Pollo con orejones, ciruelas y dátiles
Esta receta de pollo con orejones, ciruelas pasas y dátiles es facilísima de elaborar y muy aparente. Solo hay que prestarle un poco de atención, salteando la cebolla al principio y reduciendo la salsa al final, para que se convierta en una apuesta segura.
La carne de los cuartos traseros, cocinada lentamente junto con las frutas secas, se convierte en un bocado delicado y dulce. Un segundo plato que da poco trabajo con muy buen resultado; es un comodín estupendo para cuando tienes invitados, tiempo escaso para perder y quieres ofrecerles algo diferente.
Las piezas más adecuadas son los cuartos traseros, que tienen buen precio y quedan de lujo en cocción lenta, aunque puedes utilizar también muslitos o un pollo entero. El pollo suelta jugos durante la cocción, por eso no hace falta añadir líquido extra, que lo cocería más que asarlo.
La única dificultad que puedes encontrar es la de buscar el ras el hanout, una mezcla de especias marroquí muy aromática. Búscala en los lineales de tu supermercado, si no la encuentras, puedes sustituirla por otras mezclas de especias orientales.
Preparación: 15 minutos
Cocción: 5 horas 30 minutos
Función: BAJA
Raciones: 4
4 cuartos traseros de pollo de corral
1 cebolla grande
12 orejones
12 ciruelas pasas sin hueso
100 g de uvas pasas
12 dátiles deshuesados
Ras el hanout
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Elimina los restos de plumas con la ayuda de un soplete.
Sala los cuartos traseros y espolvoréalo con el ras el hanout.
Pela la cebolla y trocéala en trozos gruesos.
Saltea la cebolla en una sartén con un poco de aceite y sal a fuego fuerte hasta que tome un poco de color.
Coloca el pollo, la cebolla y las frutas secas en el slow cooker intercalando los ingredientes para que el guiso quede bien mezclado.
Cocina durante 5 horas y 30 minutos en BAJA o 3 horas en ALTA (o hasta que la carne esté tierna y empiece a desprenderse del hueso).
Separa el jugo del guiso y ponlo a reducir en un cazo al fuego hasta que quede menos líquido y algo cremoso. Baña la carne con el jugo reducido.
Coloca las frutas y el pollo en una fuente y parte cada cuarto en dos. Sirve la carne regada con la salsa y acompañada de las frutas guisadas.
Si decides cocinar esta receta con un pollo entero, pon las pechugas hacia arriba y coloca las frutas en el interior del ave o esparcidas a su alrededor. Una vez cocinado, trocéalo y deja que se empape con la salsa durante un tiempo, para que la carne pueda absorber su sabor.