Salsa brava
¿Quién no se ha pedido alguna vez una ración de patatas bravas para el aperitivo? La salsa brava está unida hasta el fin de los días a esta tapa que podemos encontrar en las cartas muchos bares. Si alguna vez te han entrado unas irrefrenables ganas de marcarte unas bravas en la intimidad de tu hogar, sin tener que hacer cola en la barra ni rascarte los bolsillos para dejar propina, con esta receta de salsa brava podrás hacer realidad tu sueño más gocho.
Hay muchas versiones –no todas buenas– de la salsa brava. En ocasiones, solo se trata de salsa de tomate frito a la que han añadido un chorro de cualquier picante. Elaborar la salsa brava con cariñito, cebolla, pimentón y dedicación tiene su recompensa. Esta receta es sencilla, sin grandes complicaciones, pero sus resultados frente al plato de patatas mientras blandes un palillo, se dejan sentir.
Mi propuesta combina pimentón dulce y picante para una salsa que no te haga sudar demasiado, pero te aconsejo que añadas poco a poco el pimentón y pruebes para adaptarla a tus gustos: si eres hijo de Daenerys de la Tormenta, pon más del picante; si tu paladar es más delicado que una toalla lavada con Mimosín, redúcelo.
Preparación: 30 minutos
Cocción: 4 horas 30 minutos
Función: ALTA
Raciones: 300 ml aprox
Pasapurés
450 ml de pulpa de tomate o tomate triturado
1 cebolla pequeña
2 dientes de ajo
Aceite de oliva virgen extra
2 cucharaditas de postre de pimentón dulce
1 cucharadita de postre de pimentón picante
Sal
Pica la cebolla muy fina, y pica o tritura el ajo con una prensa para ajos.
Pon una cucharada de aceite en el slow cooker, añade la cebolla y el ajo. Mezcla y cocina durante 1 hora y 30 minutos en temperatura alta.
Añade los pimentones y mezcla con la cebolla. Incorpora la pulpa de tomate y una cucharadita de vinagre de Jerez, y mezcla de nuevo.
Cocina durante 3 horas en ALTA.
Cuando la salsa esté cocinada, pásala por un pasapurés y desecha la pulpa.
Prueba y rectifica el punto de sal y pimentón si es necesario.
Utilizando el pasapurés se obtiene una salsa más delicada y libre de fibras. Además, al tener aceite, si usamos la batidora la salsa puede quedar de color naranja y no roja.
Ajusta la proporción entre pimentón dulce y picante a tu gusto. Ten en cuenta que si te pasas con el picante no podrás arreglarlo fácilmente. Ten cautela y deja un margen para poder probar y rectificar el punto de picor la final de la elaboración.
La salsa brava combina estupendamente con unas patatas fritas cortadas en trozos toscos. Es un aperitivo clásico que puedes acompañar también con una salsa de ajo y mayonesa.