Que tiene umami dicen. Que el jamón nos gusta tanto porque tiene umami, comentan los sabios de la cosa. Será eso, pero el caso es que es oir «jamón» y se le alegra la cara a una. En lonchas, cortado a mano, ibérico, serrano o de Teruel. En magras, en croquetas o sorteando verduras. O en caldo, esa pócima mágica que extrae toda la esencia de una buena pata de jamón.
Hemos cocinado caldo de pollo, de pescado, hemos hecho consomé y nos faltaba el caldo de jamón en nuestra lista de básicos. ¿Para qué puedes utilizarlo? Para añadir más sabor a la masa de unas croquetas sustituyendo una parte de leche por caldo, como base para sopas, o para enriquecer estofados, añadiéndolo en lugar de agua.
Son solo tres ejemplos de todo un mundo de utilizaciones de los caldos o fondos en la cocina. Si son hechos en casa mejor que mejor. Puedes hacerlos cuando tengas un momento (ya sabes que luego la Crock se encarga de todo), congelarlos e ir sacándolos según los necesites, o establecer una rutina, sobre todo en otoño e invierno, para hacer caldo para toda la semana.
- 1 hueso de jamón entero (850g)
- 1 manita de cerdo
- 2 zanahorias
- 1 cebolla
- 1 puerro
- Agua
- Pela las zanahorias o lávalas y conserva la piel.
- Pela la cebolla, limpia el puerro y corta la parte del bulbo y las hojas que estén feas.
- Trocea las zanahorias por la mitad y parte el puerro en tres partes.
- Coloca el hueso de jamón cortado, la manita de cerdo partida por la mitad y las verduras en la olla. Cubre con el agua y cocina entre 8 y 12 horas en ALTA (depende de lo concentrado que quieras que sea el sabor).
- Extrae el caldo con una jeringa de salsear o un cazo y pásalo por un filtro, un colador de tela o un paño de hilo para eliminar impurezas y restos sólidos.
- Deja que se enfríe y guárdalo en el frigorífico durante varias horas hasta que la capa de grasa sobrante se edurezca en la superficie. Elimina la grasa y guarda el caldo en frío, congélalo o haz una sopa con él.
Utiliza el caldo de jamón para hacer sopas o congélalo porcionado para cuando lo necesites. Si lo guardas en bolsas de cierre hermético ganarás espacio en el congelador.
La manita de cerdo es opcional, aporta sabor y profundidad al caldo. Si no eres del club de amigos de las manitas de cerdo puedes prescindir de ella.