Pastel de bonito, huevo y espárragos
Un pastel salado más veraniego que la silla de la playa. Para hacer de víspera y comer en esos días perezosos en los que el hambre no se echa la siesta.
Para este verano quería recetas frescas que apetecieran hacer y comer. La combinación de espárragos, bonito y huevo me parece infalible, por algo se repite en muchas ensaladas. Algo tendrá, porque se dejan comer muy fácilmente y siempre quieres un poquito más.
Tenía claro que quería hacer un pastel de pescado diferente con el bonito como protagonista. Quien dice bonito, dice atún, pero una es vasca de costa y el bonito del norte en mi casa ha sido siempre religión.
La mayoría de los pasteles de bonito que se ven en los recetarios están hechos en frío con una base de mayonesa y pan de molde. Yo no quería darle tan fuerte al gluten y preferí hacer un pastel cocinado con una masa base, prescindiendo del tomate frito típico de estas elaboraciones. Que supiera solo a bonito y sin sabores ni colores añadidos: lo que el huevo y la nata quisieran obrar.
Escurre bien los espárragos
Utilicé una conserva de espárragos gruesos y los sequé todo lo que pude para evitar que el pastel pudiera arruinarse por exceso de líquido. Como escurrir espárragos es deporte de riesgo –te expones a que acaben rotos y escuchimizados–, los sequé escurriendo todo el líquido y dejándolos en el frigorífico durante 24 horas para que el aire frío hiciera su magia.
¿Qué bonito utilizar?
El bonito que he usado era una conserva casera en aceite, de las que solía tener siempre mi madre en casa. Sirven igual los tacos de bonito en botes de vidrio comerciales, pero si haces el bonito confitado de esta ensalada, te saldrá genial también. La cosa es usar una buena conserva o un confitado en trozos grandes que tengan el tamaño suficiente para que se puedan separar en lascas y se vean una vez cuajado y cortado el pastel.
Si, en lugar de bonito, tienes una buena conserva de atún, adelante con ello. Son de la misma familia, pero tienen sus diferencias; un poco como los Bollo y los Pantoja.
¿Y la cebolla?
Para presentar el pastel y darle un toque refrescante, preparo una cebolla roja marinada en limón, que se añade al final, justo antes de presentar el pastel y servirlo. Que se note que es verano hasta en el cielo del paladar.
El desmoldado y corte siempre en frío
Una cosa muy importante es dejar reposar el pastel durante el tiempo suficiente para que se enfríe. Conseguiremos dos cosas: que desmolde bien, sin que queden trozos pegados al molde, y que no se rompa al cortarlo en rebanadas.
El purgatorio de las comidas fallidas está lleno de pasteles salados desmoldados y cortados en caliente.
Preparación: 20 minutos
Cocción: 2 horas
Función: ALTA
Raciones: 6-8
Molde de plum cake
Batidora trituradora
300 g de bonito en aceite escurrido
10 huevos
6 espárragos grandes en conserva
300 ml de nata para montar
Comino molido
1 limón
1 cebolla roja
Sal
Precalienta el slow cooker en ALTA durante una hora.
Saca los espárragos de la lata y escurre bien el líquido. Si quieres secarlos a fondo, ponlos en el frigorífico en una bandeja durante un día.
Cuece 4 huevos: 14 minutos a 130º en freidora de aire o 12 minutos de hervor suave en un cazo con agua.
Deja que se templen un poco y elimina la cáscara.
Mezcla en la batidora los 6 huevos restantes con la nata, 100 g de atún, un poco de comino, sal y pimienta al gusto.
Prepara un molde tipo plum cake poniendo una banda de papel de horno (a lo ancho) cortada a la medida para que desmolde bien.
Vierte un poco de la masa líquida en el fondo. Pon el bonito en lascas –sin desmenuzar del todo– y añade masa hasta que lo cubra. Reparte los huevos cocidos y los espárragos, y cubre con el resto de masa. Cuida que los huevos no sobresalgan, pues tienen tendencia a flotar.
Introduce el molde en el slow cooker, pon un paño encima del recipiente y coloca la tapa.
Cocina durante 1,5 horas en ALTA y comprueba si está cuajado. Puedes traspasarlo en el centro con una brocheta: si sale seca, estará listo. Si sale húmeda, dale 30 minutos más de cocción. Repite hasta que esté listo.
Saca el molde del slow cooker y deja que se temple a temperatura ambiente. Ponlo en el frigorífico durante un mínimo de 4 horas o hasta que esté completamente frío.
Corta la cebolla en dos mitades y cada mitad en rodajas muy finas.
Exprime el limón y deja marinar la cebolla durante 15 minutos en un bol con el zumo.
Desmolda y presenta el pastel entero con la cebolla marinada y escurrida encima.
Este pastel está hecho en un slow cooker de 7,5 litros con un molde de plum cake de 25 cm de largo. Utiliza un slow cooker de gran tamaño, a partir de 6,5 litros y comprueba que tienes un molde adecuado.
Se puede hacer de víspera. El reposo el el frigorífico le va bien y es un pastel que se come frío.
Puede que necesites aflojar las esquinas del pastel para desmoldarlo. Introduce un cuchillo suavemente entre la pared del molde y la masa, y desliza con cuidado de no rayarlo.