Sopa de pollo, berzas y bulgur
Una sopa contundente y nutritiva con pollo, verduras, hierbas aromáticas y cereales, perfecta para despedir la temporada invernal de sopas por todo lo alto.
Puedes escuchar el texto completo en este enlace al podcast.
Dentro de poco nos despediremos de la temporada de sopas calientes. ¿Quiere eso decir que no vamos a tomar sopa en primavera y verano? Desde luego que no, seguiremos sopeando, pero ya no desearemos con tanto empeño que, al volver a casa, haya una sopa caliente en nuestro slow cooker que nos reconforte por dentro y nos saque el frío del cuerpo.
Esta sopa de pollo, berzas y bulgur cierra la temporada de sopas en La cocina privada y se suma a una bonita lista de sopas, asadas o no, de esas en las que la cuchara lleva más copete que líquido.
El pollo es un ingrediente que triunfa en las sopas. Su sabor reconforta y su carne desmigada es una bendición en nuestras cucharas. Por algo a cuando alguien enferma, se le lleva una sopa de pollo. No necesitamos encontrarnos mal para comer esta sopa.
El bulgur y sus sustitutos
El bulgur es trigo cocido, secado y machacado en un proceso de elaboración laborioso. Llega al mercado listo para cocerlo unos minutos y degustarlo. Es uno de esos ingredientes a base de cereales –como el cuscús, la polenta, el mijo, la cebada o el trigo sarraceno– que enriquecen la despensa y los platillos, pudiendo variar los menús sin aburrirnos del arroz.
Así que ya sabes, si no tienes bulgur o no te apetece utilizarlo, puedes sustituirlo en esta sopa por cuscús, cebada o trigo sarraceno. El arroz integral también le iría bien, aunque, si lo pones, ten en cuenta que necesita remojo y una cocción larga.
Las berzas
Las berzas, que tienen las hojas sueltas, verdes y rizadas, con un tallo carnoso, no se encuentran en algunas zonas. Yo no las conocí hasta que quise hacer un pote asturiano; ahora las tengo muy a mano directas de la huerta de mis vecinos.
Se pueden sustituir por repollo liso o rizado —aunque el rizado tiene un huequito más grande en mi corazón—, acelgas, berros o espinacas.
El limón fermentado y el aceite de chile
No son ingredientes imprescindibles, porque entiendo que no están en todas las despensas, pero si los tienes, esta sopa te loas agradecerá mucho. Yo estoy muy enganchada al Lao Gan Ma, una marca china que tiene varios formatos de aceite de chile: con copos de chile crujientes, soja, cacahuetes, colinabo, tofu o sabores a pollo y ternera.
El limón fermentado en sal es un ingrediente único. Se puede hacer en casa, aunque hay que dejar que fermente durante un mes para que esté en su punto. Si te animas a probar, esta es la receta que hago yo. Rodrigo tiene una manera de explicar las recetas que me encanta. Si ya fermentas y los tienes listos, corta unos dados y ponlos en tu sopa.
Preparación: 15 minutos
Cocción: 3 horas
Función: ALTA
Raciones: 4
1 cuarto trasero de pollo
1 zanahoria (150 g)
1 patata grande (400 g)
100 g de berzas
2 dientes de ajo
100 g de bulgur
Menta fresca
Perejil fresco
Limón fermentado en sal (opcional)
Aceite de chile o Lao Gan Ma (opcional)
Pimienta blanca
Sal
Elimina las plumas que pueda tener el pollo con un soplete de cocina o unas pinzas.
Pela la zanahoria y la patata, lávalas y sécalas.
Corta la zanahoria en dados pequeños.
Corta la patata en láminas finas. Haz un corte a lo largo por la mitad, corta esas mitades a lo largo y trocea cada mitad a lo ancho en láminas finas.
Rompe los ajos y elimina las pieles.
Pon en el slow cooker el pollo y las hortalizas preparadas. Añade 1 litro de agua y pon un poco de sal.
Cocina durante 3 horas en ALTA o hasta que el pollo esté tierno y la carne se desprenda con facilidad del hueso.
Saca la pata de pollo a un plato. Quita la piel y elimina los huesos y los cartílagos.
Pica la carne con un cuchillo en trozos muy pequeños. Devuélvela al slow cooker.
Mientras se cocina la sopa, limpia las berzas en un cubo con agua, elimina los extremos de los tallos y las partes de las hojas que estén feas.
Prepara una cazuela con abundante agua con una cucharada de sal y llévala a ebullición. Cuando hierva, añade las berzas troceadas y cocina durante 5 minutos a fuego vivo.
Elimina el líquido de cocción y añade las berzas a la sopa.
Cuece el bulgur en agua hirviendo con sal durante 5 minutos. Escurre y reserva caliente.
Pica la menta y el perejil hasta obtener dos cucharadas soperas de cada hierba. Añádelas a la sopa y remueve.
Prueba la sopa y añade pimienta blanca a tu gusto. Rectifica el punto de sal.
Si tienes limones encurtidos, pica un par de trozos en dados pequeños y añádelos en la sopa.
Sirve la sopa caliente con un copete de bulgur encima. Añade un cordón de aceite de chile o Lao Gan Ma si lo tienes y te gusta el picante.
Las berzas quedan más ricas y vistosas si se hace un blanqueado o hervido corto a fuego vivo. Hay que retirar el agua y no reutilizarla porque suele quedar amarga.