Tiras de naranja confitada
Me gusta la fruta confitada. Escarchada. Como quieran llamarla. No me escondo. Nunca fui consciente de que es algo que le gusta a poca gente hasta que en redes sociales se nos empezó a señalar. Bueno, las guindas… Con las guindas no me casaría: son demasiado dulzonas y tienen esa textura extraña como de envoltura plástica. Pero con el resto he vivido mis pequeñas historias de amor.
Con la que he llegado a enamoramiento profundo es con la naranja. No tiene rival para mí. Por algo los roscones de Reyes modernos cada vez usan más naranja confitada, cero guindas y muy poco de lo demás. A la naranja confitada hay que tratarla de Su Excelencia, se lo gana a cada mordisco.


Esta temporada me estoy dedicando a hacer tiras de naranja confitada para comer y usar durante todo el año. Alguien va a tener que pararme en algún momento. Comidas tal cual, como un bocado dulce ocasional, están buenísimas. La piel guarda sabores muy profundos que van saliendo en el paladar, concentrados y potenciados con el azúcar.
La presentación en rulos
Cuando hacemos naranja confitada, en tiras o en rodajas, el asunto del almacenamiento puede dar problemas. Al confitar, las porciones de naranja quedan pegajosas. Si las ponemos en un tarro, quedarán pegadas unas a otras.
Si hacemos tiras de naranja confitada podemos secarlas sobre papel de horno, en varias filas bien ordenadas, para poder cortar cada banda de papel y formar rulos con ellas. La ventaja es que no se pegan unas a otras, quedan cubiertas y protegidas por el papel, se pueden ir sacando poco a poco para utilizarlas y se pueden guardar varios rulos en un tarro amplio.
El blanqueado es imprescindible
No es negociable. La parte blanca de la piel de naranja –el albedo– es muy amarga y no queremos ese matiz en nuestro paladar. Es realmente desagradable. El blanqueado elimina amargor y se hace en tres pasos iguales: hervir las pieles durante dos minutos en agua con un poco de sal, escurrir, enfriar con agua corriente y volver a empezar. Tienes todos los pasos en la elaboración. No te los saltes.
Usos de las tiras de naranja confitada
Cortadas en trozos como acompañamiento de helados. Combinan bien con los de chocolate, almendra, higo, queso fresco o nata, pistacho, mango y vainilla.
En roscones de Reyes o bollería. Si horneas en casa, ten a mano esta receta para dar un toque a tus elaboraciones. Puedes guardarla en el icono de marcador que hay debajo del título de la receta. Dice mi madre que, quien guarda, halla.
Bañadas con chocolate atemperado se convierten en orangettes.
Como guarnición de natillas o arroz con leche. Córtalas en tiritas muy finas y espolvoréalas encima.
Como decoración de bizcochos o piezas horneadas. Cortadas en pequeños trozos dentro de una masa de brownie son una locura. Sobre un bizcocho de naranja, la cuadratura del círculo.
Acompañando tablas de quesos. Sí, pruébalo.
Preparación: 40 minutos
Cocción: 6 horas
Secado en horno: 90-180 minutos
Función: ALTA
Raciones: 8 rollos
Un colador grande
Horno
450 g de piel de naranja cortada en tiras
300 g de azúcar
700 ml de agua
Agua para hervir
Sal
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Haz las tiras de naranja según las instrucciones de este vídeo. Si me lees desde la app, puedes ver el vídeo desde este enlace.
Cuando tengas todas las tiras listas, pon un cazo de agua a hervir con una cucharadita de postre de sal. Cuando hierva, añade las tiras de naranja y espera a que vuelva a hervir de nuevo. Cuenta el tiempo desde ese momento y deja que se cuezan durante 2 minutos a fuego fuerte. Escurre, refresca con agua y vuelve a repetir la operación dos veces más.
Pon las tiras de naranja en el slow cooker con el azúcar y el agua. Cocina durante 6 horas o hasta que las tiras estén tiernas y el agua se haya convertido en un almíbar muy ligero. Deja enfriar a temperatura ambiente.
Prepara una bandeja de horno con una hoja de papel de hornear y coloca las tiras encima según las instrucciones de este vídeo. Si me lees desde la app, puedes ver el vídeo desde este enlace.
Introduce la bandeja en el horno y seca las tiras de naranja entre 90 minutos y 3 horas a 100º. El punto deseado es este: las tiras deben estar tiernas, agradables al mordisco y quedarse pegadas al papel.
Continua el proceso siguiendo las instrucciones de este vídeo para formar los rulos.
Si no tienes horno, puedes secar las tiras en una deshidratadora o en una freidora de aire. Al tener ambas una superficie más pequeña y de forma circular, no será posible secarlas sobre papel, pero puedes colocarlas sobre papel de horno al final y formar los rulos. Es importante que no estén secas en exceso y queden un poco pegajosas para que se adhieran al papel.
Yo suelo desechar el almíbar sobrante para que las tiras de naranja no tengan un exceso de azúcar, pero puedes guardarlo para usarlo en otras elaboraciones.