Turrón de kikos y escamas de sal
Este año, la bandeja turronera de la cena de Navidad chez Crockpotting va a estar divertida. Sé que mis invitados, esperan un poco lo de siempre, la turronada clásica y la posterior conversación recurrente sobre qué turrones no debo poner el año siguiente.
Puede que aún recuerden el turrón de trufa a la naranja que tanto éxito tuvo el año pasado, pero lo que no se imaginan, es que se las van a tener que ver con un turrón de kikos y escamas de sal. Ya los estoy viendo. Con los mofletes bien animados por el vino y el cordero, encontrando algo salado al morder un trozo de turrón tras los postres. Estoy segura de que les va a gustar y no van a dejar ni una miga, porque este turrón dulce, un poco amargo y salado es altamente adictivo, además de facilísimo de hacer.
El año pasado di mil vueltas para encontrar moldes adecuados para hacer turrones. Encontré unos de plástico rígido en un almacén de utensilios de cocina profesionales, pero el calor los dejó con muy mal cuerpo.
Este año he encontrado la solución en casa, utilizando bricks de leche cortados por la mitad, bien limpios y secos, que funcionan de maravilla. Dan una buena forma y evitan que los turrones se queden pegados al molde. Si haces turrón, te recomiendo que los uses, te ahorras unas pelas y das un nuevo uso a algo que va a ir a la basura.
Preparación: 10 minutos
Cocción: 30 minutos
Función: ALTA
Raciones: 1 tableta
Molde para turrón
250 g de chocolate negro de cobertura en barra o en gotas
25 g de manteca de cerdo
5 g de azúcar glass ((1 cucharadita))
60 g de kikos
Escamas de sal (Maldon)
Si el chocolate viene en barra, trocéalo. Pon el chocolate en el recipiente del slow cooker, tápala, enciéndela en ALTA y deja que se caliente durante unos 20 minutos.
El chocolate se irá derritiendo poco a poco. Cuando empiece a derretirse, muévelo de vez en cuando para que lo haga de manera uniforme.
Incorpora la manteca de cerdo y el azúcar, y remueve hasta que se mezcle.
Añade 50 g de kikos (reserva una pequeña parte para más tarde) y mezcla.
Prepara un molde, engrásalo ligeramente con aceite de oliva y retira el exceso con papel de cocina.
Vierte la mezcla sobre el molde y nivela con una cuchara o una espátula.
Coloca los kikos reservados por encima de manera uniforme. Tienen que sobresalir y quedar a la vista.
Remata colocando algunas escamas de sal sobre el chocolate.
Deja que solidifique a temperatura ambiente. Tardará varias horas, evita meterlo en el frigorífico para que conserve buen aspecto.
Cuando el turrón esté muy duro, desmolda separando la paredes del molde y presionando con suavidad la superficie del molde hacia afuera.
Esta receta acepta sal en escamas, sal Maldon o flor de sal, pero no intentes hacerla con sal fina porque te saldrá un engendro prácticamente incomestible. Se trata de dar un contrapunto salado al sabor amargo y dulce del chocolate, y eso solo se consigue con trozos grandes de sal.
Vale, si no tienes nada de eso a mano, puedes utilizar sal gorda. Si es muy muy gorda, dale un golpe de mortero para que se rompa en trozos, pero nada de ponerte a moler como Julio Iglesias.
No utilices esos kikos que llevan meses en lo alto del mueble bar y están más duros que el diamante. Lo bueno de este turrón es que el maíz esté crujiente y sea fácil de morder.
Para hacer esta receta de turrón es recomendable usar un slow cooker pequeño, preferiblemente de 1,5l.