Menú semanal Plus | Quinta semana de noviembre
Una cocina panelada en madera. El pinkwashing cada año viene más crecidito. Barbarismos, fotos de comida coreanas y una lectura relajada para el fin de semana. Y recetas ricas para toda la semana.
Una semana más, el menú semanal llega para ayudarte a organizar las comidas y cenas de la semana que viene. En tu mano está adaptarlo a tus gustos y necesidades, seguirlo en parte o al pie de la letra. Haz tu lista de la compra y que el lunes te pille en perfecto estado de revista. ¡Que tengas una buena semana!
Encontrarás las recetas del menú semanal organizadas en la última sección de esta newsletter. Es posible que, dependiendo de su extensión, al abrirla desde el correo, la newsletter se vea cortada. Puedes expandirla desde “Ver todo el mensaje” que aparecerá al pie, o desde los enlaces “Ver en navegador” o “Leer en la app” que encontrarás en la parte superior del correo.

Si hay algo que me gusta mucho, pero mucho mucho, es hacer una sonora pedorreta a los espacios en los que los materiales y las convenciones clásicas se consideran imprescindibles.
Salirse del tiesto en materia de revestimientos, tejidos y complementos, es un ejercicio de liberación que abre la mente y ayuda a crear espacios únicos con personalidad y encanto.
La cocina de Alice Gaskell era bonita, correcta, mona, hasta que decidió cubrir una parte del frontal con paneles de madera tratados con aceite.
Ella sabía que esto no iba a ser del gusto de todos, pero como bien dice: “Haces lo que quieres en tu propia casa, ¿verdad?” Una de las partes más curiosas es la manera en la que el tiro de la campaña extractora ha quedado casi invisible gracias a los tablones de madera. Está allí, pero de frente al ojo le cuesta encontrarla entre tanta linea vertical y tanta veta.

Pero este rollo mortadeliano no es el único beneficio que aporta la madera. La cocina es infinitamente más cálida visualmente y acogedora. Ha pasado de ser un laboratorio casero anodino a un espacio en el que apetece limpiar borrajas.
Seguro que nuestra vecina la repunante tendría mucho que decir sobre la madera, la grasa y el polvo, pero hoy no vamos a hablar de eso. Hoy vamos a disfrutar como si no tuviéramos que pasar el paño en nuestra vida.

Para el contraste de colores: arena y coral. Para el de texturas: la encimera lisa y brillante como una pista de patinaje y el frente de azulejos, llenito de juntas y arabescos.
Un aplique de luz con pantalla de rafia, desafiando todo dime y direte, y un bonito cuadro enmarcado que empasta perfectamente con el fondo. Dame un paño y toma madera.
Alice Gaskel en Instagram
Las redes sociales y el influencerismo están llegando a unos niveles en los que ya no es extraño que desde muchas cuentas se lancen mensajes sin pies ni cabeza, cuando no dolorosos.
Un ejemplo sangrante es cuando, desde un fondo rosa, felicitan el día del cáncer de mama, no se sabe muy bien a quién. A todo el mundo, ¿por qué no? Si ya han perdido la cabeza y la perspectiva, que vuelen las frases hechas y emitidas sin reflexión ni respeto alguno.
Todo esto va de un término relativamente nuevo –al menos para mí– que me ha hecho reflexionar y darme cuenta de que las campañas que inundan los espacios publicitarios y las redes sociales cada mes de octubre no son lo que parecen: el pinkwashing o lavado rosa.
Este término se aplica a las estrategias comerciales que utilizan el cáncer de mama como centro de sus campañas. Ya sabes, el lazo rosa y los productos, likes, seguidores y demás prebendas que se mezclan de manera deshonesta –y muchas veces frívola– con la enfermedad.
Detalles de muy mal gusto, como ponerse un pañuelo rosa en la cabeza –considerado como disfrazarse de paciente de cáncer de mama- en una acción comercial de una marca de compresas, se han convertido en algo normalizado y bien visto.
Donar un minuto de atención psicológica para la atención a mujeres con cáncer de mama por cada comentario dentro de un sorteo de Instagram. Un minuto de atención psicológica por cada comentario. ¿Estamos locos? El mercadeo es indecente. Esta fue la iniciativa en redes sociales de una conocida marca de agua mineral.
Donaciones de pelo promovidas por empresas de productos de peluquería en las que una influencer declara haber “aprovechado la ocasión para hacerme un cambio de look”. ¿Puede sonar más frívolo? Va dando cada vez más vergüenza, ¿no?
Este pinkwashing se aplica también a las campañas que cada mes de junio tienen como centro los derechos del colectivo LGTBIQ+. Y aún hay más washing: el greenwashing o el purplewashing, relacionados con la ecología o el movimiento feminista.
A mí me ha hecho reflexionar el podcast de Lorena Macías @Hazmeunafotoasí que puedes escuchar justo debajo de estas líneas. La Lore y la Macu hablan del tema con Nuria Perea (experta en comunicación y paciente de cáncer de mama) y María Rufilanchas (creadora de @tetayteta). Interesante y esclarecedor.
Escucha Influ-realismo mágico 004 en Spotify
La cocreta no está sola. Hay muchas más palabras que se dicen habitualmente y que son barbarismos aceptados –cada vez de mejor guisa– en las conversaciones. La que se lleva el premio gordo es preveer, repetida hasta el aburrimiento; o subrealista, como dicen algunas influencers. ¿Cuáles utilizas tú? Yo tengo problemillas con un par de ellas.
25 palabras que dices mal y que... | por Clara Hernandez para Woman
Las modas en redes van cambiando de año en año. Donde antes iban tétricos bodegones de comida con fondo negro, ahora hay reels tan rápidos que no te da tiempo ni a imaginar los ingredientes.
De las fotos ultrapreparadas pasamos a las descarnadas imágenes en primer plano que llegan desde Corea, llenas de brillo y con una suculencia natural que se sale de la pantalla. El futuro inmediato se come a tope de zoom.
La nueva estética gastronómica que viene de Corea... | Por Rosa Molinero Trías para El País Gastro
Aporofobia, racismo de extrarradio y el tabú español de hablar del dinero que se gana. Una relajada lectura para el fin de semana de la mano de Amaya Ascunce.
Cuánto crees que vales | Por Amaya Ascunce en Leer por leer



Desayuno de la semana: Bizcocho de naranja y tomillo
Lunes
Mediodía: Clam chowder | Gazpachos galianos | Mandarinas
Cena: Verduras asadas
Martes
Mediodía: Patatas con costillas | Caballa en escabeche | Caquis
Cena: Pollo al ajillo
Miércoles
Mediodía: Coliflor asada al curry | Ossobuco | Uvas
Cena: Huevos rotos con patatas
Jueves
Mediodía: Ensaladilla rusa | Callos a la madrileña | Plátano
Cena: Sopa de ajo
Viernes
Mediodía: Penne rigate con bolognesa | Lenguado o gallo a la plancha | Naranja
Cena: Zorongollo extremeño
Sábado
Mediodía: Ensalada verde | Solomillo de cerdo en salsa de setas | Natillas de chocolate especiadas
Cena: Pastel de dorada y vieiras
Domingo
Mediodía: Hummus | Albóndigas Nuria | Tarta de requesón y naranja
Cena: Picoteo dominguero