Piperrada
Un guiso de pimientos y cebolla vasconavarro que será una guarnición perfecta para huevos, carnes y pescados. Y tan fácil que casi se hace solo.
Puedes escuchar el texto completo en este enlace al podcast.
Hace unas semanas, Anna Mayer aka Panepanna, me citó en un post de Instagram a propósito de la peperonata, un plato italiano a base de pimientos y cebolla con un toque agridulce de azúcar y vinagre. Suponía, muy bien supuesto, que la peperonata se podría hacer en slow cooker, y no tardé en darle la razón y escribir una nota mental para cocinarla en olla lenta.
Pero algo me hizo cambiar un poco de idea y hacer una piperrada, un plato vasconavarro similar, aunque este lleva tomate y pasa del toque agridulce. Con las instrucciones de esta receta y sus tiempos, puedes hacer la peperonata de Anna, es cuestión de jugar con los ingredientes.
Una receta sencilla
No busques complicaciones en esta receta, no las hay. Los ingredientes son básicos, el procedimiento facilísimo. El corte puede hacerse de distintas maneras. Yo lo hago en tiras porque es la piperrada que recuerdo, pero puedes hacer trozos más largos o más gruesos y saldrá igual de rica.
Con tomate concentrado
Como en muchas recetas crockpoteras que llevan tomate y otras hortalizas que sueltan mucho jugo, utilizo tomate concentrado para evitar que el resultado sea demasiado aguado, ya que durante la cocción no se va a evaporar el jugo sobrante.
El tomate concentrado es un procesado bueno, en el que el producto es reconocible. Hay marcas que no utilizan conservantes ni azúcares, tan solo tomate con sal sometido a un proceso de concentrado por evaporación.
Guarnición y base
Tengo recuerdo de haber comido piperrada en casa durante una etapa de mi infancia, con huevos y quizá como base o guarnición para platos de carne o pescado. Imagina un chicharro1 jugoso servido con este lío de pimientos, cebolla y tomate como cama. O una lubina, una merluza, un rape. Piensa en un entrecot con patatas panadera y piperrada.
Carne y pescado
Tenla en cuenta cuando vayas a servir pescados a la plancha o al horno, también para las carnes. Puedes mezclarla con un pollo asado desmigado que haya sobrado y tendrás un plato de aprovechamiento de lo más digno. Con un lomo de bacalao desalado cocinado sobre esta base y ligado al final, se puede conseguir una salsa de diez.
En temporada de bonito del norte, utilízalo para cocinarlo con esta salsa de pimientos y tomate. Si lo haces a la plancha, sirve los tacos sobre la piperrada. Si prefieres hacerlo a la cazuela, pon los trozos de bonito encima cuando esté muy caliente y coloca la tapa mientras se cocina.
Huevos
Son la pareja perfecta de esta receta y se pueden hacer de distintas maneras. Revueltos, fritos o escalfados, servidos sobre la guarnición caliente. O directamente cocinados en una cazuela de piperrada bien caliente.
Para hacerlos así en el slow cooker, mantén caliente y en ALTA la piperrada ya cocinada, casca los huevos y ponlos sobre el guiso muy caliente. Sigue cocinando en ALTA durante 20 minutos o hasta que los huevos queden cuajados a tu gusto. Una pizca de sal sobre cada yema, y a comer.
Preparación: 10 minutos
Cocción: 4 horas
Función: ALTA
Raciones: 4
800 g de pimientos italianos verdes y rojos sin pedúnculo ni semillas2
500 g de cebolla
170 g de tomate concentrado
2 dientes de ajo
100 ml de aceite de oliva virgen extra
Pimienta negra
Sal
Lava los pimientos y sécalos.
Elimina el pedúnculo, ábrelos por la mitad a lo largo y quita las semillas.
Corta los pimientos en tiras de 1 cm aproximadamente.
Pela la cebolla y corta los extremos.
Córtala en cuartos y trocea los cuartos en tiras de 1 cm aproximadamente.
Golpea los ajos y quítales la piel. Córtalos en trozos gruesos.
Pon las hortalizas troceadas y el tomate concentrado en el slow cooker y mezcla bien. Añade sal a tu gusto y el aceite de oliva.
Cocina durante 4 horas en ALTA o hasta que el pimiento esté cocinado y tierno.
Prueba y rectifica el punto de sal y pimienta.
Recomiendo utilizar pimientos italianos, los que son alargados. Su pulpa es más fina que la de los pimientos morrones, grandes y gruesos. Pero compra según la disponibilidad que haya en tu mercado o verdulería.
Jurel.
Pésalos cuando hayas quitado el pedúnculo y las semillas. De lo contrario, tendrás una buena merma en el peso.