Sopa jardinera de primavera con longaniza
¿Será esta la última sopa caliente de la temporada? Una sopa jardinera siempre entra bien, y si la acompañas con una buena longaniza o un chorizo criollo, entonces tienes un plato ganador.
Dice Larousse Gastronomique que jardinera es “una mezcla de verduras (zanahorias, nabos y judías verdes) que sirve como guarnición a carnes salteadas o asadas (…).” Cuentan que las zanahorias y nabos se cortan en bastones de 0,5 cm de sección y 4 cm de largo, y las judías en rombos gruesos.
Yo he pasado de las carnes asadas y me he venido al territorio sopa, que nunca sobra una cuchara con la que dar disfrute al gaznate. Sobre el corte, he hecho un poco lo que me ha parecido más práctico a la hora de comer: unos bastones más cortos y un corte de las judías muy fino, en pequeñas rodajas al bies.
Esta es una sopa de cortar con cuchillo, con mucho sólido y una buena ración de proteína. En casa, alguna vez que íbamos cortos de tiempo, para evitar cocinar un segundo plato, le hemos añadido un huevo mollet hecho en freidora de aire (130º 9 minutos) y la hemos convertido en plato único.
Las salchichas, siempre gruesas
No olvidemos que lleva una buena cantidad de carne. Utilizamos salchichas gruesas como la butifarra, el chorizo criollo o la longaniza. Esto de recomendar que sea gruesa no es porque sí: como va a soportar una cocción larga, es mejor que sea grande. Las salchichas pequeñas podrían quedar demasiado secas y reducidas. Encontrar una buena rodaja del embutido al meter la cuchara es como encontrar un tesoro.
El apio pierde su potencia cuando se cocina, por eso no temas incluirlo: no lo notarás tal y como lo recuerdas. Tan solo un matiz de sabor suave. Sin miedo.
Dale tu toque de sazón
La sopa se puede enriquecer de varias formas. A mí me gusta poner mucha pimienta negra recién molida o aceite de chile de Laoganma. Un pesto ligero hecho triturando hojas de perejil y albahaca, frutos secos , sal, zumo de lima y aceite es un buen contrapunto de sabor que le va perfecto a esta sopa jardinera de primavera.
Preparación: 15 minutos
Cocción: 4 horas
Función: ALTA
Raciones: 4
2 o 3 zanahorias (200 g aprox)
1 nabo (200 g aprox)
2 dientes de ajo
1 ramita de apio
350 g de salchichas frescas gruesas: butifarra, chorizo criollo o longaniza
4 ajetes
50 g de judías verdes
Perejil fresco
Albahaca fresca
Pimienta negra
Sal
Pela la zanahoria y el nabo. Trocéalos en bastones muy pequeños: corta por la mitad a lo largo, trocea las mitades en láminas, las láminas en bastones largos y esos bastones en trozos más cortos.
Pela los ajos y pícalos muy finos.
Corta la rama de apio en bastones finos y cortos.
Pon las hortalizas troceadas en el slow cooker, añade 1 litro de agua, las salchichas y sal al gusto.
Cocina durante 4 horas en ALTA.
Elimina la capa externa de los ajetes si son muy gruesos. Córtalos en rodajas finas.
Elimina el pedúnculo de las judías verdes. Córtalas en láminas muy finas a lo ancho y en diagonal.
Añade las judías cuando falte una hora de cocción. Reserva los ajetes cortados para el final.
Pica el perejil muy fino.
Saca las salchichas y córtalas en rodajas. Devuelve las salchichas a la sopa, prueba y rectifica el punto de sal. Añade pimienta negra recién molida a tu gusto y espolvorea con el perejil picado.
Sirve la sopa con los ajetes crudos troceados y varias hojas de albahaca recién cortadas.
Si no tienes mucha mano troceando y te resulta más fácil, puedes usar un robot de cocina para procesar las hortalizas. Córtalas en trozos de igual tamaño y procesa siempre por tandas de una misma verdura (tienen diferentes texturas y si se pican a la vez quedarían desiguales). Tritura a pequeños golpes, sin que queden trozos demasiado pequeños.