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No por impronunciable iba a renunciar a publicar esta receta de shakshuka. Los estofados de pimientos y tomate que piden a gritos un par de huevos cuajados en la salsa, son una de mis debilidades.
El verano pasado, la huerta de mis vecinos nos dio muchos pimientos que cociné en nofrito, comí y congelé para tener de sobra durante el año. Este verano tendremos pimientos y tomates de huerta propia, así que hay que resucitar recetas que sepan rico, unten pan de maravilla y congelen bien.
A esto ha venido esta shakshuka, a ponernos las cosas fáciles y a dar variedad a nuestras cocinas.
Los pimientos
Verás que en la lista de ingredientes hay pimientos de tres colores: verdes, rojos y amarillos. Los dos primeros son fáciles de encontrar, no así el amarillo, menos disponible en las tiendas y puede que algo más caro.
Puedes prescindir de él sin problema, con que uses verdes y rojos va de sobra. Si quieres ponerte en plan pijotero y tienes pimientos amarillos a mano, dale con ellos.
En cuanto a si italiano o morrones, da igual, escoge según lo que haya en tu mercado y según tu gusto personal. Los italianos son de pulpa más fina y delgada, los morrones son pimientos grandes y con una pulpa más gruesa.
Tomate concentrado, especias y una hierba fresca
Las especias, la salsa harissa y el cilantro fresco son lo que separan a la shakshuka de un pisto o una fritada.
El comino en polvo, las semillas de cilantro, el pimentón, la canela en polvo, la pimienta negra y el cilantro fresco son una mezcla mágica que marca el carácter de este plato.
El tomate concentrado, que siempre suelo aplicar a este tipo de recetas, permite convertir los jugos de las verduras en una salsa untuosa, sabrosa y con consistencia. No te lo saltes y haz despensa con varias latas para tenerlo siempre a mano.
Preparación: 10 minutos
Cocción: 4 horas 20 minutos
Función: ALTA
Raciones: 4
1 pimiento rojo morrón
1 pimiento amarillo morrón
2 pimientos verdes italianos
800 g de tomate pera o tomates muy maduros pelados
1 cebolla fresca
85 g de tomate concentrado
50 ml de aceite de oliva virgen extra
2 cucharaditas de postre de salsa harissa
½ cucharadita de postre de comino en polvo
½ cucharadita de postre de semillas de cilantro
1 cucharadita de postre de pimentón
½ cucharadita de postre de canela en polvo
4 huevos
Pimienta negra
Cilantro fresco
Sal
Lava los pimientos, elimina el pedúnculo y las pepitas.
Córtalos en cuadrados de aproximadamente 1,5 cm de lado.
Trocea los tomates en dados de 1 cm.
Corta la cebolla en trozos muy pequeños.
Pon en el slow cooker todas las hortalizas troceadas, el tomate concentrado, el aceite de oliva y la salsa harissa.
Sazona con el comino, las semillas de cilantro machacadas, el pimentón, la canela y sal al gusto.
Cocina durante 4 horas en ALTA o hasta que las hortalizas estén cocinadas y el tomate haya formado una salsa densa.
Prueba y rectifica el punto de sal y comino.
Casca los huevos y deposítalos sobre el guiso caliente. Sigue cocinando en ALTA durante 20 minutos o hasta que los huevos cuajen.
Emplata y espolvorea con cilantro fresco picado y pimienta negra recién molida justo antes de servir.
Si el guiso queda excesivamente aguado para tu gusto, añade una hora más de cocción sin la tapa antes de cuajar los huevos.