Sopa de cebolla
Lo dejó escrito Julia Child en El arte de la cocina francesa: "Para la sopa de cebolla hay que cocer esa hortaliza durante mucho tiempo a fuego lento con mantequilla y aceite, y luego seguir con una larga cocción en caldo para sacar el profundo sabor que caracteriza a una dilución perfecta" .
Es el primer párrafo de la receta de soupe à l'oignon, donde daba la primera pista de que la sopa de cebolla cocinada en slow cooker iba a ser un éxito rotundo. Y así fue. El largo pochado de la cebolla en mantequilla y la posterior cocción en un mar de caldo crockpotero de profundo sabor, devolvieron, tras unas horas, una delicia de esas que si se comparte, bien, pero si se toma a solas, entra en la categoría de vicio absoluto.
Las claves de esta receta de sopa de cebolla en olla lenta son cuatro:
Un buen caldo de carne hecho en slow cooker. Un caldo de esos que tienes guardados como oro en paño en el congelador, o hecho ex profeso para esta receta. El caso es que no caigas en la tentación de hacer trampas y comprar un brick del caldo más alto de los Pirineos, ya que el sabor del caldo es crucial para un buen resultado.
Una cebolla dulce tierna pochada hasta el sudor más hondo.
Unas rodajas de buen pan tostadas al momento.
Queso emmental recién rallado sobre la sopa justo antes de servir. ¿Qué caldo le va bien a la sopa de cebolla? Un fondo de ternera, un caldo como el de la sopa de galets o un caldo de aprovechamiento hecho con huesos de pollo asado, carcasas de ave, huesos de jamón, zanahoria, cebolla y puerro. Todo bien troceado y cocinado durante 12 horas en ALTA.
Preparación: 30 minutos
Cocción: 8 horas
Función: BAJA
Raciones: 8
4 cebollas dulces
70 g de mantequilla salada
2 l de caldo de carne
1 cucharada de harina
25 ml de vino blanco
Queso emmental
Pan
Sal
Pimienta negra
Corta la mantequilla en lonchas finas y ponlas a derretir en el slow cooker en ALTA mientras preparas la cebolla.
Pela las cebollas y córtalas en rodajas finas. Para mayor precisión, puedes ayudarte de una mandolina doméstica. Corta las rodajas más grandes en cuatro para que la sopa sea más fácil de comer.
Cuando la mantequilla esté fundida por completo, incorpora la cebolla cortada, salpimienta y cocina durante 4 horas en ALTA. Remueve cada hora para que se cocine por igual y separa la cebolla de las paredes para que no se queme.
Pasado el tiempo de cocción, añade una cucharada de harina y remueve. Agrega el vino blanco y el caldo, remueve y deja que cueza durante 3 horas en ALTA.
Rectifica de sal y pimienta y sirve en un plato sopero o un bol con una rodaja de pan tostado y queso emmental rallado por encima.
Puedes utilizar el gratinador del horno para derretir y gratinar el queso.
Utiliza un caldo de carne o ave hecho en casa, es la garantía de éxito de esta sopa de cebolla, ya que le dará todo el carácter y sabor. Puedes hacerlo con antelación y guardarlo en el congelador.
Si te gustan los gratinados más que comer con las manos, presenta la sopa en un recipiente que aguante el calor y gratina durante unos minutos en el grill para conseguir una costra dorada.