Rillettes
Entrar en un supermarché francés es abrir una puerta a un mundo lleno de terrines de canard, de porc, de lapin, de foie gras... Una locura gocha que se remata con la existencia de les rillettes, un untable –por llamarlo de alguna manera– hecho con carne de cerdo cocinada en su propia manteca y condimentada con sal, pimienta y demás especias y hierbas aromáticas.
Ahora que entramos en ese temido tiempo de planificar los mortíferos menús de Navidad, los rillettes son una buena opción para los entrantes. Tú te marcas una terrina de rillettes unos días antes de la cena de Nochebuena o Nochevieja, la guardas en el frigo protegida con su capita de manteca, y solo te tendrás que preocupar de poner las tostadas en un cestillo y sacarla del frío un par de horas antes.
Te quedarás un poco con el personal, porque, a ver, ¿en qué casa se ofrecen rillettes en los aperitivos? Pues claramente en la del embajador y en la tuya. Y quien dice menú de Navidad, dice comida de amigos o de familia en pleno mes de mayo, que les rillettes son de muy buen conformar y lo dan todo en cualquier estación. Compra una carne de cerdo con su buena dosis de grasa –preferentemente paleta o cabecero de lomo–, y dale caña con los condimentos, que son la sal de la vida. Bon appetit.
Preparación: 40 minutos
Cocción: 6 horas
Función: BAJA
Raciones: 10
800 g de carne de cabecero de lomo o paleta de cerdo (sin hueso ni piel)
300 g de manteca de cerdo + un poco más para la capa final
75 ml de caldo de carne o ave
Pimienta negra recién molida
Mezcla de hierbas aromáticas (opcional)
Sal fina
Flor de sal (opcional)
Corta la carne en trozos y colócalos en la olla.
Añade un poco de sal y pimienta, lo justo para que se cocinen con un punto de sazón. Si vas a usar las finas hierbas, ponlas ahora.
Moja con el caldo y cubre con 300g de manteca de cerdo.
Cocina durante 6 horas en BAJA.
Recoge la carne y pásala a un plato. Reserva el líquido en la olla. Desmiga la carne con dos tenedores. Debe quedar deshilachada, sin trozos enteros.
Coloca la carne en un recipiente, mézclala con todo el líquido de cocción (grasa y caldo) y deja que se enfríe a temperatura ambiente.
Cuando se haya enfriado, prueba y rectifica de aromáticas, sal y pimienta. Puedes añadir un poco de flor de sal o sal semigruesa para dar un punto de sorpresa a las rillettes. Mezcla y pásalo a una terrina de cerámica. Deja reposar en el refrigerador durante dos horas.
Derrite un poco de manteca de cerdo en un cazo a fuego suave. Cuando esté líquido, vierte con una cuchara sobre la superficie de la terrina hasta formar una capa fina de unos 3mm aproximadamente.
Vuelve a refrigerar hasta que la terrina esté compacta.
Sírvela acompañada de pan tostado y no olvides sacarla del frigorífico al menos una hora antes para que esté un poco atemperada.
Si no tienes una terrina de cerámica para conservar y presentar los rillettes, puedes guardarlos en un bote de vidrio que tenga un buen cierre, así se conservará durante más tiempo.
Consume los rillettes en un plazo de una a dos semanas tras su elaboración y consérvalos siempre en frío.