Melocotones y albaricoques confitados en miel
Una interpretación suculenta de los clásicos melocotones en almíbar, perfecta para un postre de verano.
Puedes escuchar el texto completo en este enlace al podcast.
No sé si ahora están tan de moda los melocotones en almíbar como cuando yo era una cría. Entonces, en las casas había siempre un remanente de latas de melocotones y piña en almíbar, que te solucionaban un postre con solo encontrar un abrelatas en un cajón. Si había suerte y alguien montaba nata, aquello era un festival. Es el precursor del jetapostre del que tanto se habla en El Comidista.
A mí no me gustaban especialmente, pero me los comía, que a pocas cosas le he hecho ascos en mi vida. Esta receta de melocotones y albaricoques confitados en miel es un pequeño homenaje a esas conservas de mi infancia, y estos melocotones sí que tienen mi aprobación.
Es una receta fresca para el verano que admite y agradece que se prepare con antelación. Las frutas se cocinan durante cuatro horas, luego se deja que se enfríen e infusionen con la hierbabuena, y finalmente se guardan en un recipiente con todo el almíbar y se conservan en la nevera hasta que salgan a darlo todo a los postres.
Con una nata montada con un poco de azúcar en polvo y polvo de vainilla, están de vicio. Si bates la nata hasta que esté cremosa, sin que se endurezca demasiado, la disfrutarás mucho más.
Preparación: 10 minutos
Cocción: 4 horas
Función: ALTA
Raciones: 4
4 melocotones grandes
1 naranja
100 g de miel
400 ml de agua
1 rama de vainilla
12 orejones de albaricoque
1 manojo de hierbabuena fresca de 20 g aprox
Pela los melocotones, córtalos por la mitad y elimina el hueso con un sacabolas o una cucharilla.
Exprime la naranja y reserva el zumo.
Pon en el slow cooker la miel, el zumo de naranja, el agua y la vaina de vainilla abierta por la mitad, y mezcla.
Incorpora los melocotones y los orejones.
Cocina durante 4 horas en ALTA o hasta que los melocotones estén tiernos y cocinados por completo.
Cuando estén cocinados, apaga el slow cooker, añade varias ramas de hierbabuena y deja que la elaboración se enfríe dentro del recipiente.
Pasa los melocotones con su líquido y la hierbabuena a un bol. Refrigera durante al menos 4 horas antes de servirlos.
Solos están muy buenos, pero puedes servirlos con su almíbar acompañados de una bola de helado de vainilla.