Sopa de almendras
Hasta hace un tiempo, no sabía nada de la sopa de almendras. Mis navidades de infancia siempre han discurrido entre turrones, compotas y peladillas, y desconocía por completo la existencia de este postre de Navidad. Ahora que ya está en mi lista de cosas ricas muy ricas, creo que podría comerlo hasta en agosto. ¡Qué gusto da remover estas gachitas dulces con sabor a canela y almendra, y llevarse la cuchara a la boca!
Después de revisar muchas recetas, me puse manos a la obra para comprar la pasta de almendras. Como trabajo con bastante antelación, fue imposible encontrarla, así que la hice en casa con almendra molida (también se encuentra como harina de almendra), clara de huevo y azúcar glass.
Mientras deshacía la pasta en la leche, pensaba que, en realidad, se podría hacer la sopa de almendras sin formar la pasta, simplemente añadiendo harina de almendras y azúcar a la leche infusionada. Es un método para vagos que pienso probar la próxima vez que la haga, y que te puede servir para abreviar cuando andes mal de tiempo.
Esta sopa de almendras sale bastante espesa pero se puede comer con cuchara. El espesor va a depender de la cantidad de miga de pan blanco que añadas, tenlo en cuenta; si queda demasiado espesa, solo tienes que agregar un poco de leche para afinarla según tus gustos.
Lo de los espesores me trae loca: he visto recetas de sopa de almendras muy líquidas, que apenas espesaban, y otras completamente solidas, como si fueran una tarta. Tú decides cómo la quieres: juega con la cantidad de leche y el pan. Si la dejas cocer un poco más de la cuenta, engordará más y más. ¿A qué esperas para darle a la cuchara en el postre?
Preparación: 15 minutos
Cocción: 3 horas
Función: ALTA
Raciones: 4
250 g de pasta de almendra
3/4 litro de leche entera
1 o 2 rebanadas de pan blanco
Dos palitos de canela
Canela en polvo
Para la pasta de almendra:
125 g de almendra molida o (harina de almendra)
100 g de azúcar glass
30 g de clara de huevo
Para hacer la pasta de almendra
Mezcla la harina de almendra con el azúcar glass. Cuando estén perfectamente mezclados, añade la clara de huevo medida y ligeramente batida. Mezcla con las manos hasta obtener una pasta homogénea. Si no vas a usarla en el momento, envuélvela en film plástico y guárdala en el frigorífico.
Para hacer la sopa de almendra
Pon la leche en el recipiente del slow cooker, añade los palos de canela y deja que se infusione durante 2 horas en ALTA.
Pasado ese tiempo, añade la pasta de almendra en trozos y remueve hasta que se disuelva.
Retira la corteza al pan y trocea la miga. Incorpora la miga a la leche, mezcla y deja que se cocine durante una hora en ALTA o hasta que haya espesado.
Remueve para que quede homogénea (si no quieres que queden sopas de pan, puedes triturar con cuidado el contenido sin sacarlo del recipiente). Prueba y rectifica el punto de azúcar si fuera necesario.
Deja enfriar y sirve la sopa fría acompañada de piñones o unas láminas de almendra tostadas y un poco de canela en polvo. También puedes calentarla antes de servir si te gusta caliente.
El pan ayuda a espesar la sopa de almendras. Si quieres que sea más o menos espesa, deberás controlar la cantidad de miga de pan que añades. Si al final ha quedado más espesa de lo que esperabas, dilúyela añadiendo leche poco a poco.
Si decides no hacer la pasta de almendra, añade a la leche las medidas de azúcar y harina de almendra que se indican en ingredientes. Puedes prescindir de la clara de huevo, solo se usa para amalgamar la pasta.