Mermelada de tomate y tomillo
A estas alturas, a nadie le sorprende ya que se pueda hacer mermelada de tomate. A pesar de que el tomate, en términos botánicos es una fruta –o un fruto, más bien–, a todos nos cuesta no asociarlo con la sección de hortalizas. Normal. Preparamos el tomate casi siempre en platos salados: ensaladas, salsas, pastas, rellenos, asados o en sopas frías.
Y nos cuesta pensar en un tomate como parte de un postre o un dulce. Pero igual que se hace con la cebolla, que es completamente mermeladizable, o con la zanahoria, cuando la rallamos para hacer un carrot cake, también podemos hacer una estupenda mermelada con tomates maduros y llenos de aroma.
Esta mermelada de tomate se puede tomar tal cual, untada en tostadas de pan o brioche, pero también va genial como acompañamiento dulce de patés y quesos de corteza blanda, curados o azules. Aprovecha la temporada de tomate que tenemos ya encima, es cuando tienen mejor sabor y olor, y harán la mejor mermelada. Pero si tienes a mano alguna conserva de tomate pera o San Marzano de calidad, puedes usarlos de igual manera.
Esta es una buena receta para cuando tienes huerta propia, te ves con muchos tomates madurando a la vez y ya te has aburrido de embotar salsa. Si no puedes regalarlos crudos, haz una buena remesa de mermelada de tomate, envásala en tarros bonitos esterilizados, y pasteurízalos con un método seguro y adecuado, como el que propone Velocidad Cuchara. Podrás regalarlos con tiempo o consumirlos durante meses. ¡A por ello!
Preparación: 30 minutos
Cocción: 9 horas
Función: ALTA
Raciones: 500 ml
1,5 kg de tomates rojos maduros
1 rama de tomillo
Azúcar (mitad del peso del tomate pelado)
Pon un cazo con agua a hervir.
Haz una cruz con un cuchillo afilado en la parte inferior de cada tomate.
Sumerge los tomates de cuatro en cuatro en el agua hirviendo y mantenlos entre 15 y 30 segundos. Sácalos y elimina la piel y el pedúnculo. Repite la operación hasta que tengas todos los tomates pelados.
Trocea los tomates y desecha el líquido que suelten.
Pesa los tomates y ponlos en el slow cooker. Añade la mitad del peso de los tomates en azúcar. Si te gustan las mermeladas muy dulces, puedes añadir una proporción mayor.
Mezcla y coloca una rama de tomillo encima.
Cocina en ALTA durante 5 horas. Pasado ese tiempo, elimina el tomillo y tritura el tomate con el brazo de la batidora dentro del slow cooker.
Prosigue la cocción durante 4 horas más en ALTA o hasta que la mermelada tenga la textura deseada.
Durante las últimas horas, deja la tapa entreabierta para que se pueda evaporar el líquido del tomate.
El tomate tiene una gran cantidad de líquido que debe reducir y evaporar para conseguir la textura untuosa de la mermelada. Por ello, es posible que esta mermelada de tomate te lleve un tiempo extra de cocción.
Es conveniente no sacar la mermelada del slow cooker para triturarla, ya que hacer el trasvase con el recipiente y la mermelada caliente podría originar un accidente. Los brazos de las batidoras llevan las cuchillas protegidas y no dañarán el recipiente. Debes tener la precaución de no levantar ni mover bruscamente las cuchillas de la mermelada mientras trituras para evitar salpicaduras.