Porridge
Hace años, cuando nadie hablaba por aquí de porridge, me dio por comprar avena en el supermercado. Ya vería luego qué hacía con ella. El famoso lo hacemos y ya vemos de Los Javis se aplica también a los que tenemos curiosidad infinita por todo lo que tenga que ver con cocina: compramos productos que no conocemos y luego vemos qué hacer con ellos.
El caso es que seguí las instrucciones para hacer gachas de avena y me vi convertida en una hipster de Malasaña en plenos años 90. Qué sabía yo. Años, muchos años después, la mitad de la población sabe qué es un porridge, lo desayuna y lo pide en los bares de brunch más potables. Es una de las recetas que más se repite en las páginas de recetas para slow cooker estadounidenses, y es que, aunque hacerlo en una cazuela es muy sencillo, encontrarlo caliente en tu crock pot a la hora de desayunar es una ventaja.
A mí me gusta el porridge con un punto salado o directamente sin nada, acompañado de fruta fresca, frutos secos o con algún trocito de chocolate. Si te gusta dulce, puedes añadir algo de azúcar u otro edulcorante, dátiles incluidos. Por supuesto, puedes hacerlo con leche, con bebidas vegetales o con agua, si quieres aligerar la fórmula. ¡A desayunar!
Preparación: 5 minutos
Cocción: 7 horas
Función: ALTA
Raciones: 3
1 medida* (-100 g aprox de copos de avena)
4 medidas* (-1 litro aprox de leche de vaca o bebidas vegetales (soja, almendras, avena, etc.))
1 pizca de sal o azúcar al gusto
Acompañamientos
Frutas variadas: (plátano, frambuesas, arándanos, naranja, kiwi, etc)
Nueces, (almendra laminada o avellanas)
Mezcla los copos de avena con la leche en el recipiente. Añade la sal o el azúcar según tus gustos.
Cocina durante 7 horas en ALTA.
*Calcular las proporciones de esta receta en medidas te permitirá utilizar cualquier vaso o taza que tengas a mano sin tener que pesar la avena o medir el líquido. Yo suelo usar una taza que corresponde a 100 g de avena y 250 ml de leche o bebida vegetal. Mi proporción preferida es de 1 taza de copos de avena por cada 4 tazas de líquido, que hacen un porridge ligero y cremoso. Para un porridge más espeso, añade menos líquido.
Puedes hacer el porridge con leche de vaca, pero también puedes usar bebidas vegetales como las de avena, coco, almendras o avellanas, o incluso una mezcla de algunas de ellas. Escoge el sabor que más te guste, porque marcará el carácter de tus gachas de avena.
El porridge se puede aderezar con una pizca de sal –para unas gachas ligeramente saladas– o endulzar con azúcar o miel para un desayuno dulce. Atiende a tus gustos personales para encontrar el punto adecuado.
Las frutas frescas y los frutos secos son el mejor complemento del porridge para conseguir un desayuno completo: utiliza fruta cortada en trozos o gajos y sírvela sobre las gachas frías o calientes.
Si te gusta el porridge caliente, puedes dejar que se haga lentamente durante la noche y lo tendrás listo para el desayuno. Si te gusta frío, hazlo en cualquier momento y mantenlo refrigerado hasta la hora de desayunar.