Burritos vegetales
Para hacer unos burritos sabrosos y ricos no hace falta utilizar carne. Con alubias rojas, queso blanco y vegetales, tendrás un plato muy entretenido para compartir con amigos.
Puedes escuchar el texto completo en este enlace al podcast.
Estos burritos vegetales entran en la categoría de comidas que son para comer con las manos, en buena compañía y con tiempo por delante para charlar y alargar la sobremesa.
Pueden formar parte de un menú mexicano en el que el primer plato sea la sopa mexicana de pollo y tortillas con un pan de maíz de acompañamiento y un arroz con leche1 de postre.
Para hacer unos buenos burritos no necesitamos utilizar carne. Los frijoles, alubias negras o rojas en este caso, son la base de la mezcla, que se remata con maíz, pimiento y otras hortalizas.
La sazón es muy importante: tiene que incluir zumo de lima, sal y, si te gusta el picante, un elemento picoso. En este caso, utilizamos jalapeños en conserva y también chipotles en adobo, que son una delicia y pican con ganas, pero es un picor que desaparece pronto. Ambos se sirven en la mesa para que cada uno pueda añadir más picante si fuera necesario.
Un caldo para aprovechar
El caldo en el que se cocinan las alubias no se tira. Está pensado para poder añadirlo a una sopa; una minestrone, por ejemplo, o cualquier sopa con base de verduras o legumbres.
También se puede montar una sopa exprés si sobra relleno de burrito. Se calienta el caldo, se añade algo más de agua si hay que estirarla un poco, se incorporan varias cucharadas de relleno, tomate crudo en dados, tortillas cortadas en tiras o nachos troceados y cilantro fresco picado. Un hervor leve para que esté caliente, un ajuste con picante, una prueba de sazón, y a comer.
El queso
Conseguir el queso que se usa en México para mezclar con el relleno de burritos es muy difícil, pero se pueden encontrar algunos que se le parecen. Busca un queso blanco parecido al feta (podrías usar feta perfectamente), ligeramente salado, que se desmigue fácilmente y que no esté en absoluto curado.
Cuando cocinemos platos de cocina internacional intentaremos usar lo que más se parezca al ingrediente original, pero nos tenemos que apañar con lo que tenemos a mano. Yo utilicé un queso Apetina (Arla) en bloque de 150 g.
Preparación: 20 minutos
Cocción: 4 horas
Función: ALTA
Raciones: 6
250 g de alubias rojas secas
80 g de tomate concentrado
1 cebolla fresca (125 g)
125 g de pimiento rojo
2 tomates bola maduros
80 g de maíz en conserva escurrido
2 limas
150 g de queso blanco
Brotes de espinacas
Cilantro fresco
Jalapeños encurtidos en conserva
Chipotles adobados en conserva
6 tortillas de trigo o wraps tiernos grandes
Sal
Pon las alubias a remojo en un bol grande con agua durante 10 horas.
Escurre y enjuaga las alubias y ponlas en el slow cooker. Añade el tomate concentrado, un arranque de sal2 y 800 ml de agua.
Cocina durante 4 horas en ALTA o hasta que las alubias estén cocinadas, tiernas pero firmes.
Escurre las alubias, guarda el caldo como base para hacer una sopa de aprovechamiento.
Pica en dados pequeños la cebolla, el pimiento rojo y los tomates. Mézclalos y reserva 100 g de la mezcla para hacer la salsa pico de gallo.
Añade a la picada principal el maíz y unos pocos cortes de jalapeño picados. Ajusta este punto de picante a tu gusto.
Mezcla las alubias con la picada de hortalizas, hojas de cilantro fresco y el queso desmenuzado con las manos.
Aliña con zumo de lima y sal a tu gusto. Si quieres que los burritos sean muy picantes, añade salsa del chipotle adobado. Mezcla y añade un puñado de brotes de espinacas.
Forma los burritos poniendo varias cucharadas de relleno en el centro de cada tortilla. Enróllalos según estas instrucciones. Al final, envuélvelos con papel de aluminio o de horno y sírvelos cortados por la mitad.
Sirve con chipotles, jalapeños y salsa pico de gallo.
La salsa pico de gallo
Mezcla la picada reservada para la salsa con un corte de jalapeño picado, varias hojas de cilantro picadas, el zumo de 1 lima y sal.
Al envolver los burritos facilitamos su corte sin que el relleno se caiga ni se desmoronen. Pero tú eliges: es un paso opcional.
El arroz con leche es un postre muy popular en México.
Un arranque de sal es una pequeña cantidad de sal suficiente para que el núcleo de la legumbre tenga sazón y no quede sosa. Siempre se prueba y rectifica si es necesario al final de la cocción.