Si yo fuera La Oreja de Van Gogh –el grupo musical, no la oreja en sí– te diría entre acordes algo así como te voy a escribir la receta más corta del mundo; porque este caldo de cebolla es una de las recetas más sencillas, en cuanto a ingredientes y elaboración, de las que he publicado en Crockpotting. Puede que esté algo adornada en el texto con eso de «pela las cebollas» y demás indicaciones, pero la verdad es que aquí no hay más que dos kilos de cebollas, sal, agua y 24 horas de cocción. Punto.
Si te llama la atención la alta cocina y has ido durante este año al restaurante Montia, esta receta te recordará al que allí hacen. Si lo has probado, con sus esferificaciones de queso, su sardina ahumada y sus corujos, te recorrerá un hilo de emoción al recordarlo. De allí me vine con la idea de hacer un caldo de cebolla en crock pot cuando, al preguntar cómo hacían esa maravilla, me contestaron que simplemente se trataba de cebolla, agua y muchas horas de cocción.
A veces lo más simple es lo mejor, y en este caso, no hace falta más para obtener un extracto de cebolla puro. Salvando las distancias que hay entre la cocina de mi casa y la de estos magos estrellados y recolectores, me puse a ello y funcionó como lo hacen las buenas fórmulas.
Si el profundo color oscuro del caldo te hace dudar y te plantea preguntas, te diré que no, que no hay que caramelizar antes la cebolla; se parte desde crudo y la cocción hace la magia, extrayendo toda su sustancia y dando finalmente con un caldo cristalino y oscuro.
Piensa en una sopa de cebolla de sabores extremos y profundos; en un ramen de cebolla con panceta, setas, hierbas, huevo; en una sopa de albóndigas de carne y champiñones crudos laminados. Piensa, saborea y disfruta.
- 2 kg de cebollas
- Sal
- Agua
- Pela las cebollas y trocéalas en cuartos.
- Coloca las cebollas troceadas en el recipiente del slow cooker, añade una cucharadita de sal y cubre con aproximadamente 3 litros de agua.
- Cocina durante 24 horas en ALTA.
- Pasado el tiempo de cocción, extrae el caldo y cuélalo.
- Prueba y rectifica de sal si es necesario.
Utiliza este caldo como base para sopas en las que quieras un sabor diferente. Puedes imitar a la alta cocina colocando sardinas marinadas, panceta crujiente, ostras u otros productos con algunos vegetales delicados y en miniatura, y añadir el caldo alrededor en el ultimo momento.
Este caldo de cebolla es ideal para hacer ramen. Yo no digo nada y te lo digo todo.
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