Ensalada de patatas nuevas, pepino y bacalao
Una ensalada que combina patatas nuevas cocidas, con bacalao desalado crudo. Bañada con una salsa inspirada en el tzatziki.
Puedes escuchar el texto completo en este enlace al podcast.
Sobre las ensaladas de patata solo puedo decir una cosa: siempre apetecen. Dame ensalada de patata en un día de calor o en uno de esos que llegas al mediodía con mucha hambre, y me harás una tía feliz, muy feliz.
Las patatas son glotonas y tienen una neutralidad que hace que casen con muchos ingredientes. En esta receta las mezclamos con pepino, yogur, menta y un puntito de mostaza, dejando el asunto de la proteína a cargo de unas migas de bacalao desalado crudo.
La cosa no tiene mucha complicación. Cocinamos las patatas en slow cooker mientras estamos a otros menesteres. Las templamos, enfriamos y reservamos, y preparamos los aliños justo antes de servir.
El bacalao
¿Alguna vez has robado bacalao del bol cuando se está desalando? Era algo que hacía de niña y me consta que no era la única. En esta receta el bacalao no está cocinado: se aliña con aceite de oliva cuando ya tiene el punto de sal adecuado, y se añade sobre las patatas.
Con el bacalao hay que tener algo de previsión si lo compramos salado. Con 24 horas de desalado en agua, haciendo cambios de agua cada 8 horas, seguramente lo tendrás listo si usas migas.
Si usas lomos, el tiempo de desalado será mucho mayor, pero no creo que merezca la pena usar una pieza tan costosa en una ensalada. También se puede usar bacalao del que se vende ya desalado, aunque este proceso encarece el plato.
Las patatas
Las que mejor resultado me dan para las ensaladas son las patatas nuevas. Limpias y enteras, sin pelar. Cocinadas en el slow cooker en una lámina de papel de horno para evitar que se quemen y se peguen al recipiente. No hay más secreto ni complicación.
Para comprobar que están cocinadas por dentro, pinchamos con una brocheta hasta que traspase el corazón. Si entra sin problemas y no se queda atascada, la patata está lista.
Preparación: 20 minutos
Desalado: 24 horas
Enfriado: 4-8 horas
Cocción: 4 horas
Función: ALTA
Raciones: 4
750 g de patatas nuevas
250 g de bacalao desmigado desalado
1 cebolla fresca
1 pepino
1 limón
2 cogollos de lechuga
Cebollino fresco
Menta fresca
2 cucharaditas de mostaza de Dijon
2 yogures griegos
Aceite de oliva virgen extra
Pimienta negra
Sal
Desala el bacalao durante 24 horas poniéndolo en remojo en un bol con abundante agua. Cambia el agua cada 8 horas. Escurre y reserva en el frigorífico en un colador para que pierda humedad.
Lava las patatas, sécalas y ponlas sobre una lámina de papel de horno. Haz dobleces en los lados para cerrarla un poco y pon el paquete en el slow cooker.
Cocina durante 4 horas en ALTA o hasta que las patatas estén tiernas. Estarán listas cuando al traspasarlas con una brocheta, esta entre fácilmente y no ofrezca resistencia.
Deja enfriar por completo. Las patatas se pueden preparar unas horas antes y conservar en frío hasta consumirlas1.
Elimina la piel del pepino y córtalo en dados pequeños.
Pica la cebolla en dados pequeños y el tallo verde en rodajas finas.
Corta el bacalao en láminas finas.
Quita la piel de las patatas cocidas y córtalas en rodajas de 1 cm.
Mezcla en un bol el yogur, dos cucharadas de menta picada, 1 cucharada de cebollino picado, el zumo de medio limón, la mostaza, pimienta negra y sal.
Incorpora el pepino y la cebolla picados y mezcla.
En otro bol, pon el bacalao y mézclalo con 2 cucharadas de aceite de oliva hasta que quede bien impregnado. Prueba el punto de sal y ajústalo si es necesario.
Corta la base de los cogollos y saca las hojas. Repártelas en cada plato.
Mezcla las patatas con la salsa de yogur y pepino. Ponlas sobre las hojas de lechuga.
Reparte el bacalao en cada plato poniéndolo sobre las patatas aliñadas.
Utiliza un yogur con buena proporción de grasa: puede ser un yogur griego, no azucarado, o un yogur natural de leche entera.
No recomiendo dejarlas mucho tiempo, cuanto más reposen en el frigo, menos tiernas estarán. Se pueden hacer de víspera.