Quiche de coliflor, dátiles y nueces
Le damos un giro verdulero a la quiche de toda la vida con una curiosa mezcla de sabores: el sulfurado de la coliflor, el dulce del dátil y el silvestre de la nuez.
Puedes escuchar el texto completo en este enlace al podcast.
Me encantan las quiches. La primera vez que la probé fue de niña, tras uno de los viajes que mi madre hacía desde Donostia hasta Hendaya en el tren, con el carro de la compra a cuestas, para traer tesoros que entonces no se vendían en España.
Una quiche precocinada que me supo a gloria. ¿Cómo sería cocinada en casa, recién salida del horno? Con el tiempo pude comer muchas quiches recién horneadas en Francia y en España, y cocinarlas en casa también.
Y desde entonces quichenizo todo lo que cae en mis manos y puede funcionar bien sepultado entre masa brisa y huevos.
La masa brisa, según la prisa
La masa brisa no tiene mucho misterio y se puede hacer en casa. Estos son los ingredientes y el procedimiento de la masa de la quiche de verduras de temporada:
250 g de harina
125 g de mantequilla fría
20 ml de leche
1 huevo
Coloca la mantequilla en un bol junto con la harina y una pizca de sal. Amasa hasta conseguir una textura arenosa. Añade el huevo y la leche, y amasa hasta formar una bola de masa homogénea que no debe pegarse a las manos.
Deja reposar la masa en el bol cubierta con papel film.
Estira la masa sobre una capa de film de cocina con ayuda de un rodillo hasta que tenga una forma adecuada para cubrir el fondo del molde y los bordes.
En esta receta de El Comidista, tienen una versión parecida de la masa pero sin añadir leche.
Si amasar te da urticaria y quieres ir a lo fácil puedes usar masa brisa ya preparada. No es tan rica pero apaña unas prisas.
Crème fraîche o nata
Se pueden usar las dos, aunque he utilizado la crema fresca porque tiene un sabor ácido que le va ni que pintado a esta elaboración. Si no encuentras crème fraîche, utiliza nata para montar, que tiene una buena proporción de grasa.
El molde
Aunque existen moldes específicos para hacer quiche, he usado un molde metálico desmontable redondo para tartas y bizcochos.
Razones
Los moldes de quiche tienen bordes muy bajos. Como necesitamos un molde con un diámetro limitado para que quepa en el slow cooker, nos quedaríamos con muy poco espacio para desarrollar una quiche con un tamaño adecuado: quedaría bajita y pequeña, y la masa rebosaría.
Con un molde desmontable compensamos ese diámetro limitado con un borde alto –de unos 6 cm, aproximadamente– que nos permita hacer un pastel con una buena cantidad de relleno. Porque nos gusta hincar el diente bien.
Que el molde sea desmontable lo hace todo más fácil. Si forras la base con papel de horno, encajándolo en la ranura, dejando que el papel sobre por debajo y recortando ya con el molde cerrado, podrás desmoldar con cero esfuerzo.
Si tu molde no es desmontable no pasa nada. Lo importante es que tenga las paredes altas para que la masa no se desborde y puedas conseguir una quiche consistente.
Preparación: 10 minutos
Cocción: 3 horas
Función: ALTA
Raciones: 6
Un molde desmontable de 20 cm de diámetro
1 lámina de masa brisa o la masa de la introducción.
300 g de florones de coliflor
14 dátiles
40 g de nueces sin cáscara
200 ml de crème fraîche
6 huevos
Cebollino fresco
Pimienta negra
Sal
Precalienta el slow cooker durante 1 hora en ALTA.
Si usas masa comercial: desenrolla la masa brisa y deja que pierda frío (si la sacas del frigorífico) para que esté más manejable y no se rompa.
Cuando esté a temperatura ambiente, quita el papel y ponla sobre el molde. Manéjala con mimo para que no se rompa. Adáptala a las paredes1 y corta el exceso de masa en los bordes.
Haz una bola con la masa que ha sobrado de los bordes. Con esa bola, haz un rollo fino y aplástalo ligeramente para formar una tira.
Pon trozos de tira en el borde inferior de la masa para reforzar esa esquina y que no se rompa al desmoldar.
Abre los dátiles a lo largo, sin cortarlos en mitades, y elimina el hueso.
Bate a mano los huevos, añade la crème fraîche, sal y pimienta negra a tu gusto y bate hasta que se mezcle por completo.
Separa unos 300 g de florones de coliflor de tamaño medio.
Vierte la masa batida sobre el molde forrado con la masa brisa.
Reparte los florones de coliflor, los dátiles y las nueces sobre la masa.
Pon el molde en el slow cooker, coloca un paño sobre el recipiente, pon la tapa encima, tensa y recoge hacia arriba los picos del paño que sobresalgan.
Cocina entre 2 y 3 horas en ALTA. La quiche debe estar ligeramente dorada.
A mitad de cocción, recomiendo dar la vuelta al recipiente para que la quiche se cocine por igual. Toma el recipiente por las asas con las manos protegidas para no quemarte. Sácalo de la carcasa, gira hacia un lado para darle media vuelta y vuelve a meterlo en el recipiente.
Deja que se temple antes de servir para que se corte sin romperse.
Pica cebollino fresco, espolvoréalo sobre la quiche y sirve.
Esta quiche está hecha en un molde desmontable de 20 cm de diámetro y 6 cm de alto.
Si la masa no se adhiere a los bordes y se cae, pincela las paredes con mantequilla derretida o a temperatura ambiente o espolvorea con espray antiadherente.