Pollo asado
Hace tiempo que empecé a hacer el pollo asado bajando la temperatura del horno y aumentando el tiempo. Los resultados mejoraron notablemente, ganando en ternura de la carne e incluso en sabor. Eso fue en la era precrockpot, cuando aún no conocía la existencia de la olla de cocción lenta, esos tiempos de oscuridad y prisas.
Entonces ya me llamaba la atención esto de cocinar despacito, pero algunos corifeos me reprochaban el gasto energético del horno en un intento de que el pollo se me atragantara en el gaznate.
Puesta en harina con el slowcooking lo tuve claro: aprovecharía las ventajas de la cocción lenta sin dejar de lado un chute de grill para churruscar la piel del plumífero. Y a eso me puse. Y de ahí salió Calimero lanzando mensajes de optimismo: ¡qué sabor! ¡qué textura! ¡qué ternura por Dios!
Sí, ya sé que te parecerá que el pollo asado de la foto va pasado de azafrán, pero oye, ni gota de eso en la receta; el caso es que siempre suelo usar pollo de corral, de granja, de los que llevan una alimentación más rica en maíz. Algunos incluso salen a pasear y picar algo por ahí, depende de lo que encuentre en el mercado.
Prueba a asar el pollo en el slow cooker y tira la casa por la ventana con un toque final de grill. Aprovecha los jugos que suelta el asado para hacer una salsa gravy y lávate bien las manos, porque te chuparás los dedos.
Preparación: 15 minutos
Cocción: 5 horas 30 minutos
Función: BAJA
Raciones: 4
Horno-grill
Cazo
1 pollo limpio (de 2 kg aprox)
750 g de patatas pequeñas redondas (de guarnición)
Mezcla de especias (tandoori, BBQ, etc.)
Tomillo fresco en rama
Sal gorda
Pimienta negra recién molida
Aceite de oliva virgen extra
Para el gravy de pollo
50 g de mantequilla
1 cucharada colmada de harina
El jugo del asado
Lava las patatas, sécalas y ponlas en el fondo del slow cooker (sin pelar) formando una cama de una sola capa.
Riega las patatas con aceite de oliva y pincela para que queden impregnadas sin que haya exceso de aceite en el fondo.
Espolvorea sal gorda y pimienta negra recién molida.
Quita las plumas del pollo al fuego o con un soplete de cocina.
Embadurna el pollo con la mezcla de especias que hayas escogido y pincélalo con aceite. Espolvorea con tomillo fresco picado y sal. Todo el pollo debe quedar cubierto de especias, tomillo, sal y aceite por igual.
Coloca el pollo encima de las patatas con la pechuga hacia arriba. Tapa la olla lenta y cocina durante 5 horas y media en BAJA.
Calienta el grill a 220º y deja que el pollo ya cocinado se dore por ambos lados, pechuga y espalda. Es mejor que saques el pollo de la olla y lo coloques en una bandeja de horno protegida con papel metálico.
Trincha el pollo caliente y sírvelo con las patatas de guarnición y el gravy de pollo.
Para hacer el gravy de pollo
Extrae todo el jugo que ha quedado en la olla, cuélalo, elimina una parte de grasa (no toda) y resérvalo caliente.
Calienta un cazo y deja que la mantequilla se funda.
Añade la harina y remueve. Deja que se vaya tostando hasta que tome color marrón, cuidando que no se queme. No dejes de atender el fuego y remueve.
Añade poco a poco el jugo caliente mientras remueves. Cuando esté todo mezclado, deja que cueza durante diez minutos o hasta que haya espesado.
Prueba y rectifica de sal si es necesario. Si la salsa ha quedado demasiado espesa, rebájala con un poco de agua o caldo.
Los tiempos son orientativos, pasadas las 5 1/2 horas, abre la tapa y prueba el punto de la carne. Deberá estar blanda al contacto con un tenedor y jugosa al probarla. Si necesita más tiempo, añade tramos de media hora.
Al terminar la cocción verás que el fondo de patatas está casi cubierto con los jugos que ha soltado el pollo. No es necesario añadir agua, el pollo quedaría cocido y no asado en ese caso.