Tarta de queso japonesa
Puede que la tarta de queso japonesa sea uno de los postres más publicados en la red en los últimos tiempos. Aunque hay quien duda de que en realidad tenga algo de japonés, es un postre común en Japón, donde se conoce con un nombre tan chulo como este: sufure chizu keki (souflé japonés).
No se debe confundir con la kasutera, un bizcocho japonés de herencia portuguesa parecido, pero que no lleva queso entre sus ingredientes. Si seguimos con la ruleta de nombres, este pastel de queso japonés también tiene nombre de teleserie estadounidense: soft cotton cake (pastel de algodón suave).
Es una tarta diferente, entre un bizcocho y una quesada, con una textura esponjosa, un sabor ligero a queso y un sutil toque de limón. No se parece demasiado al cheesecake tradicional, que tiene una textura más compacta y pastosa. En casa fue desapareciendo sin pausa en cuanto se enfrió, y me encanta cómo funciona en combinación con la compota de fresas y ruibarbo.
Hacer la tarta de queso japonesa en Crock Pot o slow cooker es muy fácil. Como en todos los demás bizcochos o preparaciones reposteras, es importante precalentar la olla de cocción lenta para que reciba la masa con una temperatura ya desarrollada. Es una buen opción para utilizar tus slow cookers y olvidarte del horno siempre que quieras evitar calorinas intensas en la cocina o ahorrar un poco en la factura de la luz.
Preparación: 30 minutos
Cocción: 1 hora 30 minutos
Función: ALTA
Raciones: 6
6 huevos
250 g de queso crema
50 g de mantequilla a temperatura ambiente
100 g de leche
60 g de harina de trigo
60 g de Maicena o harina fina de maíz
130 g de azúcar
30 ml de zumo de limón
1 g de cremor tártaro
1 pizca de sal
Precalienta el slow cooker en ALTA mientras preparas los ingredientes.
Separa las claras de las yemas y reserva ambas.
Pon las claras en un bol con el crémor tártaro. Monta las claras a punto de nieve con una batidora eléctrica de varillas. Ve añadiendo el azúcar poco a poco a medida que las claras se van montando.
En otro bol, mezcla el queso crema, la mantequilla a temperatura ambiente, la sal y la leche, y bate.
Incorpora las yemas y el zumo de limón a la mezcla y sigue batiendo.
Agrega las harinas tamizadas y mezcla a mano con suavidad.
Vierte las claras a punto de nieve sobre la masa incorporándolas a mano con movimientos suaves –con la ayuda de una espátula– hasta que queden perfectamente mezcladas.
Engrasa un molde, coloca una banda de papel de horno rodeando la pared del molde, vierte la masa en él y colócalo en el slow cooker. Pon un paño de rizo sobre la olla y coloca la tapa encima.
Cocina durante 1 hora y 30 minutos en ALTA.
Las medidas de los ingredientes de esta tarta de queso japonesa están pensados para hacerla en un molde de 21 cm dentro de un slow cooker de 8 litros. Si tu crock pot no es tan grande y necesitas utilizar un molde más pequeño, simplemente divide las medidas proporcionadamente o haz la masa y cocina dos tartas en tandas.
La tarta sube mucho mientras se cocina, por eso ponemos una banda de papel en las paredes del molde. Así ampliamos la altura del molde y evitamos que se desborde si sube demasiado (que subirá, ya lo verás). De la misma manera que sube, la tarta tiende a bajar un poco una vez que se enfría, es algo normal.
El cremor tártaro es bitartrato pótasico, una sal ácida que ayuda a estabilizar las claras de huevo montadas a punto de nieve manteniendo su firmeza. Si no lo encuentras fácilmente, puedes utilizar preparados para hacer gaseosas, gaseosillas o gasificante Litines, El Tigre o Armisen, utilizando solo el sobre de acidulante. El cremor tártaro es muy ácido, de manera que hay que controlar bien la cantidad que se añade a la receta porque podría influir en el sabor. Cíñete a la cantidad indicada en la receta.