Mermelada de cerezas
Cuando fui a comprar las cerezas para hacer esta receta de mermelada de cerezas en slow cooker, mi frutero me miró de reojillo mientras iba metiendo fruta en un bozo de papel y me dijo: –ya puedes aprovechar, que son de las últimas.
Y vaya que si aproveché, dos kilos y medio que me llevé a cuestas, una gran parte de ellas para hacer mermelada y poder recordar el verano cerecil en las frías tardes de invierno. De todas las mermeladas que he hecho en la crock pot esta es la que más me ha sorprendido. La de naranja amarga salió según lo esperado, espectacular con ese aroma que me recuerda a confitería antigua y a merienda finolis, de las de servicio de plata.
Pero de esta no esperaba mucho y cuando, ya fría, la probé, fue la fiesta. ¡Jesusito de mi vida! la de homenajes que me voy a dar este año, merece la pena invertir una tarde y ponerse a mermeladear. ¿Te animas? ¡Corre al mercado buscar cerezas, insensato!
Preparación: 45 minutos
Cocción: 6 horas
Función: ALTA
Batidora trituradora
1 kg de cerezas (pesadas sin hueso)
500 g de azúcar
El zumo de medio limón
Lava las cerezas en agua corriente, sécalas ligeramente y deshuésalas. Pesa las cerezas deshuesadas hasta llegar al kilo exacto.
Parte las cerezas en dos con las manos.
Coloca las cerezas en el slow cooker junto con el azúcar y el zumo de limón.
Remueve hasta que quede bien mezclado y cocina durante 4 horas en ALTA.
Pasado este tiempo, introduce la batidora de brazo en la olla y tritura el contenido.
Deja que siga cociendo a tapa descubierta durante unas dos horas (o hasta alcanzar la textura deseada) para que se reduzca.
Esteriliza un bote de vidrio hirviéndolo en abundante agua durante 20 minutos. Saca el bote con unas pinzas y deja que se seque boca abajo sobre un paño limpio.
Llena el bote con la mermelada caliente, cierra bien y deja que repose boca abajo hasta que esté frío por completo. De esta manera se hace el vacío para una mejor conservación.
Cuando tritures la fruta cocida junto con el almíbar que resulta de la cocción, ten cuidado al manejar la batidora, pues podrías quemarte si la sacas en marcha en algún momento. Ajusta la textura que más te guste, triturada por completo o dejando algún trocito visible.
Una vez cocida la fruta, remueve un poco con un cucharón para buscar algún hueso rebelde. Por mucho celo que le pongas a su extracción, siempre hay un hueso disidente que se escapa a tu vista, pero una vez cocidas las cerezas, su color y su capacidad de flotar le delatará.
Escoge cerezas de calidad y de gran tamaño, así pasarás menos tiempo deshuesando. Utiliza un deshuesador manual, sin su ayuda esta receta se te pondrá un poco cuesta arriba.