Menú semanal Plus | Segunda semana de junio 2024
Una cocina de piedra y flores. La mercería más mítica de Madrid. Un hilo de humor, un concurso de no hacer nada y las monjas que cocinan delivery asiático. Y recetas deliciosas para toda la semana.
Una semana más, el menú semanal llega para ayudarte a organizar las comidas y cenas de la semana que viene. En tu mano está adaptarlo a tus gustos y necesidades, seguirlo en parte o al pie de la letra. Haz tu lista de la compra y que el lunes te pille en perfecto estado de revista. ¡Que tengas una buena semana!
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Piedra, estampados y detalles rojos. La cocina de la cocinera Ayşe Nur respira hospitalidad y energía. De aquí salen platos llenos de verduras, hortalizas, color y suculencia.
La zona de cocción es la protagonista absoluta: una pared de piedra gris con un fogón de gas y una enorme campana también de piedra, que tiene en una de sus esquinas un pequeño hueco que funciona como barbacoa u horno abierto.
Ver esta cocina en pleno funcionamiento con el fuego encendido es una experiencia muy acogedora. Dan ganas de quedarte allí, parapetada por la mantelería, iluminada por las lámparas colgantes –ojo a los cables rojos, un detalle decorativo muy sutil–, cortando pan en rodajas y curioseando la sopera.

No hay muebles de cocina. La zona de trabajo se forma con bancadas de piedra que rematan el conjunto con la pared y la chimenea, formando un frente impresionante. A un lado, un fregadero de piedra encastrado bajo la ventana pone la guinda.
La abundante cacharrería está a la vista y las ollas se han elegido en colores vistosos. A pesar de que haya tanta quincalla suelta, no da impresión de desorden ni resulta un batiburrillo. El secreto lo guarda Ayşe, que ha jugado con la dureza de la piedra, la calidez de las luces y la dulzura de los tejidos estampados como una verdadera profesional.

La zona de comedor está integrada en la cocina, a pie de fuego, formada por una mesa antigua y varias sillas y taburetes de madera, fibras naturales y skai.

La cocina tiene acceso directo a la calle. Vemos una puerta con cerradura, lo que nos hace pensar que es la entrada principal, algo que me parece maravilloso: dar tanta importancia a la cocina que la conviertes en la primera habitación por la que hay que pasar cuando llegas a casa.
Puedes ver toda la casa en Instagram

Existe un lugar en Madrid, pegadito al Kilómetro cero, que es un paraíso de la costura. Nada más entrar, te pegas un viaje en el tiempo. El almacén conserva los mostradores y el conglomerado de estantes y cajones originales, que han visto pasar varias generaciones por su puerta a lo largo de sus más de 100 años de historia.
Es el Almacén de Pontejos, la mercería más mítica de Madrid y también la más surtida, en la que puedes encontrar de todo. Hace años, cuando me cosía ropa de vestir y también mucha ropa de casa, solía hacer alguna que otra visita.
Confieso que me intimidaba un poco entrar allí. La gente parecía manejarse muy bien por la tienda, y yo me sentía un poco torpe: “¿Estaré en el mostrador adecuado? ¿Sabré describir lo que busco? ¿Me pondré nerviosa y me llevaré algo que no necesito?” Y así hasta que me atendían. Porque aquello parece más una subasta de pescado que una apacible tiendecita.
Es un bazar en el que, si alzas la vista hacia arriba, verás las paredes cuajadas de peinetas de madrina, imperdibles enormes, botones de todos los colores, diademas, bastidores… Y si miras al techo, verás cómo cuelgan de él cuadros de punto de cruz bien extendidos.
Aunque no lo parezca, es un lugar ordenado a más no poder. Tienen un sistema de códigos para saber al momento dónde está guardado cualquier artículo en el almacén, agilizando el tiempo de venta al máximo.

111 años, 1.500.000 botones, más de 70.000 productos, 1.500 clientes diarios. Pero a pesar de que se respire un aire de otro siglo, El almacén de Pontejos se ha modernizado los últimos tiempos. Tienen página web, una cuenta de Instagram en la que enseñan los entresijos de la tienda, una academia y una tienda online, en la que presumen de un servicio único: si no encuentras lo que quieres, se lo puedes pedir y ellos lo buscan por ti.
Si estás en Madrid y coses, seguro que ya lo conoces. Si no coses, date una vuelta cuado vayas al centro y, aunque sea, cómprate unos flecos (es un decir). Si visitas la ciudad, merece la pena hacer una visita.
El almacén de Pontejos
C/ del Correo nº4, 28012, Madrid (plaza de Pontejos)
Faemino y Cansado me han acompañado en muchos momentos de mi vida. En algunos, realmente difíciles, han sido la risoterapia que necesitaba para resistir cada día.
Sus personajes Arroyito y Pozuelón, con esas chaquetas enormes, los copazos y los trujas en la mano, son canela fina. Manuel de BCN nos cuenta su historia en un hilo de X de esos que gusta leer.
Contar chistes es un arte que engloba... | Por Manuel de BCN en X
Las personas con vocación de probadores de colchones seguro que agradecerían participar en un concurso de no hacer nada. Pero nada en absoluto. Quien tenga la frecuencia cardíaca en reposo más baja gana el Internacional Space Out. Ha ocurrido en Corea del Sur.
Much ado about nothing: world’s most relaxed people... | Visto en The Guardian
Las últimas semanas, las monjas disidentes de Belorado han estado de actualidad y hemos vuelto a saber de los dulces irresistibles que las religiosas preparan en sus conventos. Pero no todas las monjas que viven en comunidades de clausura se dedican a la cosa dulce.
Las mojas Carmelitas Calzadas de Mucar, Granada, cocinan comida asiática, sushi, gyozas y pollo frito, entre otras delicias. Una inteligente estrategia que adoptaron al ver que las ventas de dulces cada vez eran menores.
De los dulces conventuales a la cocina asiática... | Por Carlos G. Cano para Gastro SER



Desayuno de la semana: bizcocho marmolado
Lunes
Mediodía: Sopa de guisantes partidos | Frittata de cebolla dulce y feta | Cerezas
Cena: Porrusalda de bacalao
Martes
Mediodía: Berenjenas a la parmesana | Dorada a la sal | Melocotón
Cena: Huevos fritos con aguacate, salmón ahumado y encurtidos
Miércoles
Mediodía: Tatin de endivias, peras y gorgonzola | Pollo al ajillo | Melón
Cena: Verduras encurtidas
Jueves
Mediodía: Arroz blanco frito | Bacalao ajoarriero | Albaricoques
Cena: Ensalada de patata
Viernes
Mediodía: Crema de calabaza asada | Salchichas confitadas | Sandía
Cena: Lomo de orza
Sábado
Mediodía: Vinagreta de fabes con almejas | Gallo a la plancha | Mousse de chocolate negro y speculoos
Cena: Bocadillos de pulled pork
Domingo
Mediodía: Salmorejo asado | Carrilleras de cerdo en salsa de chocolate | Flan de leche condensada
Cena: Picoteo dominguero