Manzanas asadas
No puede ser más sencillo. Las manzanas asadas son un postre dulce, sano y delicioso, que está a nuestro alcance tan solo dando una vuelta por el mercado. Hacerlas en slow cooker no tiene mucho misterio, aunque hay que prestar atención al tiempo de cocción, pues dependiendo del tipo de manzana y su tamaño, los resultados pueden variar.
Destapar la olla a las dos horas o echar un ojo a través de la tapa (si es transparente) evitará que se hagan en exceso y obtengamos una compota de manera involuntaria. En casa siempre le ponemos una cucharada de azúcar a cada manzana, pero puedes sustituirlo por azúcar moreno, que tiene un sabor acaramelado muy atractivo.
También puedes probar con otros edulcorantes siempre que sean aptos para cocinar en caliente; o, simplemente, asar las manzanas a pelo, sin endulzar, la opción más sana de todas.
Preparación: 10 minutos
Cocción: 2 horas
Función: ALTA
Raciones: 4
4 manzanas reineta
4 cucharadas de azúcar
Limpia las manzanas, sécalas a fondo y quítales la parte central con el utensilio descorazonador.
Haz un corte superficial (que solo corte la piel) en la parte alta de la manzana rodeando la pieza. Este corte ayudará a que no se nos desparrame la manzana a lo loco.
Cubre el fondo del slow cooker con papel de horno (el sobrante debe quedar sobre las paredes).
Vierte una cucharada de azúcar sobre cada manzana, dejando una corona de azúcar en la parte superior.
Tapa y cocina entre dos horas y dos horas y media en ALTA.
La manzanas que dan mejor resultado en esta receta son las reinetas, pero puedes utilizar otras variedades según tus gustos.
Puedes utilizar esta receta de manzanas asadas en slow cooker como un recurso de aprovechamiento cuando veas que esas manzanas que llevan días en el frutero sin que nadie les haga caso corren riesgo de ponerse malas.
Es conveniente cubrir el fondo de la olla con papel de horno o metálico para evitar que el azúcar pueda pegarse al fondo. Si tu olla tiene acabado vitrificado puedes saltarte esta recomendación.