Puré de patata
El puré de patata es una de las guarniciones que más me emocionaba de pequeña. ¡Qué digo guarnición! Para mí hubiera sido la columna vertebral de un menú si me hubieran dejado. Cuando llegaba a la mesa acompañando, casi bañando, a unas salchichas a la plancha, la fiesta estaba montada.
Gracias a las cosas del progreso y la industria alimentaria, casi hemos olvidado su origen, convirtiéndolo en un sobre de polvo instantáneo encerrado en una caja en un lineal del súper. El puré de patatas es muy fácil de hacer en casa y no tiene demasiado misterio.
Hacerlo con ayuda de un slow cooker tiene doble ventaja: cero atención, un diez en satisfacción. Ahora que conoces el puré de patatas crockpotero tendrás que buscar con qué acompañarlo, ¿qué te parecen unas butifarras al vino blanco, unas costillas de cerdo asadas o un pollo asado? Definitivamente necesitas una segunda olla lenta.
Preparación: 20 minutos
Cocción: 3 horas
Función: ALTA
Raciones: 4
700 g de patatas (aptas para cocer)
100 g de mantequilla salada fría
Leche
Sal
Pimienta
Pela las patatas, lávalas, sécalas y trocéalas dando un corte parcial y chascando el resto.
Coloca las patatas en la olla de cocción lenta, añade un poco de sal y cúbrelas con agua.
Cocina durante 3 horas en ALTA. Pasado ese tiempo las patatas deben estar cocinadas y desmenuzarse al pincharlas con un tenedor. Si no es así, añade algo más de tiempo y cocina hasta que estén al punto.
Escurre las patatas con un colador y elimina el agua. Mantén encendido el slow cooker.
Pasa las patatas por un pasapurés sobre la olla, de manera que la patata triturada caiga dentro del recipiente.
Si no usas pasapurés, puedes utilizar un prensapatatas o aplastapatatas; en este caso, pon las patatas escurridas en la olla y prensa hasta obtener una masa homogénea. (La batidora está prohibida por la Convención de Ginebra, no queremos hacer chicle de patata).
Corta la mantequilla fría en cubos y añade poco a poco al puré, mueve suavemente con un cucharón hasta que se haya mezclado por completo.
Prueba el punto de sal y añade más si fuera necesario. Condimenta con pimienta.
Agrega leche poco a poco según el resultado que desees: si quieres un puré de patata firme, apenas hará falta añadir leche, la mantequilla ya aporta suavidad suficiente.
Utiliza patatas de variedades aptas para cocer, este punto es fundamental para conseguir un buen puré. Pide consejo a tu verdulero de cabecera.
No viertas un cancarro de leche de golpe en el paso final, ve incorporándola poco a poco según la textura deseada. Ten en cuenta que en este caso rectificar es imposible.
Haz el puré de patata que vayas a consumir en el día, ya que el frigorífico no le sienta bien. Si te ha quedado algo de puré de la mañana a la noche, evita regenerarlo en un cazo al fuego: caliéntalo en el microondas y remueve con energía antes de servirlo.