Pollo relleno de pan y peras
No lo puedo evitar, para mí la Navidad está íntimamente ligada a las recetas de aves rellenas. Me encanta cómo con distintos ingredientes, más o menos sencillos, se puede montar un panorama de sabores diferente en cada elaboración. En esta ocasión le toca el turno al pan, pero al pan bueno: para hacer esta receta no vale un pan de barra ni un pan regulero: el valor y lo que marcará el carácter de este plato es el sabor del pan y su textura.
Por eso necesitamos un pan denso, de miga húmeda y con peso, y que tenga ese sabor que le dan la masa madre y la larga fermentación. Puede ser un pan de centeno, un pan de harina integral, de semillas, con frutos secos, pasas etc. Si te gusta el pan, te gustará el relleno, de manera que si el sabor del centeno 100% no te pone demasiado, busca otra opción. Yo hice este pollo relleno de pan y peras con un maravilloso pan de bagazo de Panic.
El bagazo de cerveza es el residuo que queda al procesar los granos de cebada, y el pan que resulta es de miga gomosa, húmeda y con un sabor peculiar, perfecto para hacer un buen relleno. El queso sirve para ayudar a formar la masa, darle cohesión y no es demasiado importante el tipo: puede ser queso crema (tipo Philadelphia), Petit suisse, quark o queso fresco. Incluso un yogur griego te puede valer.
Otro de los ingredientes que van a marcar el sabor del relleno son los higaditos de pollo; por eso es importante que lo tengas en cuenta a la hora de poner más o menos piezas. Si el higadito no te llena demasiado, pon un poco menos de la cantidad recomendada. Deshuesar un pollo requiere cierta habilidad y un cuchillo especial para deshuesar. Mi querida Susana explica en este paso a paso cómo hacerlo, pero si no te ves con ánimo, pide en tu pollería que te lo deshuesen.
Preparación: 40 minutos
Cocción: 5 horas 30 minutos
Función: BAJA
Raciones: 4
Una aguja curvada grande
Hilo de cocina fino
1 pollo de 2 kg deshuesado
2 o 3 peras (según tamaño)
250 g de miga de pan de masa madre, (harina integral, de semillas, etc.)
4 o 5 higaditos de pollo
50 ml de brandy o ron negro
100 g de queso fresco, (quark, queso crema, petit suisse)
Mantequilla
Sal
Pimienta blanca
Limpia el pollo de los restos de plumas que puedan quedar. Quémalas con un soplete o al fuego.
Pela las peras, elimina el corazón y córtalas en dados de aproximadamente 1 cm.
Trocea los higaditos de pollo.
Corta la miga de pan en dados y ponla en un bol grande para hacer el relleno.
Incorpora al bol el queso fresco, el brandy, las peras troceadas, los higaditos, sal y pimienta blanca al gusto. Mezcla con las manos hasta obtener una masa bien integrada.
Introduce el relleno dentro del pollo, repartiendo el contenido de manera uniforme en su interior. Manipula con cuidado de no abrir agujeros en la piel o rasgarla.
Coloca el pollo con la pechuga hacia arriba y dale forma con las manos.
Cose con cuidado las aberturas de arriba y abajo procurando que quede con buena forma y aspecto.
Pincela con mantequilla a temperatura ambiente la superficie del pollo y espolvorea con sal y pimienta blanca.
Coloca la pieza en el slow cooker sobre una vaporera extensible (para que quede entero y no esté en contacto con los jugos).
Cocina durante 5 horas y media en BAJA o 3 horas en ALTA.
Si quieres que la piel quede dorada, remata la cocción con unos minutos de grill.
Deja reposar durante al menos una hora antes de cortarlo en rodajas.
Sirve cortado en porciones acompañado de su jugo colado.
Ya lo he comentado en la introducción y vuelvo a insistir aquí: utiliza un pan bueno, de larga fermentación y masa madre, que tenga sabor y enjundia, de harina integral, con semillas, frutos secos, pasas o de centeno. Con miga densa y cuerpo. Es la base de esta receta, cuida este detalle.
No hace falta que el pan sea del día, puede estar incluso un poco seco (no del todo). La humedad que absorberá durante la cocción ayudará a formar el relleno y lo convertirá en una masa jugosa.
Este pollo con pan y peras se puede cocinar con un día de antelación, algo que favorecerá el corte porque el relleno estará más compacto. Necesitarás regenerarlo dejando que se atempere durante unas horas fuera del frigorífico y dando un golpe de horno teniendo cuidado de que no se seque en exceso.