El potaje de garbanzos con bacalao y espinacas es una de las recetas de vigilia más conocidas y cocinadas durante la Cuaresma y la Semana Santa. Tanto, que muchas veces se le despoja de sus nobles apellidos para llamarle sencillamente potaje de vigilia, que es como llamar "La Duquesa" a la finada María del Rosario Cayetana Fitz-James Stuart y Silva.
Pues bien, el potaje en cuestión termina en muchas mesas durante estos días y también, pasada la Semana Santa, se sirve en los manteles de las casas en las que se observa la vigilia todo el año, absteniéndose de comer carne todos los viernes.
Tiene todos los ingredientes para que nadie salga del comedor con hambre; a pesar de prescindir de las carnes, es un potaje contundente en toda regla con su verdura, su legumbre, su pescado y sus huevos. Cocinarlo en slow cooker es muy fácil si se tiene la precaución de escoger unos garbanzos del año y se aplica una cocción permanente (sin abrir la tapa) y larga en ALTA.
Preparación: 40 minutos
Remojo y desalado: 1 día
Cocción: 10 horas
Función: ALTA
Raciones: 6
250 g de garbanzos
300 g de bacalao desmigado
3 huevos
150 g de espinacas frescas
1 cabeza de ajo entera
2 dientes de ajo
1 hoja de laurel
1 cebolla
1 cucharadita colmada de pimentón dulce
1 cucharada de perejil fresco picado
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Preparación previa (con antelación)
Desala el bacalao poniéndolo en remojo durante 24 horas. Cambia tres veces el agua (cada 8 horas).
Pon los garbanzos en remojo con agua tibia durante 12 horas. Pasado ese tiempo, escurre y elimina el agua de remojo.
Cuece los huevos. Pon a calentar un cazo con agua y sal. Cuando rompa a hervir, desliza los huevos en el agua con una cuchara (para que no se rompan ni te salpique el agua caliente) y cuece durante 15 minutos a fuego vivo. Escurre, deja enfriar por completo y reserva.
Elaboración del potaje de garbanzos
Pon los garbanzos remojados, la cabeza de ajos entera cortada por la mitad, dos cucharadas de aceite de oliva, un poco de sal y una hoja de laurel en el slow cooker. Cubre con agua (2 cm por encima de los garbanzos) y cocina durante 10 horas en ALTA sin abrir la olla en ningún momento.
Una vez cocidos los garbanzos, agrega las espinacas a la olla caliente, tapa y deja que se cocinen durante 30 minutos en ALTA.
Pica la cebolla y los dos dientes de ajo en trozos muy finos.
Prepara una sartén con dos cucharadas de aceite y ponla al fuego. Pocha el ajo picado durante dos minutos, añade la cebolla y deja que se cocine hasta que esté transparente.
Incorpora el pimentón, retira del fuego y remueve bien. Vuelca este sofrito en la olla.
Pica los huevos duros y reserva.
Añade el bacalao y apaga la olla lenta. Tapa y deja que se cocine con el calor residual durante 10 minutos. Pasado ese tiempo, prueba y rectifica de sal.
Incorpora el huevo picado y el perejil. Mueve la olla o remueve suavemente con un cucharón hasta que se mezcle. Deja que asiente durante 15 minutos antes de servir.
Los garbanzos son muy delicados y necesitan una temperatura potente, por eso recomiendo hacerlos siempre en ALTA, las probabilidades de éxito son mayores que en baja.
Los garbanzos que llevan mucho tiempo descansando en la despensa rara vez llegan a estar tiernos del todo. Utiliza garbanzos recién comprados o que no lleven varias Navidades jugando al mus en un armario.
En algunas zonas se sustituyen las espinacas por acelgas, una buena opción si no te sientes muy Popeye o en tu mercado no encuentras espinacas.