Tarta de limón
En recipiente individual para comer a cucharadas, o en molde para compartir y cortar con cuchillo. Una tarta que quiere acercarse al clásico lemon pie, pero con más facilidades.
Puedes escuchar el texto completo en este enlace al podcast.
Llevaba tiempo queriendo hacer una tarta de limón y merengue. Lejos de ser mi postre preferido cuando era pequeña, empezó a ganar puntos hace unos años, cuando descubrí que el contraste entre ácido y dulce me podía volver del revés para bien.
Ahora es una agradable sorpresa que descubro en algunas cartas. Si el sitio es decente, la pido siempre, que es una referencia que no abunda. La combinación de crema de limón y merengue tostado es un diez siempre.
Esta tarta está basada en la tarte au citron o lemon pie clásica, con algunos cambios, buscando que sea fácil de preparar y personalizar. La puedes preparar con la base de galleta y mantequilla o prescindir de ella, encontrando solo crema de limón y merengue en tu cuchara.
Porque esta es una tartita de cuchara, pensada para hacer en pequeños moldes individuales, ramequines o cazuelitas. Si prefieres hacerla en un solo molde, como una tarta convencional, te recomiendo que la hagas con base de galleta y forres el molde con papel de horno mojado y escurrido para poder desmoldarla y sacar raciones.
El merengue francés
De los tres merengues posibles –francés, italiano y suizo– he escogido el más fácil de elaborar: el francés. Solo tiene dos ingredientes principales, azúcar, preferiblemente en polvo o glass, y clara de huevo. Le añado un poco de sal o unas gotas de zumo de limón para darle estabilidad. No quiero que te lies cociendo almíbar ni haciendo baños María.
Te recomiendo que lo hagas justo cuando vayas a montar y servir las tartitas, es un merengue poco estable y después de un tiempo en el frigorífico suelta líquido.
La base de galleta
En casa hemos tenido debate sobre si poner o no la base de galleta. Y no hemos llegado a una conclusión definitiva, por eso te dejo la elección a ti.
Esta base sustituye la masa quebrada original: es muy fácil mezclar mantequilla blanda y galleta en una picadora o robot, aglomerarla apretándola en las manos y cubrir el molde con ella apretando contra el fondo.
El problema que le vi es que tardé dos días desde que cociné las tartitas hasta que las cubrí con merengue, las fotografié y las comimos; en este tiempo, la base había absorbido parte de la humedad de la crema, quedando la crema de limón algo mermada y la base demasiado mojada.
Base sí, base no
Entonces planteé eliminar la base y cocinar solo la crema, añadiendo luego el merengue y ¡chimpún!, se acabó el problema. Quedaría una tarta de cuchara muy fina, facilísima de hacer y llena de sabor a limón.
En casa me dijeron que la base le iba bien. Que quizá si no pasara tanto tiempo de reposo, no absorbería tanta humedad. Y es muy posible que esto sea así.
Si le pones base de galleta, procura que sea una capa muy fina y que la tarta no repose más que el tiempo necesario para que se temple y se enfríe en el frigorífico antes de ponerle el merengue y quemarlo con el soplete.
Yo pienso repetirla sin base, me apetece disfrutar de esta crema limonera llena de sabor, inspirada en la receta de crème brûlée crockpotera.
Preparación: 15 minutos
Cocción: 1 hora
Función: ALTA
Raciones: 6
Batidora de varillas eléctrica o robot amasador
Robot o picadora
Soplete de cocina
Para la base (opcional)
150 g de galletas tipo Digestive, Chiquilín, María o Lotus
80 g de mantequilla blanda
Para la crema
250 ml de zumo de limón
300 ml de nata líquida para repostería
La ralladura de 2 limones
125 g de azúcar
8 yemas de huevo
Para el merengue
4 claras de huevo (puedes refrigerar las que sobren)
120 g de azúcar en polvo
Unas gotas de zumo de limón
La base (opcional)
Precalienta el slow cooker durante 1 hora en ALTA.
Rompe las galletas y ponlas en un robot de cocina o picadora con la mantequilla en varios trozos.
Tritura en varios golpes hasta que las galletas estén desmigadas y mezcladas con la mantequilla.
Prensa las galletas desmigadas con la mano hasta compactarlas, y coloca la masa en el fondo de los moldes individuales o el molde grande.
La crema
Separa las claras de las yemas y reserva las claras en el frigorífico.
Prepara todos los ingredientes ya pesados para tenerlos a mano.
Pon las yemas en un bol profundo y bátelas con batidora de varillas eléctrica. Ve añadiendo el azúcar poco a poco hasta integrarlo por completo.
Bate hasta que las yemas cambien de color y textura y se conviertan en una masa cremosa de color amarillento.
Vierte el zumo de limón y la ralladura poco a poco, batiendo con varilla manual hasta que se mezclen por completo.
Haz lo mismo con la nata.
Vierte la crema sobre los moldes.
Coloca los moldes en el slow cooker, pon un paño sobre el recipiente, coloca la tapa encima y tensa el paño.
Cocina durante 1 hora en ALTA o hasta que la crema empiece a cuajarse. Al enfriarse se verá más cuajada.
Saca los recipientes o el molde del slow cooker, deja que se temple y refrigera1 durante al menos dos horas antes de cubrir con el merengue.
El merengue
Bate las claras con un robot amasador o una batidora de varillas eléctrica hasta que empiecen a cambiar de color.
Añade unas gotas de zumo de limón o una pizca de sal.
Incorpora el azúcar poco a poco mientras sigues batiendo.
El merengue estará listo cuando esté blanco, brillante y denso, y haga picos al sacar las varillas o una cuchara.
La prueba definitiva: cuando des la vuelta al bol y el merengue no se vuelque ni se mueva, estará listo.
El montaje
Cubre la crema de limón con el merengue. Puedes hacerlo con ayuda de una manga pastelera, poniendo picos de merengue hasta cubrir por completo, o con ayuda de una espátula si no tienes manga o no te ves capaz de hacer decenas de picos.
Quema ligeramente el merengue con el soplete. Debe quedar con un color caramelo, pero no es necesario hacerlo en toda la superficie.
Si no tienes soplete, puedes quemar el merengue con el grill del horno. Caliéntalo a la temperatura máxima, coloca las tartitas con el merengue extendido en una bandeja del horno, métela y vigila para sacarla en cuento empiecen a dorarse.
La crema se puede hacer con antelación y conservarse durante un día en el frigorífico antes de poner el merengue y quemarlo con el soplete.