Una de las primeras normas que aprendemos al cocinar con Crock Pot o slow cooker, es a no pasarnos con los líquidos. La olla de cocción lenta apenas evapora los líquidos y estos se quedan atrapados en los guisos, sumándose a los jugos naturales que aportan las verduras, carnes, pescados o frutas. Si se nos va un poco la cabeza con este tema, podemos convertir nuestro guiso en el balneario de La Toja, todo chorros, burbujas y corrientes de agua.
Conscientes del asunto y con los hábitos bien educados, todo vuelve a su ser y parimos guisos espesitos con su chup chup y sus cosas, carnes en salsa y mermeladas untables, pero hay un capítulo en el que la humedad tiene que estar bien controlada, y ese es el de preparaciones en seco como los bizcochos o los panes. Porque, se pueden hacer bizcocho en la Crock Pot, amigos, y salen con un punto de humedad que les favorece mucho, pero conviene controlarlo y que no quede aquello como una pila bautismal.
El truco es muy sencillo y está al alcance de todos. Solo hay que tener un paño –recomendable que sea de microfibra o rizo– especialmente dedicado a este menester y colocarlo sobre la olla antes de poner la tapa. De este modo, mientras en el interior de la olla se empieza a cocinar nuestra masa, el exceso de humedad sube, atraviesa la tela y queda concentrado en la superficie junto a la tapa para no volver a bajar, evitando que caigan gotas de agua de condensación y arruinen nuestra preparación.
Una vez colocado el paño sobre la olla, se pone la tapa encima y se tensa, estirando con suavidad de las puntas. Durante la cocción, veremos como se condensa el vapor –si la tapa es de vidrio transparente–, mientras que el interior permanece seco. Hay que tener cuidado al abrir la tapa para comprobar la cocción, pues el vapor podría provocarte quemaduras en las manos o las muñecas. ¿Que cómo lo sé? Adivina. Tan solo ten la precaución de no exponer la piel tomando la tapa desde arriba y retirando el paño con cuidado.
Aplica este truco siempre que cocines tartas, panes, focaccias, bizcochos u otras recetas en las que te interese mantener la humedad a raya.
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