Salsa al curry
Recetas de salsa al curry hay muchas: esta que nos ocupa hoy está hecha con una buena proporción de fruta, verdura y hojas frescas. Es una salsa apta tanto para cocina vegetariana –incluso puedes usarla en tu dieta vegana si sustituyes la mantequilla por una grasa vegetal– como para una dieta omnívora acompañando carnes, pescados, verduras o platos de arroz u otros cereales.
Encontrar los ingredientes no debería tener demasiada complicación: el curry en polvo lo puedes ver en cualquier lineal de supermercado, y la leche de coco cada vez es más común en las despensas. No confundas la leche de coco con la bebida de coco: son productos completamente distintos que puedes diferencias sin problema.
La leche de coco o coconut milk, suele venir en latas de aproximadamente 400 ml y su aspecto es cremoso, denso y blanco. Puede que al abrir la lata observes que tiene una parte sólida y otra acuosa: está en perfecto estado y solo hay que remover para que se mezclen las dos partes. La bebida de coco se suele vender generalmente en bricks de un litro y es una bebida completamente líquida. No es un buen sustituto para la leche de coco, porque no obtendrás la cremosidad que necesita la salsa.
Preparación: 30 minutos
Cocción: 3 horas
Función: ALTA
Raciones: 500 ml
1 plátano
1 mango maduro
1 cebolleta
1/2 pimiento verde
400 ml de leche de coco
Sal
50 g de mantequilla
Hojas de cilantro
Hojas de albahaca
Pimienta negra
Curry en polvo
Jengibre en polvo
Precalienta el slow cooker en ALTA mientras preparas los ingredientes.
Pica la cebolleta incluyendo parte de las hojas verdes. Pica el pimiento verde en trozos muy finos.
Corta el plátano en rodajas. Saca la pulpa del mango y trocéala.
Pon la mantequilla en una sartén, caliéntala y pocha la cebolleta y el pimiento durante unos minutos a fuego vivo.
Incorpora el plátano y el mango y remueve hasta mezclar por completo.
Agrega una cucharadita de curry, y media cucharadita de jengibre, sal y pimienta negra recién molida.
Pasa el contenido de la sartén al slow cooker y cocina durante 2 horas en ALTA.
Añade la leche de coco y las hojas de albahaca y cilantro. Mezcla y cocina durante 1 hora más en ALTA.
Prueba y rectifica el punto de sal, curry y jengibre a tu gusto.
Si quieres una salsa fina, pásala por el pasapurés para eliminar las fibras de las verduras y el mango.
Ajusta la proporción de curry y jengibre a tu gusto. Escoge el curry que mejor se adapte a tu paladar, más o menos picante. Si te pasas con el picante no podrás arreglarlo fácilmente, es mejor que añadas poco al principio para rectificar el punto al final.
Puedes utilizar la salsa de curry como acompañamiento para platos de carnes a la plancha o fondues. También puedes usarla para cocinar pollo troceado o para aderezar sándwiches.
Además del curry en polvo recomendado en la lista de ingredientes, puedes usar pasta de curry si la tienes a mano. En ese caso, hay que disolver la pasta en un poco de leche de coco antes de incorporarla a la salsa. Hay distintas variedades de pasta de curry, como la massaman, la verde o la roja, con distintos matices de sabor e intensidad del picante.