Mermelada de kumquats y anís estrellado
Hacer mermeladas en slow cooker es una gozada: puedes desatender la cocción durante un tiempo, eliminas el riesgo de que se quemen, y quedan estupendas a nada que domines la técnica. Esta técnica, en realidad, son solo unas pocas recomendaciones que pasan por no añadir menos de la mitad del peso de la fruta en azúcar –para asegurar una buena conservación– y dejar reducir con la tapa entreabierta en la fase final, tras haber triturado ligeramente la fruta cocinada y su jarabe.
Con estos consejos no es necesario añadir pectina, ni espesante alguno como fécula, agar agar y otros, que dan una textura poco mermeladera. Dicen que la paciencia es la madre de la ciencia; si esta es tu primera aproximación a las mermeladas cocinadas en olla de cocción lenta, sigue las instrucciones, ten en cuenta que los tiempos de cocción son orientativos y léete un buen libro mientras tu mermelada de kumquats se cocina.
Los kumquats o naranjas enanas son unos cítricos poco vistos todavía por aquí. Son unas pequeñas naranjitas con forma ovoide, piel dulce comestible e interior ácido. Ese contraste entre lo dulce de la piel, el ácido del interior y el aroma del anís estrellado, marcan el carácter de esta mermelada. ¿Quieres tener en tu despensa una mermelada distinta y sorprendente? ¡Corre a por kumquats!
Preparación: 30 minutos
Cocción: 6 horas
Función: ALTA
Raciones: 600 ml
750 g de kumquats
Azúcar: (la mitad del peso final de fruta)
3 flores de anís estrellado
Lava los kumquats y sécalos.
Elimina la parte cercana al rabito, corta cada kumquat en cuatro y elimina las pepitas que llevan en su interior.
Pesa la fruta, colócala en el slow cooker, añade la mitad del peso de la fruta en azúcar y las 3 flores de anís.
Cocina en ALTA durante 6 horas. Pasado ese tiempo, saca las flores de anís, tritura la mermelada sin sacarla del slow cooker hasta obtener la textura que desees, con más o menos trozos.
Si la mermelada está poco espesa, continua la cocción con la tapa ligeramente entreabierta hasta que quede a tu gusto. Guarda la mermelada con las flores de anís en los botes.
Puedes triturar la mermelada directamente sin miedo a que la batidora pueda estropear tu olla. El brazo de la batidora suele contar con una protección sobre las cuchillas trituradoras que evitan que estas entren en contacto con los recipientes en los que se trabaja. Por tanto, no pueden rayar el revestimiento de la cubeta de tu slow cooker.
Al trabajar con un medio muy caliente, debes tener la precaución de manipular el brazo de la batidora con cuidado, sin levantarlo ni hacer movimientos bruscos, para evitar salpicaduras que podrían quemarte. En cualquier caso, al estar la mermelada muy caliente, es mejor triturar dentro de la olla que trasvasar el contenido a un recipiente y de nuevo de éste a la olla.
Puedes variar la proporción de azúcar aumentándola o disminuyéndola siempre que no bajes de la proporción de 500 g por cada kilo de fruta. El azúcar actúa como conservante de la mermelada, con una proporción más baja no se asegura su buena conservación.
Al estar caliente, la mermelada se muestra líquida y puede despistarte un poco. Puedes comprobar en qué punto está sacando una cucharadita a un plato e introduciendo éste en el frigorífico. Una vez frío, podrás comprobar la textura real de la mermelada.