Mermelada de fresa
Cuando haces mermeladas en casa ya no hay vuelta atrás: las que venden en el súper nunca te parecerán tan buenas. Este fin de semana las fresas se nos salían por las orejas; habíamos comprado una caja grande y apenas estuvimos en casa, de manera que algunas empezaban a tener mala cara. Justo esas, las que empiezan a ponerse un poco pochas, son las mejores para hacer mermelada, así que me puse manos a la obra con esta receta de mermelada de fresa en slow cooker o crock pot.
Cuando la olla lenta estaba en plena cocción, la casa empezó a llenarse de un dulce olor a fresas; un aroma que, en pocas semanas, cuando ya no estén en temporada, recordaré y recrearé abriendo la tapa del bote en el que tengo guardado este tesoro dulce. Si has comprado fresas de más, no lo dudes, haz mermelada.
Si no te sobran, ¿a qué esperas, insensato? Baja a la frutería del barrio y hazte con un kilo, lo agradecerás. La primavera es la temporada de fresas, aunque también durante el verano y especialmente al final, se pueden encontrar fresitas pequeñas y sabrosas que son una delicia. Recuerda comprar siempre fruta bien madurada, sobre todo cuando vayas a hacer mermeladas, porque son las que tendrán un mejor sabor y aroma.
Preparación: 30 minutos
Cocción: 6 horas
Función: ALTA
Raciones: 500 ml
Batidora para triturar
1 kg de fresas o fresones
500 g de azúcar
El zumo de un limón
Lava las fresas, elimina el rabillo y pésalas hasta tener un kilo exacto de fruta.
Trocea las fresas en cuatro trozos y ponlas en el recipiente del slow cooker.
Añade el azúcar y el zumo de un limón, y mezcla.
Pon la tapa y deja cocer durante 3 horas en ALTA.
Pasado el tiempo de cocción, tritura la mermelada directamente en el recipiente con el brazo de la batidora. Continua la cocción durante 3 horas en ALTA o hasta que adquiera la textura deseada.
Si la mermelada está muy líquida, puedes favorecer la evaporación dejando la tapa entreabierta durante las últimas horas de cocción.
Envasa la mermelada en botes esterilizados cuando aún esté en caliente. Si quieres saber cómo conservarlas, puedes leer este artículo.
Puedes utilizar la mermelada de fresas para complementar postres con yogur, rematar tartas o simplemente untarla en tostadas o galletas en el desayuno o la merienda.
Utiliza las fresas más maduras que tengas, elimina el rabillo y, si tienen alguna parte dañada, córtala con un cuchillo y deséchala.
Puedes envasar la mermelada esterilizando los botes durante 10 minutos en agua hirviendo. Deja que se sequen boca abajo sobre un paño limpio y llena los botes con la mermelada caliente. Cierra bien los botes y vuélcalos para que queden boca abajo hasta que se enfríen por completo.