todo mezclado, como los jitazos. Pero no, vaya, que resulta que al final, tras toda una vida de popurrís musicales, resulta que el nombre viene del español olla podrida (un puchero en el que se guisan juntos muchos ingredientes diferentes), pot pourri en francés, popurrí en tu pueblo.

Jose Luis Fradejas, presentador de Aplauso

¿A qué huele Jose Luis Fradejas?

El origen del popurrí aromático está en el siglo XVII, cuando las hierbas aromáticas y flores se secaban y conservaban con sal marina, dejando envejecer esta mezcla, a la que se añadian especias y fijadores de perfume. El mejunje, finalmente se colocaba en ollas perforadas para perfumar las casas.

Existe también un popurrí líquido que se utilizaba antiguamente (en la era preambipur) en las casas para aromatizarlas al momento, mezclando frutas, hierbas y especias en una olla con agua y dejando que se calentara a fuego lento para que fuera liberando aromas. Es un ambientador natural fresco y fácil de hacer que no requiere semanas de curación, tan solo hay que escoger los ingredientes, combinarlos y en menos de una hora la casa empezará a oler a gloria. ¿No es un proceso que parece hecho para el slow cooker? Pues vamos a ver cómo hacer popurrí de cítricos y menta en slow cooker.

cómo hacer popurrí de cítricos y menta en slow cooker

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Dahl de lentejas rojas

Eran pequeñas y de un color anaranjado muy descarado. Me miraban poniendo ojitos desde el lineal de una tienda poco convencional y yo, que no tengo freno cuando se trata de probar cosas nuevas, me las traje a casa y las puse a vivir en un bote con vistas mientras esperaban su turno para hacerme feliz en el buche. Lentejas rojas, pequeñas y repeladas. Lentejas en pelotas de las que no se duchan antes de tirase a la piscina, que no necesitan remojo las tías. Unas adelantadas a su tiempo.

Son completamente diferentes a las lentejas que se estilan por aquí: las castellanas, las pardinas o la Letizia de las Lens culinaris, la de la Armuña. Se cocinan por menos tiempo (son pequeñas y no tienen piel) para deshacerlas y cocinar sopas cremosas o purés. Dahl es en realidad el nombre que se da en la India a las legumbres peladas y, por extensión, a los platos que se cocinan con ellas. Esta receta de dahl de lentejas rojas en slow cooker sorprende por el sabor fresco que aportan la lima, el cardamomo y la leche de coco. ¡Pruébala y te sorprenderá!

Cómo hacer dahl de lentejas rojas en slow cooker

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Aceite de romero

Imagina poner una cucharada de aceite en la sartén, dejarla al fuego y que en unos minutos tu cocina empiece a oler a romero; aroma que seguirá en tu guiso y acabará acariciando tu paladar. Eso es lo que pasa en la cocina de Crockpotting desde que hice este aceite de romero en slow cooker, otra manera de aprovechar la olla lenta más allá de los guisos tradicionales y los potajes. Los aceites aromáticos pueden hacerse en frío, dejando macerar las hierbas, bayas o especias, pero me gusta más hacerlo en caliente, ya que así lo tengo listo en muy poco tiempo.

Esta receta de aceite aromático de romero se puede aplicar a otras hierbas aromáticas. Puedes hacer aceite de albahaca, tomillo, menta, orégano o una mezcla equilibrada de varias hierbas. A la hora de decidir qué aceite quieres hacer, piensa con la nariz, ¿qué aromas te gusta encontrar en la mesa? Ahí tienes la respuesta. La receta está pensada para hacer una botellita de 250 ml; si quieres hacer cantidades industriales, ya sabes, multiplica.

Cómo hacer aceite de romero en slow cooker

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Aceite de romero

Tiempo de preparación1

Tiempo de cocción30

Tiempo total1 30

Función: ALTA

Servings: ml

Ahora puedes comprar algunos ingredientes de esta receta en el supermercado online DIA a través de los enlaces de los productos.

Mira cómo funciona el servicio

Ingredientes

▢ 250 ml de aceite de oliva virgen extra
▢ 20 g de hojas de romero

Elaboración

▢
Pon el aceite de oliva virgen extra en el slow cooker.
▢
Toma las ramitas de romero y separa las hojas de la rama.
▢
Pon las hojas de romero sobre el aceite y remueve para que se mojen bien.
▢
Coloca la tapa y déjala ligeramente entreabierta (pon un hatillo de papel metálico o un palillo)
▢
Programa 30 minutos en ALTA. Pasado ese tiempo, apaga la olla lenta y deja infusionar durante una hora.
▢
Retira el aceite de la olla, elimina el romero, fíltralo dos veces y guárdalo en una botella pequeña.

Recomendaciones

Puedes filtrar el aceite de romero con una estameña, un paño de hilo o con un filtro de café. Si lo haces en caliente tardará menos tiempo que en frío, ya que el aceite estará menos denso.

Utiliza el aceite que más te guste, pero si haces esta receta con aceite de oliva virgen extra, además de los aromas de las hierbas aromáticas, te beneficiarás de su alto contenido en antioxidantes, polifenoles, ácido oléico y vitaminas.

Guarda el aceite de romero en un envase de vidrio y mantenlo alejado de la luz. No es necesario que lo guardes en la nevera.

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Tarta de queso o cheesecake

Los griegos, las Olimpiadas, Marcus Procius Cato, Europa, el queso y un señor apellidado Chester. Todo ello está en los orígenes (europeos, chúpate esa Bill de Blasio) de la New York Cheesecake, esa tarta cuajada de queso que falta en pocas cartas de restaurante más o menos finolis. La receta de la tarta de queso tiene algunas variaciones, puede hacerse en frío o en caliente, con diferente formulación, pero mantiene la constante de usar queso crema, una base de galletas crujiente y cobertura de mermelada de frutos rojos, fresas generalmente.

La gran mayoría de recetas que me he encontrado a lo largo de mi intenso love story con este pastel llevan harina. Y mira, no, no me convence. En las distintas pruebas que hice para adaptar la receta de la tarta de queso al slow cooker, pude comprobar que si bien la harina daba consistencia a la masa de queso, también la hacía mucho más pesada, de manera que la eliminé para confirmar que no es necesaria (aunque si sois harinófilos convencidos podéis ponerle unos gramillos); que el queso, los huevos y la nata se bastan y sobran ellos solitos para mantener la cosa en pie. En pie y tope de cremosa ¡bien!

¿Qué decir de la base de galletas? Que se han visto muchas y no todas dan la talla. Es importante escoger unas galletas que sean crujientes y que aporten sabor, que la base no sea un mero contenedor; vamos, que tengamos tentaciones de hacer de nuevo la tarta de queso solo por morder ese platillo volante galletero. He experimentado con las clásicas digestive y bien, pero cuando me puse manos a la obra con las speculoos fue como tocar el cielo con los dientes bien afilados. Sobre la cocción, nada de aguas ni baños María, vamos a hacerla a olla desnuda, convirtiendo nuestra crock pot en lo más parecido a un horno. ¿Hay huevos? Pues vamos con la masa.

Cómo hacer tarta de queso o cheesecake en slow cooker

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Cebolla caramelizada

La cebolla caramelizada es el must de la cocina de los últimos cinco años; por pura repetición, puede que terminemos por vulgarizarla y aborrecerla, pero la verdad es que bien combinada resulta un complemento delicioso. Esta receta de cebolla caramelizada en slow cooker, resulta muy fácil de hacer, aunque tarda lo suyo, alrededor de ocho horas en las que hay que mimar el proceso. Puedes cocinar una buena cantidad y guardarla refrigerada cubierta en aceite, congelarla o envasarla en botes al vacío.

¿Para qué puedes utilizar la cebolla caramelizada? Por ejemplo para hacer una tortilla de patata con verdadera cebolla caramelizada, con el color y dulzor que le aporta la reacción de Maillard; para combinar en canapés, sandwichs, carnes, pasteles salados o en unos huevos en cocotte. Aunque algunas recetas aconsejan añadir azúcar para acelerar la caramelización, no es aconsejable ya que aumenta el procentaje de azúcar añadido, completamente innecesario, y deja atrás el verdadero sabor de la cebolla caramelizada en favor de un punto dulzorro poco deseable.

La lista de ingredientes, como verás, es austera como la celda de un monje, tan solo cebollas y aceite de oliva virgen extra que cambiarán por completo de aspecto, menguando considerablemente y adquiriendo un color muy alejado del blanco de la cebolla cruda.

Cómo hacer cebolla caramelizada en slow cooker

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Chutney de plátano

Dulce y agrio, mi primer contacto con el chutney no pudo ser más satisfactorio. Una vez hechas las presentaciones, aprendí a utilizarlo en sandwichs, en bocadillos, a comerlo con queso, con arroz blanco, con carnes o pescados; vamos, que me conquistó. El chutney, de origen indio, es una sorpresa para el paladar. El vinagre, la fruta, las hortalizas y el azúcar lo convierten en un acompañamiento diferente que potencia sabores y casa muy bien con distintas prepraciones.

Como podéis imaginar, llevaba tiempo mirando de reojo a la Crock Pot mientras susurraba por lo bajinis: un chutney, un chutney. Y solo hizo falta que apretara el calor y los plátanos se empezaran a poner feos, muy feos, para que me pusiera con la tarea pendiente: un chutney de plátano en slow cooker.

Ahora tengo un bote para mí solita, que me acaricia el paladar y me castiga las papilas en un rollo sadomaso del que no puedo ni quiero bajarme. Dadme queso, dadme paté, dadme un sandwich o un arroz, pero permitidme que abra mi bote de chutney de plátano y disfrute.

Cómo hacer chutney de plátano en slow cooker

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Champiñones guisados

Cuando era pequeña y vivía en el norte, había un pincho que era mi favorito: el champi. Un champiñón guisado ensartado por un palillo sobre una rebanada de pan de barra. Entonces aún no había llegado la revolución de los pintxos y éramos felices viendo como esa salsa gruesa y profunda resbalaba sobre su cabezón mientras apurábamos un mosto o un zurito, según la edad de cada uno.

Años más tarde me dio por la cosa esta de cocinar y los champiñones guisados fueron mi plato estrella en los comienzos. Aún es hoy el día en que cada vez que huelo a champis me parece estar en una barra de lo Viejo con una tanda de pintxos de los de antes a la altura de los ojos.

Esta receta de champiñones guisados en slow cooker es fácil de hacer y funciona muy bien como aperitivo, guarnición o primer plato. Todo depende de la ración y el modo de servirlo. Tiene preparación previa en sartén, más que nada para que los sabores se potencien y para poder añadir un poco de harina y sofreírla, que luego lo agradeceremos cuando untemos el pan en la salsa y veamos que sale un poco gordita, lo justo para coronar el pan sin aguachinar.

Cómo hacer champiñones guisados en slow cooker

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Cazuela de salchichas y patatas

Muchas veces leo recomendaciones para cocinar en slow cooker en las que se anima a poner los ingredientes en la olla, programar y salir corriendo. Hay recetas que salen estupendas con este planteamiento, como la fabada, pero otras agradecen unos minutos de atención y salteado, como esta cazuela de salchichas y patatas, a la que el color y el sabor que toma en su paso por la sartén le sientan muy bien y marcan la diferencia entre un plato meh o una cena sabrosa.

En casa el sector juvenil se ha hecho fan de este plato de salchipapas desde la primera vez que lo vio, aún humeante en la olla. Es una cena que hacemos a menudo, económica y muy fácil de elaborar: un poco de mimo al principio y tres horas de cocción lenta. En la mesa hay tortas a la hora de servir la última paletada, siempre apetece repetir. Va siendo hora de cenar, gente, ¿tenéis salchichas en la nevera?

Cómo hacer cazuela de salchichas y patatas en slow cooker

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Aplicaciones para cocinar con slow cooker

Hasta hace un par de semanas no se me había ocurrido consultar la App Store para saber si había apps para cocinar en Crock Pot o slow cooker; bendita de mí, que ando tan liada traduciendo cocidos y porrusaldas al klingon crockpotero que pierdo contacto con la actualidad. Y resulta que sí, que las hay y muchas, algunas casi calcadas unas de otras, otras más originales y trabajadas. Pero la nota común en todas ellas es que están pensadas para un mercado de habla inglesa. Así que, amiguitos, o dominamos el idioma de Shakespeare o no nos vamos a comer un colín en el mundo appcrock.

¿Llegará el día en que encontremos una aplicación de cocina para slow cooker chula como pocas y escrita en castellano? Si llegaron la zapatillafregona o la batamanta, ¿por qué no mantener la esperanza? Mientras tanto vamos a ver cómo encontrar recursos e ideas para cocinar en Crock Pot a través de nuestros smartphones o tablets.

Crock-Pot Virtual Cooking Timer, un contador de tiempo para cocinar con Crock Pot

Es, sencillamente, un temporizador, como hay muchos otros, pero nos hace mucha ilusión que esté pensado expresamente para la olla de cocción lenta, y por tanto, no cuenta en minutos sino en horas, hasta un total de 20 horas como límite. Es muy práctico cuando necesitas recordar que tienes un guiso en marcha, especialmente si estás fuera de casa o no estás atento a la cocina. El temporizador es sencillo de utilizar, solo hay que girar el mando virtual con el dedo y programar. Pasado ese tiempo, recibirás una notificación en tu terminal.

Además de este aspecto práctico, Crock-Pot Virtual Cooking Timer tiene un apartado de consejos e instrucciones para cocinar en Crock Pot, que replica el FAQs de la página de la marca estadounidense. Al ser una aplicación oficial, podemos acceder a manuales de instrucciones de algunos modelos de Crock-Pot^®, así como información práctica, de nuevo clonada de algunas secciones de la página oficial. Por todas sus virtudes y por ser práctica sea cual sea el idioma que hables, la destacamos en este post.

Aplicación gratuita disponible solo para iPhone y iPad. Crock-Pot Virtual Cooking Timer en iTunes.

Aplicaciones gratuitas para cocinar en slow cooker (IOS)

Must-Have Recipes from Better Homes and gardens

No es una aplicación exclusiva para slow cooker, pero hay una sección dedicada a la olla de cocción lenta. Con un interfaz muy agradable y moderno, tiene un navegador con más de 500 recetas clasificadas en 14 categorías como aperitivos, postres, bebidas, panes, desayunos, comida para vacaciones, ensaladas o vegetales entre otras. La versión gratuita se puede ampliar comprando 10 categorías más, cada una de forma independiente. En el capítulo de slow cooker cuenta con 48 recetas dedicadas.

Para iPad y iPhone. Must-Have Recipes from Better Homes and gardens en iTunes.

Real Slow Cooking

Esta app tiene un buen número de recetas tanto dulces como saladas (las mismas que "Easy & Slow Cooker Recipes") que se pueden consultar sin limitaciones. Existe la posibilidad de incluir recetas propias, pero para poder construir un recetario personalizado hay que comprar la versión completa. Se pueden compartir las recetas en Facebook y Twitter, adjuntar notas y añadir a favoritos.

Para iPad y iPhone. Real Slow Cooking en iTunes.

Slow cooker Recipes

Nada más abrirse, esta aplicación muestra una pantalla muy simple con recetas de pavo, de carne, con vegetales, de pollo y de cerdo. En cada apartado podemos encontrar un buen número de recetas (entre 15 y 50). Clasificadas por tiempo y tipo de receta, se ofrece la posibilidad de añadirlas a favoritos, imprimirlas, publicarlas en Twitter o Facebook, o enviarlas por email.

Para iPad y iPhone. Slow cooker Recipes en iTunes.

Easy & Slow Cooker Recipes

El sistema de acceso a las recetas es progresivo: partiendo de las 20 recetas gratis diarias que incluye de entrada, se pueden consultar más recetas al día si haces login con Facebook, (20) realizas una publicación en Facebook (otras 20) o compras la versión completa (dicen que ilimitadas). Teniendo en cuenta que cada día puedes consultar un total de 20 recetas sin tener que realizar ninguna acción social ni pagar un céntimo, la versión lite no está nada mal. Puedes añadirlas a favoritos o incluir notas o comentarios.

Para iPad y iPhone. Easy & Slow Cooker Recipes en iTunes.

Crok Pot Crazy

Crock Pot Crazy no funciona como una app al uso, sino que se trata de una revista de suscripción mensual. La aplicación se descarga de manera gratuita, la suscripción nos hace pasar por caja. cada ejemplar cuesta 3,95€. (En inglés)

Crock Pot Crazy en iTunes.

Aplicaciones de pago para cocinar en slow cooker (IOS)

Crock-Pot Recipes

La aplicación oficial de Crock-Pot^®ofrece más de 250 recetas y actualización mensual gratuita con nuevas recetas, así como material nuevo de pago. Las recetas se pueden seguir a través de comandos de voz, para cocinar en modo manos libres.

Cuenta con funciones para compartir en Facebook o enviar por correo electrónico, imprimir en impresoras compatibles con AirPrint, adjuntar notas para poder personalizar las recetas, así como temporizadores, tablas de conversión, listas de sustitución y lista de la compra para imprimir o enviar por correo electrónico. Se puede enriquecer el recetario añadiendo recetas propias.

3,95 euros en App Store.

My Family Meal Planner Crock Pot

Un planificador anual de menús con listas de compra interactivas semanales, planificación de 4 comidas diarias durante 52 semanas, recetas ligeras y con análisis nutricional.

4,49 euros en App Store. Disponible también para Android.

Art of the Slow Cooker

La versión app del libro del mismo título de Andrew Schloss. 30 recetas para slow cooker con búsqueda por ingredientes, listas de compra, función para compartir en redes sociales y correo electrónico.

1,79 euros en App Store. Compatible con iPhone e iPad de primera generación.

Apps Android para cocinar en slow cooker

Recogemos una lista de aplicaciones gratuitas para Android con las que podrás obtener recetas e información para cocinar en Crock Pot o slow cooker. Al igual que las anteriores, están en inglés.

Crock Pot Cooking
Crockpot Recipes
1000+ Crockpot Recipes APP
Popular Crockpot Recipes!
Rice in Crock Pot Recipe
Crock Pot and Slow Cooker Recipes
Slowcooker Recipe of the Day F

Imágenes vía Johan Larsson y JD Hancock en Flickr

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Porrusalda

Porru (puerro) y salda (sopa). Pues nada, porrusalda, sopa de puerros, ya lo tenemos claro. Si alguna vez te habías preguntado de donde viene este nombre tan sonoro, que lo mismo te define una sopa que una danza, ahora ya sabes que no es sino la unión de dos palabras en euskera que anuncian el sentido principal de este plato.

Sobre la receta de la porrusalda hay muchas variantes: la pescatera, en la que se incluye bacalao y que se presume comenzó a cocinarse para ilustrar este guiso humilde y vegetariano con un pescado que no atiende a criterios de temporalidad ni frescura, siempre a mano lejos de las costas; la carnicera, con costilla de cerdo salada, o la verdulera, cocinada simplemente con verduras de la huerta.

Esta última es la que siempre he conocido en la mesa de mi madre, no habiendo probado nunca las otras versiones proteínicas, y esta es la que he cocinado a fuego lento en la crock pot. El resultado, como todo guiso que lleve patatas, ha sido excelente: el puerro en pleno punto de ternura, la patata deshaciéndose levemente en el plato, y un caldo sabroso y reconstituyente.

Es un guiso que se agradece tanto en días fríos como en dietas de desintoxicación. Un plato de lunes, de los de hacer con lo que tienes en la despensa después de un fin de semana loco. Busca un par de puerros en el cajón de las verduras y déjate de excusas para comer sano.

Cómo hacer porrusalda en slow cooker

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Cómo hacer plastilina comestible en tu slow cooker

Cuando un aparato te ayuda a cocinar mejor, a disfrutar comiendo y guisando, y además te ofrece la posibilidad de preparar regalos o elementos lúdicos para los niños, entonces estamos hablando de amor con letras grandes, de las mayúsculas, las de grabar a fuego. Después de probar con éxito a hacer pinturas con formas divertidas con la ayuda de la olla de coción lenta, tenía muchas ganas de ponerme con la plastilina. Sí, plastilina, Play Doh, esa masa de colores que nos hace imaginar y crear cuando no levantamos un metro del suelo.

En realidad, la plastilina y el Play Doh solo tienen en común la capacidad de modelado y los colores llamativos. Si habéis modelado con plastilina, recordaréis ese olor característico que nos habla de un material plástico. En cambio el Play Doh (marca comercial) está compuesto por una base de harina, agua, sal, ácido bórico y aceite mineral que en un principio, en los años 30, se inventó como limpiador para el papel pintado (¿habéis intentado alguna vez borrar con miga de pan? Pues eso).

Basándonos en la composición del Play Doh, vamos a hacer plastilina comestible de colores en la Crock Pot. Y me diréis que para qué rayos queremos que sea comestible: pues para evitar sustos con las ansias orales de los más pequeños; así, si deciden darle un bocado a su obra, no habrá nada que temer.

Cómo hacer plastilina o Play Doh en tu Crock Pot

Material necesario

250 g de harina
125 g de almidón de maíz (Maizena)
220 g de sal fina
500 ml de agua caliente
30 g de crémor tártaro
20 ml de aceite de oliva
Colorantes alimentarios: azul, amarillo y rojo
Guantes de látex o vinilo

Instrucciones

1. Enciende la Crock Pot en temperatura alta.

2. Vierte la harina, el crémor tártaro, el almidón de maíz y la sal en la olla y remueve hasta que quede todo bien mezclado.

3. Calienta el agua y añádela a la mezcla. Incorpora también el aceite y mezcla bien con una varilla de cocina.

4. Cierra la tapa y deja que se caliente durante 30 minutos. Pasado ese tiempo, destapa y remueve la mezcla. Vuelve a tapar y deja que se haga durante una hora.

5. Destapa y, con los guantes puestos, manipula la masa; verás que se ha formado una capa compacta y que a medida que la vas amasando se vuelve más blanda. Pásala a una superficie limpia (encimera, mesa, tabla) y haz una bola. Con esa bola, haz bolas más pequeñas y amásalas hasta que tengan una textura de plastilina. Si ves que están un poco toscas, haz un hueco con un dedo, pon unas gotas de aceite de oliva y sigue amasando.

6. Haz un hueco con un dedo en cada bola y ve aplicando el colorante a tu gusto. Siempre podrás rectificar el color según vayas mezclándolo en la masa. Mezcla los colores primarios (azul, amarillo, rojo) sobre cada bola para obtener colores secundarios (anaranjado, violeta, verde). Amasa hasta que el color quede homogéneo.

7. Puedes presentar la plastilina en bolas y guardarlas en botes individuales para que se conserven bien. También puedes darles forma cuadrada con la ayuda de un molde de cocina y marcarlos con un sello para galletas[ (como se ve en las imágenes). En este caso, envuelve cada taco en film plástico para evitar que se reseque.

Recomendaciones

¿Crémor tártaro? ¿Qué es eso? Pues bitartrato de potasio, hidrogenotartrato de potasio o E-334, un aditivo utilizado comunmente en la industria alimentaria. Forma parte del impulsor químico que llamamos levadura (aunque no lo es) de pastelería, o de la formulación de la gaseosa. Nos lo pueden pedir en recetas para estabilizar las claras al elaborar merengues o para que la nata montada quede más firme. Si no lo encuentras en tiendas especializadas en productos de repostería, puedes hacer una pequeña trampilla y sacarlo de las gaseosillas. Sí, esas cajas para hacer gaseosa o soda que tienen dos sobres que se mezclan (agua de litines), pues uno de ellos, el que lleva ácido tartárico, es crémor tártaro.También puedes comprarlo online.

Algunos colorantes alimentarios prometen mucho y dan poco, es decir, que cuando los mezclamos con la masa, obtenemos un color algo apagado. Si quieres plastilina de colores vivos y no quieres encontrarte con sorpresas desagradables, compra un par de cajitas, siempre puedes guardarlas para otras preparaciones, y no te quedarás en la estacada.

Si es divertido preparar plastilina comestible en tu slow cooker para regalar a los peques de tu familia, más aún lo será hacerla con ellos. Controla tú la cocción, pero deja que sean ellos, una vez que la masa esté fría, los que amasen y mezclen los colores. Ahí estarás tú para coordinar las operaciones y, aunque seguro que no puedes evitar que se coman una pelotilla de masa, no tendrás de qué preocuparte.

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Desde enero de 2023 continuo con mi proyecto en Substack, en La Cocina Privada de Crockpotting, donde no hay publicidad, el algoritmo de Google no importa y escribo pensando solo y exclusivamente en mis suscriptores.

Si piensas que el trabajo bien hecho hay que pagarlo, quieres apoyar mi trabajo y puedes permitirte pagar 5€ al mes o 50€ al año, puedes suscribirte a La Cocina Privada y tendrás acceso a recetas y contenidos exclusivos, además de todo el archivo histórico de Crockpotting sin publicidad y en un formato sencillo y de fácil lectura.

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Pollo extratierno

En casa el pollo gusta lo justito. Tan justito que a veces es decir "hay pollo" y se tuerce el gesto. Esa mala fama se la ha ganado el pajarraco tras años y años de cocciones equivocadas. Cuando empecé a asarlo a una temperatura moderada en el horno durante varias horas, la cosa empezó a cambiar, pero el pobre plumífero sigue con su sambenito a cuestas. A mí me encanta y no dejo de cocinarlo: a la plancha con sus hierbecillas y su limón, al horno en cuatro horas y tan bajo que se deshuesa solo, al ajillo, que me recuerda a casa.

Hace varios meses probé un pollo extratierno en un chino de Usera al que van a comer chinos y donde es pecado pedir arroz tres delicias. Iñigo, de Umami Madrid, me explicó cómo lo hacen, tal y como podéis leer en su blog. Y desde entonces andaba dándole vueltas a la cabeza sobre cómo hacer este pollo extratierno en la Crock Pot. Tarea fácil, la verdad, solo hay que controlar la temperatura interna del pollastre, que debe alcanzar los 55º. Si te parecen pocos, te perderás la carne de ave más jugosa que se haya cocinado nunca: la pechuga se corta como mantequilla y cada bocado es pura gula que incita al siguiente.

La receta original de Íñigo incluye una salmuera y un caldo de alitas que he obviado para ir a lo esencial: una carne apta para todos los paladares y una formulación que será base para otras variantes. Aunque ese caldo de alitas, que debe ser todo sustancia, está en mi lista de deseos y caerá seguro.

Esta receta de pollo extratierno en slow cooker sirve lo mismo para hacer delicioso un bocado de dieta, alegrar la cara de un enfermo obligado a comer limpio, preparar ensaladas de ave, o servir el pollo aliñado con vinagretas o salsas frías. Deja tus prejuicios polleros de lado y prueba a hacerla al menos una vez. Repetirás.

Cómo hacer pollo extratierno en slow cooker

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Vichyssoise

Esta primavera calurosa está siendo un anticipo del verano que viene. ¿Quién dijo que en verano la Crock Pot se va de vacaciones? De eso nada, monada, que la tía se apunta voluntaria hasta a hacer cremas frías mientras nos vamos de paseo por ahí. La primera sopa fría que ha salido de mi slow cooker es una vichyssoise en Crock Pot de esas que te hacen saltar la lagrimilla cuando necesitas refrescar el gaznate.

Esta receta de sopa fría de puerros tiene también un versión más ligera para los que quieran disfrutar de una vichisuá (qué pasa, ¿es que nunca la has llamado así?) con menos grasa, sustituyendo la nata por yogur natural hecho en casa (sí, también vale comprado, pero me gusta fardar de yogur) con un resultado muy parecido (algo ácido) pero más adecuado a dietas bajas en grasas.

Desde que saques la crema del frigo, tocando los bordes fríos del recipiente con el lomillo de la mano, desearás sumergir la cuchara una y otra vez. Con cremas y sopas frías tan ricas como esta, desearás que sea verano para siempre.

Cómo hacer vichyssoise en slow cooker

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Cómo hacer pinturas de cera divertidas con tu slow cooker

¿Pinturas de cera con Crock Pot? Pero ¿te has vuelto loca? No, todavía estoy cuerda, pero hoy no toca receta ni truco, hoy toca hacer manualidades. Además de cocer despacito para hacer guisos de los de quitarse el bombín, la olla de cocción lenta se puede utilizar para hacer cosas bonitas, como las pinturas de cera con formas divertidas, una idea que te servirá para que tus peques flipen en colores al ver que pueden pintar con estrellas, corazones, cabezas de Hello Kitty, etc. Solo hay que encontrar un molde de silicona con una forma chula y ponerse manos a la obra.

Lo del molde de silicona parece una obviedad, pero servidora anduvo poco lista en este tema y la primera prueba fue un fiasco total. Los moldes de estrella y pececitos de Ikea para hacer hielos prometían, pero se acabaron derritiendo, de manera que casi termino echándolos a las lentejas. Así que ojo cuidao, no hace falta que los moldes sean de última generación ni que te dejes una pasta en ellos (he utilizado unos del bazar chino del pueblo que han funcionado muy bien), pero por Dios, que sean de la silicona más flexible que encuentres.

En cuanto a las pinturas, existen varios tipos. Te voy a contar cuales son las más faciles de trabajar, las que dan mejor resultado y con cuáles tendrás que tener más cuidado.

Aquí no hay más tu tía que hablar de marcas para que sepas de qué estoy hablando; sería muy complejo llamar "las ceras de toda la vida que manchan las manos que da gusto y dejan el envase hecho unos zorros" a las Manley, o "las ceras de palito duro, esas que no manchan y que hacen un trazo más definido que un lapicero de colores y más fino que las ceras de toda la vida" en lugar de decir Plastidecor. Hay una tercera marca de pinturas, que es la que mejor resultado me ha dado y que es una mezcla de las dos anteriores: Dacscolor de Alpino, una cera blanda que no mancha los dedos y funde de maravilla.

En la primera prueba, la de los hielos de Ikea, utilicé ceras Manley. Solo son recomendables para este trabajo si tienes restos de pinturas en casa y quieres reciclarlas, ya que, aunque funden muy bien, son muy delicadas y se termina separando la pintura por un lado y por el otro la cera, de manera que el resultado es irregular y las pinturas resultan toscas y aún más sucias. Si las utilizas, retira los moldes en cuanto terminen de derretirse, y si observas que se separa la pintura y la cera, bátela un poco con un palillo.

Hacer pinturas de cera en Crock Pot es muy fácil

El primer intento con moldes para cubitos de hielo fue un fracaso. Buscadlos de silicona flexible

Cómo hacer pinturas con formas en tu slow cooker

Material necesario:

Ceras de colores

Moldes de silicona

Papel de cocina

Papel de cocina metálico

Un cuchillo para moldear

Si vas a trabajar con ceras duras tipo Plastidecor

Calienta la Crock Pot en temperatura alta.
Corta un trozo de papel metálico de cocina y cubre el fondo de la olla.
Trocea las pinturas en trozos pequeños e introdúcelos en los moldes combinando los colores como más te guste.
Coloca los moldes en la Crock Pot y cierra la tapa dejando una pequeña apertura para evitar la condensación. Este tipo de pintura necesita mucho tiempo y calor para derretirse por completo.
Vigila la cocción a la hora. En mi experimento necesité alrededor de dos horas para fundir todas las pinturas.
Cuando la pintura esté derretida, saca los moldes y deja que se enfríen por completo antes de desmoldar.
Una vez desmoldado, observarás que el lado que quedó al aire resulta irregular. Iguálalo con un pequeño cuchillo afiado hasta que quede regular y bien pulido.

Si vas a trabajar con ceras blandas (recomendable las que no manchan)

Pon un dedo de agua en la olla y coloca el selector en temperatura alta. Las ceras blandas se funden muy rápido si los moldes están rodeados de agua, ya que el calor se transmite rápidamente y de manera uniforme.
Trocea las ceras con un cuchillo en trozos pequeños.
Coloca las pinturas en los moldes combinando los colores como más te guste.
Pon los moldes en la olla y deja que se derrita la pintura sin poner la tapa, tardará poco tiempo en derretirse, estate muy atento.
Cuando tengas ya la pintura líquida, saca el molde y deja que se enfríe.
Desmolda con cuidado y pule el lado más irregular con un pequeño cuchillo afilado.

Los moldes de estrella en silicona listos para calentar

Aprovechando los restos de los restos

Al igualar las pinturas, sale mucha limadura que es ideal para hacer figuras multicolores. Los corazones de todos los colores los hice con lo que iba sobrando en la fase final. Coloca los restos en el molde y ponlo a fundir según la calidad de la pintura: ceras duras a olla tapada y sin agua, ceras blandas con un fondo de agua y olla destapada.

Aunque tengas más años que la pana, como yo, cuando veas salir de los moldes pinturas en forma de estrella, de corazón o de elefante, se te dibujará una sonrisa sí o sí. Disfrutarás haciéndolas y los niños utilizándolas y fardando de ellas con sus amigos. Las que ves en las imágenes ya tienen dueña, son para una personita muy especial.

Resumiendo

Cada calidad de cera se trabaja de manera completamente diferente: ceras duras a olla tapada y sin agua, ceras blandas con un fondo de agua y olla destapada.

Si vas a hacer un regalo y partes de pinturas nuevas, merece la pena que busques las que no manchan, son las más faciles de trabajar, duran más y dan el mejor resultado.

Escoge moldes de silicona que sean muy flexibles. En los bazares de "todo a un euro" hay modelos por poco más de un euro que funcionan muy bien.

Desmolda siempre en frío, no te dejes llevar por las prisas.

Si tienes pinturas partidas y quieres aprovecharlas, podrás reciclarlas creando pinturas de cera divertidas que encantarán a tus peques.

No olvides dar un buen lavado a tu olla extraible tras este trabajo. Doble si es necesario, y asegúrate de que queda limpia por completo y sin olor a pintura.

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Yogur

Ya tenemos claro que el slow cooker es, entre otras cosas, un excelente baño María, pero se nos había pasado por alto que, si nos ponemos, también es una yogurtera. Llevo años haciendo yogur en el horno con muy buen resultado, así que no he podido resistir a la tentación de preparar yogur en la olla lenta. ¿Qué características hacen que ésta sea idónea para este menester? Fundamentalmente la capacidad del gres de mantener una temperatura adecuada durante largo tiempo. Si te pica la curiosidad, acompáñame y verás cómo hacer yogur en crock pot u olla lenta.

Es importante que utilices leche fresca pasteurizada, la que se encuentra en el lineal refrigerado del supermercado. Usando leche UHT los resultados no son buenos, queda muy ligero, más como un yogur para beber. No es necesario añadir ningún complemento para que cuaje mejor, ni leche en polvo, ni nata, ni bífidus ni nada de nada: respetando la temperatura (que no pase de 45º), dejando que el tiempo haga su trabajo y utilizando una buena leche, obtendrás un yogur denso y delicioso.

Cómo hacer yogur en slow cooker

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Yogur

Tiempo de preparación12

Tiempo de cocción2

Reposo12

Tiempo total14

Función: BAJA

Servings: litros

Ahora puedes comprar algunos ingredientes de esta receta en el supermercado online DIA a través de los enlaces de los productos.

Mira cómo funciona el servicio

Necesitarás

Termómetro de cocina

Ingredientes

▢ 3 l de leche pasteurizada
▢ 2 yogures naturales

Elaboración

▢
Calienta la leche en la olla de cocción lenta durante dos horas en BAJA.
▢
Apaga la olla y desconéctala. Mide la temperatura con un termómetro de cocina y deja que se temple hasta que alcance 45º.
▢
Añade el yogur natural y remueve bien con un batidor de varillas para que quede bien mezclado.
▢
Pon la tapa y cubre el slow cooker con una toalla.
▢
Deja que repose durante 12 horas. Cuando el yogur esté ya hecho, envásalo en botes con tapa hermética y guárdalo en la nevera.

Recomendaciones

Yogur griego. Receta para crock pot o slow cooker

El yogur se conserva durante al menos tres semanas en buen estado en la nevera. Para ello es importante que seas escrupuloso con la higiene durante el proceso.

Escoge recipientes que tengan un buen cierre de rosca. Si vas a hacer yogur con regularidad, te vendrá bien tener unos botes de cristal de 1 l dedicados únicamente al yogur.

El tiempo necesario para que la leche fermente es orientativo. En verano el proceso se acelerará si la temperatura de la cocina es elevada.

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Qué es y cómo se hace un bouquet garní

Bouquet garní, suena bonito ¿verdad? Lo suelo utilizar en muchas recetas a las que les viene bien un toque aromático, porque este apaño con nombre francés es eso, un atadillo de hierbas aromáticas que da sabor a los platos sin dejar restos flotando a la deriva en el guiso. Después de tanto bouquet garní por aquí, bouquet garní por allá, creo que ha llegado el momento de contar qué es y cómo se hace un bouquet garní. Como ya habrás imaginado, tiene su origen en la cocina francesa, y es una manera cómoda y limpia de aromatizar las recetas. Con el bouquet garní se acabó la pesca con mosca en las lentejas, con solo un gesto se elimina todo rastro de matojos sin renunciar a esos aromas que tan bien le sientan. Si aún no lo utilizas, merece la pena que dediques un tiempo a prepararlos o los compres ya hechos si los ves cuando hagas la compra.

Cómo se hace un bouquet garní

Para hacer un bouquet garní primero tienes que tener claro con qué hierbas quieres aromatizar tu guiso. Que no es lo mismo el romero que el tomillo, cada receta o gusto pide un punto diferente. Normalmente se forma un ramillete con las hierbas, se envuelve con una o dos hojas de laurel y se ata fuertemente para que no se suelte durante la cocción. Un nudito y a otra cosa mariposa. Pero te voy a contar cómo me enseñaron a hacerlo en el restaurante en el que trabajé hace mil años. Esta forma de hacerlo te asegura un ramillete muy seguro que puede contener gran cantidad de hierbas. Necesitarás, además de las hierbas y cordel de cocina, un puerro (ese puerro que da vueltas y vueltas por tu nevera. ¡Ese!).

Para hacer un bouquet garní:

Corta un trozo de puerro de 10 o 12cm de largo.

Haz un corte a lo largo en uno de los lados y saca dos capas. Guarda el resto.

Abre una de las capas e introduce las hierbas.

Aprieta para compactar un poco el bouquet y cúbrelo con la otra capa; asegúrate de que la abertura de la primera capa quede bien cubierta para que las hierbas no tengan escapatoria.

Controla los extremos de manera que las hierbas puedan asomar pero no queden sueltas.

Ata con cordel de cocina haciendo un primer nudo doble y rodeando la pieza a lo largo.

Remata con un último nudo doble y ¡bouquet terminado!

Hierbas adecuadas para hacer un bouquet garní

Aquí va una pequeña lista de hierbas (y alguna hortaliza) con las que componer un bouquet garní; escoge las que más te gusten, combínalas y, si tienes un huequito en la ventana o el balcón, cultiva alguna maceta para tener siempre hierbas frescas a mano.

Perejil

Perifollo

Tomillo

Estragón

Laurel

Salvia

Romero

Orégano

Eneldo

Cilantro

Albahaca

Mejorana

Zanahoria, chirivía, apio (bastones)

Hacer tu propio bouquet garní te permite escoger las hierbas a tu antojo, pero si no quieres estar pendiente de tener hierbas frescas en casa, puedes comprarlos hechos. Éstos se venden ya secos y duran bastante tiempo siempre que se conserven en un recipiente hermetico. Si no los encuentras, puedes comprar ramilletes de hierbas aromáticas secas y hojas de laurel, hacer unos atadillos y guardarlos en un bote en tu despensa. ¡Bon Appétit!

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Ossobuco a la milanesa

Mira que me gusta poco el apio, que dudé lo mío sobre si hacer ossobuco a la milanesa o inventarme un guiso a la remanguillé. Al final tiré por la receta clásica y no puedo alegrarme más, pues este plato condensa unos aromas que lo hacen irresistible. Así que piqué apio con alegría, troceé zanahorias, cebolla, y me puse manos a la obra con esta receta de ossobuco a la milanesa en Crock Pot.

Es importante atender los tiempos de esta receta, tuve que repetirla una segunda vez porque la primera me pasé de estación y las ocho horas de cocción dejaron la carne poco jugosa. Al morcillo (eso es lo que es el ossobuco, morcillo pegado a su hueso) no le va bien una cocción alargada al extremo. La segunda prueba, con cinco horas y media de chup chup, salió de fábula.

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Baba ganoush

¿Babagaqué? Si no conoces este mezze árabe seguro que el nombre no te dice mucho, pero si lo pruebas, y eres fan declarado de la berenjena en todas sus reencarnaciones, ya nunca lo olvidarás.

En esta receta de baba ganoush en Crock Pot aprovechamos la capacidad de la olla de cocción lenta para poder cocinar los vegetales en su propia humedad, de manera que tras el tiempo de cocción y reposo, obtenemos una carne melosa muy fácil de desmenuzar. Busca un buen pan plano árabe y prepárate a disfrutar.

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¿Qué slow cooker me compro?

Es la pregunta que nos asalta a todos al principio: ¿qué Crock Pot o slow cooker me compro? Se trata de un aparato sobre el que tenemos poca información y del que hasta hace poco no hemos oído hablar. De pronto empezamos a ver ollas de cocción lenta por todas partes y escoger se convierte en un suplicio. Preguntamos a quien la tiene y y cada uno te va diciendo que la suya es la mejor. Claro que sí, siempre es la mejor, pero no siempre la más adecuada a tus necesidades. Hay una Crock Pot para cada crockpotter, solo hay que poner sobre la mesa qué necesitas exactamente y qué te ofrece cada modelo. Una vez que tengas esto claro, un poco de charla con alguien que tenga experiencia y la compra queda decidida. Ya no querrás otra olla que esa que has visto en Mamazon o en Coliflour Online. Vamos a poner un poco de orden en tu elección.

Tamaño

El tamaño es lo primero que debes plantearte, para ello hazte preguntas: ¿cuántos somos en la familia? ¿Para cuántas personas guiso a diario? No es lo mismo cocinar para dos personas, para una, que para una familia de seis. Es una obviedad, vale, me he pasado de lista, pero es importante que dejemos este aspecto claro. Si somos dos en casa, no invitamos a menudo y compramos un slow cooker de 6,5 litros de capacidad, acabaremos dejando la olla apartada en el trastero con la yogurtera y la freidora musical. Hay que tener en cuenta que la cifra en litros que indican los fabricantes no es exacta del todo. En una olla de 5,7 l no obtendremos 5,7 litros de estofado o de sopa, la realidad es bien distinta y midiendo la capacidad real vemos que no podemos llenar mucho más alla de 3,5 litros sin rebasar el recipiente. Por tanto en la olla de 5,7 l podemos obtener unos 3,5 litros de potaje de lentejas. Perfecto para cinco o seis personas. En la siguiente ilustración vemos los tamaños habituales de slow cookers y su recomendación orientativa de comensales.

Forma

¿Me compro una Crock Pot redonda u ovalada? Si desconoces los usos de la olla de cocción lenta probablemente no llegues a valorar la forma del aparato, pero es importante saber que en las Crock Pot de forma ovalada puedes cocinar piezas de carne enteras, aves (un pollo asado es la gloria), o introducir moldes de plum cake para cuajarlos al baño María. Las ollas de forma redonda son más limitadas en este aspecto.

¿Cuánto sitio tengo en la cocina?

Algo en lo que todos pensamos en el proceso de toma de decisión: ¿y dónde meto otro trasto? Si tienes claro que vas a usarlo y sacarle partido ya no es un trasto, pero tendrás que encontrar un lugar donde ubicarlo. Necesitarás un espacio de 40×30 centímetros aproximadamente. Examina tu encimera y mira si hay algún apero prehistórico acumulando polvo. En mi caso quité la cortadora de embutido, un cacharro que últimamente solo utilizaba en contadas ocasiones. Si vas a guardar la Crock Pot en un armario para usarla cuando la necesites, mejor no la compres

Material

No des nada por supuesto. La mayoría de los slow cookers tienen una olla desmontable de gres o similar, pero también las hay de metal. Algunas ollas están preparadas para introducirlas en el horno o cocinar en fuego de gas. Asegúrate siempre de saber qué estas comprando.

¿Tapa transparente u opaca?

Depende de lo curioso o inquieto que seas. Es conveniente no abrir la olla para comprobar la cocción de manera constante. Con una tapa opaca no vas a saber cómo está la cosa ahí dentro, pero después de unas semanas de uso la curiosidad desciende. Si utilizas una tapa transparente probablemente el vaho no deje que veas mucho más, a no ser que ésta esté preparada con un tratamiento antivaho.

Conexión

Si compras la olla de cocción lenta online, pregunta al vendedor qué enchufe y voltaje tiene, ya que generalmente son artículos de importación y pueden venir con sorpresas. El enchufe se puede cambiar o usar un adaptador, pero pregúntate si quieres tener un transformador de voltaje eternamente pegado a tu slow cooker.

Programación o manual

Siempre recomiendo los slow cookers manuales por encima de los digitales. Utilizados con un programador externo de enchufe, resultan muy versátiles, ya que se puede programar tanto la hora de inicio de la cocción como su final.

Debes saber que las ollas que tienen panel de control digital no permiten utilizar un temporizador externo para poder comenzar la cocción cuando desees, ya que estas ollas necesitan estar conectadas a la corriente para comenzar la cocción. Además, en algunos modelos digitales la s horas de cocción están prefijada en tramos fijos o limitadas a un número de horas determinado, detalles que pueden complicar su uso fluido.

¿Realmente voy a cocinar con slow cooker?

Eso solo lo sabes tú. Hazte esta pregunta más de una vez cuando estés pensando en comprar una Crock Pot. Si te gustan los guisos, las legumbres, las carnes tiernas, la comida con sabor. Si quieres cocinar bien sin tener que estar pendiente de la cocina. Si eres bueno planificando. Si quieres experimentar con la cocina lenta y exprimir tu compra al máximo, probablemente terminarás cocinando con slow cooker.

Si ya te has decidido, puedes comparar distintos modelos y comprar tu slow cooker a través de este enlace.

Imágenes vía Szapucky en Flickr, Hannala en Flickr

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Vino especiado

Una tarde de sábado de invierno y mucho frío por delante. Una buena forma de combatirlo es pasarla debajo de una manta, viendo una buena película y tomando una bebida caliente. Esta receta de vino especiado en crock pot levanta el ánimo y calienta el cuerpo. Si la compartes con tu familia y amigos lo mismo te hacen la ola.

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¿Cuánto consume un slow cooker?

El consumo de los aparatos eléctricos nos preocupa y mucho. Esta es la pregunta que muchos se hacen cuando conocen la cocción en olla lenta: ¿cuánto consume una Crock Pot? A primera vista se supone que salir carísimo, al estar tantas horas funcionando. A veces resulta complicado convencer de que la afirmación que lleva implícita la pregunta está muy lejos de la realidad.

Los largos tiempos de elaboración llevan a imaginar un consumo elevado, pero la realidad es bien distinta. Los slow cookers están pensados para consumir muy poca energía, menos que muchos electrodomésticos de uso cotidiano. Las ollas lentas tienen un consumo más bajo incluso que el frigorífico, un electrodoméstico de uso continuado del que nadie se cuestiona su consumo. Que no cunda el pánico, si comienzas a cocinar en slow cooker, no vas a notar un incremento en la factura de la luz.

Tabla de consumo eléctrico en slow cooker

Según apuntan los fabricantes, una olla de cocción lenta consume entre 75W y 150W en BAJA y entre 150W y 350W en ALTA. Tomando como testigo un precio de 0,1500€ kWh más los impuestos (IVA e impuesto sobre la electricidad), vemos que nuestro slow cooker consume entre 0,0137 y 0,0400 euros por hora, dependiendo de la temperatura a la que se utilice (ALTA o BAJA). Ya sabemos que ambas temperaturas funcionan de manera progresiva hasta alcanzar un tope único, de ahí el baile de vatios.

Comparativa de potencias entre electrodomésticos

Pero, ¿cuánto me cuesta la energía para hacer un consomé en la olla lenta? Poco. La energía invertida en 24 horas de cocción continua la pagamos con 0,66 euros de nuestro bolsillo, mientras que hacer un cocido nos sale por 0,19 euros, cocinar un chocolate a la taza en Crock Pot 0,09 euros, y gastamos 0,18 euros para hacer una salsa de tomate.

¿Sale más o menos caro que cocinar en horno o en inducción/vitrocerámica? Un cocido para 3 o 4 personas cocinado durante tres horas en una placa de inducción, supone 0,78 euros; si lo preparamos en una olla rápida, calculando que tenemos el fuego encendido durante 30 minutos, sale por 0,20 euros. El mismo cocido, hecho en slow cooker, nos pasa una factura eléctrica de 0,19 euros. Un pollo asado en el horno durante una hora y media, consume 0,33 euros. Ese mismo pollo, asado en slow cooker durante tres horas en temperatura ALTA, nos cuesta 0,12 euros*.

A la vista de estos datos, las conclusiones son claras: el consumo eléctrico no es un dato en contra de la cocina con slow cooker.

Cálculos realizados con la ayuda de Electrocalculator.

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La Super Bowl crockpotera

Hace unos días, en mi casa las huestes se acomodaban para ver la Super Bowl. Unos en directo sin temer a las ojeras, y otros en diferido, que se madruga y no es cuestión. Son muy fans de la cosa y siempre me llaman para que vea un touchdown, el kickoff o no sé que de las yardas.

Yo les digo que sí, finjo entender el juego y me vuelvo a la cocina a picar cebolla. De un tiempo a esta parte, cada vez que me llaman me imagino a esos tíos, brutos como ellos solos, excesivos en sus brazos y en sus nalgas, corriendo abrazados a una Crock Pot que solo sueltan cuando llegan a la zona de anotación.

Y no, no se debe a una indigestión de alubias y guisotes, es que desde que descubrí que hay una gama de slow cookers dedicadas a la NFL vivo sin vivir en mí. Y luego decimos que si el fútbol en España, que si La Liga, La Roja y la madre que nos parió.

Pero no, aún no somos capaces de exigir a los fabricantes nuestra freidora de Atleti, la batidora del Barça o la Thermomix del Recreativo de Cuenca. No somos nadie, los estadounidenses sí que saben y para muestra un botón.

La Thermocholista, si esto fuera EEUU...

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Mermelada de naranja amarga

Me preguntan si en la Crock Pot se pueden hacer recetas dulces, y es que la imagen que da esta olla, con sus legumbres al sol, sus carnazas rebosantes y los guisotes humeantes, apenas la relacionan con esas cosas finas, dulces y deliciosas que alegran el desayuno.

Pero nada más lejos de la realidad, poco a poco voy experimentando con recetas lamineras y funciona de maravilla. Una de las primeras ha sido esta receta de mermelada de naranja amarga en Crock Pot, tan buena que si necesitara un piso, se lo ponía yo.

Cómo hacer mermelada de naranja amarga en slow cooker

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Libro de cocina. 200 recetas para ollas de cocción lenta

Poco, hay muy pocos libros de cocina para Crock Pot editados en castellano. Mira que he buscado y buscado, pero al final solo he encontrado uno que echarme a la boca: 200 recetas para ollas de cocción lenta. Y no ha sido en una librería física, no, el milagrito se ha producido en una tienda virtual, esas que nos salvan de más de una y de dos.

El libro es muy manejable, de formato reducido pero con muy buena edición para una publicación que cuesta menos de cinco euros. Las imágenes tienen una calidad más que aceptable y reflejan la cocina real que se elabora en la Crock Pot. A todo dan ganas de hincarle el diente y, más aún, de ponerse a cocinarlo de inmediato.

El contenido se estructura en cinco apartados: desayunos y tentempiés, carnes aves de corral y caza, pescados y mariscos, hortalizas, y postres, bebidas y conservas. Además, también encontramos una introducción bastante completa en la que se explican algunos aspectos prácticos de la cocción en olla lenta, algo que se agradece cuando la Crock Pot entra en tu vida.

Las recetas están bien detalladas, con información diferenciada sobre raciones, tiempo, temperatura e ingredientes y una extensa explicación sobre la elaboración. Si estás buscando un libro de cocina en Crock Pot o slow cooker en español, sin duda es una buena guía para comenzar a guisar en Crock Pot a partir de sus recetas, recomendable y a un precio más que justo.

200 recetas para ollas de cocción lenta

Autor: Sara Lewis
Editorial: Blume
ISBN: 9788480769525
Precio recomendado: 4,95 euros

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Utensilios para cocinar en slow cooker. La jeringa de salsear

La jeringa de salsear es de gran ayuda cuando cocinamos recetas en crock pot que necesitan extraer grandes cantidades de líquidos una vez terminadas. Manipular un slow cooker tras la cocción no es recomendable, pesa mucho, está muy caliente y podemos tener un accidente crockpotero. Es cierto que podemos esperar a que se enfríe y verter los líquidos volcando la olla, pero si pruebas este truco ya no querrás exponerte a un accidente que termine con tu adorada olla lenta hecha añicos sobre la encimera.

Cuando hacemos consomé o caldo, la jeringa de salsear nos permite ir sacando todo el líquido sin mover la olla ni remover las carnes, verduras o pescados, consiguiendo unos caldos más cristalinos y con menos impurezas.

Si cocinamos una salsa, podemos comenzar a extraerla con un cazo, pero llegado ese momento en el que o vuelcas o desistes, la jeringa se pone interesante succionando y trasvasando con elegancia.

Este truco se aplica a todas esas recetas en las que hay una parte líquida que necesitamos separar o extraer. Para que la felicidad sea plena, es recomendable que a la hora de comprar una jeringa de salsear te asegures de que tenga un sistema de retención, es decir, que una vez tenga el líquido en su interior, éste no salga hasta que presiones la jeringa.

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Crock-Pot WeMo Smart Slow Cooker, la olla del futuro

Mientras miro por la ventana, el poder de mi mente corta zanahorias, saca la carne del frigo y mide el aceite de la receta. Sin acercarme a la cocina, ordeno unas carrilleras solo con guiñar un ojo: dos guiños: temperatura alta; un guiño: temperatura baja. Siento placer, es el progreso, el futuro. Veo pasar a un joven Michael J. Fox a bordo de un DeLorean DMC-12 y me despierto.

Vale, era un sueño y ya he vuelto en mí, directa a la cruda realidad. Mientras desayuno, leo en el iPad que una parte de ese futuro hedonista ya está aquí y se llama Crock-Pot WeMo Smart Slow Cooker, un slow cooker de Rival que integra el sistema WeMo de Belkin para ofrecer una olla de cocción lenta con control por WiFi.

La olla se podrá controlar desde un smartphone a través de una aplicación de IOS o Android, pudiendo programar, cambiar de temperatura, recibir alertas y recordatorios, calcular los tiempos de cocción o apagarla.

A los techies usuarios de esta olla de cocción lenta con conexión inalámbrica solo les queda buscar una receta, seleccionar los ingredientes y ponerlos en la olla, que digo yo que no les vamos a dar todo hecho, ¿no?

Más información | Belkin

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Low, alta, II. ¿Cómo se llaman las temperaturas de tu slow cooker?

Una se engorila con lo que tiene delante de los ojos y no ve más allá. Menos mal que vino @mcalpena y puso un poco de orden al preguntarme en Twitter –"¿Oye, la posición II, ¿es la fuerte o la suave? Es que mi olla llama a las posiciones "High" "Low" y "Auto" (1º high, luego low)".

Pues eso, que no me había dado cuenta de que en las recetas siempre hablo de posición I y II, las que señala mi Crock Pot, pero los diferentes modelos y marcas de slow cookers nombran a las temperaturas de distintas formas.

A saber: la máxima temperatura, la más cañera de todas, se llama "II", "alta" o "high". La más calmada, esa que llega al climax más despacio (pero llega), se llama "I", "baja" o "low". Luego tenemos al hermano pequeño, el que se afana en mantener las cositas calientes hasta la hora de comer, al que llamaremos "keep warm" si ha ido al colegio inglés, "mantener caliente" si ha ido a los escolapios, o directamente "auto" si es de pocas palabras.

Ahora lo tenemos más claro y asociado por colores en el esquema que abre el post (que puedes ampliar, haciendo click, descargar, imprimir o lo que se te ocurra). A saber: globitos rojos: máxima temperatura. Globitos naranjas: baja temperatura. Globitos verdes: mantener caliente hasta la comida.

¿Cómo se llaman las temperaturas de tu slow cooker? Que usted lo programe bien.

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Tiempos y temperaturas para cocinar en slow cooker

No hay nada exacto en cuanto a los tiempos de cocción y temperaturas en la Crock Pot. Existen distintas tablas y recomendaciones pero siempre son orientativas, fruto de la experiencia que cada uno tiene con su olla de cocción lenta.

En algunos foros se habla de una tabla de tiempos en la que simplemente hay que multiplicar por 2 el tiempo en posición I para calcular el tiempo de cocción en posición II (según esta tabla, 3 horas en alta serían 6 en baja). Pero si atendemos a lo que indican los fabricantes, esa recomendación no sería adecuada, ya que señalan que la Crock Pot no alcanza dos temperaturas diferentes, sino que tarda más tiempo en llegar a la máxima temperatura en posición I (baja).

Por otro lado, existen distintos fabricantes de slow cookers, de manera que añadimos aún más confusión al asunto, e incluso parece que los modelos más antiguos fabricados por Rival (Crock Pot), tienen un punto de temperatura diferente a los modelos más modernos.

Por tanto, debemos tomar todas las tablas que caigan en nuestras manos (las que ves más adelante también) como una orientación para empezar a trabajar con tu olla de cocción lenta. Conócela receta a receta, mírala a los ojos, o lo que es mejor: mide la temperatura con un termómetro de cocina según los tiempos y posiciones y ve anotando.

Cuando cocines por primera vez un alimento, ten cautela y no te lances al tiempo más largo por sistema. Comprueba el punto del guiso una hora antes de terminar el tiempo de cocción recomendado, y si crees que necesita más, adelante; si por el contrario las judías, la carne, etc., están tiernas, corta la cocción y apunta el tiempo que tu Crock Pot ha necesitado para llegar allí.

Dicen que cada maestrillo tiene su librillo, toma papel y lápiz y anímate a crear tu tabla de tiempos y temperaturas para cocinar en Crock Pot, personalizada y adaptada a tu máquina. ¡Buen provecho!

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