Mantequilla clarificada
¡Ay la mantequilla! Tan injustamente maltratada por los que abogan por una cocina sana y tan adorada por los que no podemos vivir sin ella. En estos tiempos en los que uno puede ser friki de cualquier cosa, podría decir que lo soy de la mantequilla.
Y no porque vaya a congresos en los que la gente ande disfrazada de paquete de cuarto, no, sino porque no me conformo con lo que el super de cabecera me da y allá donde vea una mantequilla nueva e interesante, la meto en el cesto y para casa, de manera que en mi frigo, cuando cierro la puerta y la cosa se pone tenue, suelen jugar al mus al menos cinco o seis mantequillas diferentes.
Pero más allá de utilizarla para untar la tostada o hacer pasteles, nos proporciona joyas como el ghee* o la mantequilla clarificada, ingredientes que permiten disfrutar de los matices de la mantequilla en la cocina caliente, soportando altas temperaturas sin quemarse, ya que al clarificar la mantequilla eliminamos el agua y las proteínas.
La crock pot es perfecta para hacer mantequilla clarificada de manera sencilla y sin complicarse mucho la vida. Si ves la receta, comprobarás que solo hay que dejar que la baja temperatura derrita suavemente la mantequilla, separando de forma natural el suero y la grasa, que queda lista para extraer y filtrar. ¡Vamos a elllo!
Preparación: 5 minutos
Cocción: 1 horas
Función: BAJA
Filtro de café rígido, un paño de hilo o una estameña
475 g de mantequilla sin sal
Corta la pastilla de mantequilla en trozos, disponlos en el slow cooker y cocina durante una hora en BAJA.
Tapa la olla de cocción lenta dejando una abertura para que no se condense humedad (con un palillo o un hatillo de papel de cocina metálico).
Cuando pase la hora, destapa la crock pot y extrae la grasa con cuidado de no mezclarla con el suero, que habrá quedado en el fondo.
Filtra la grasa en caliente al menos dos veces para eliminar impurezas. Utiliza un filtro de café rígido, un paño de hilo o una estameña.
Guarda la mantequilla clarificada en un bote hermético.
El paisaje que encontrarás cuando abras la olla será este: una grasa cristalina de color ámbar tras la cual verás un líquido blanquecino que reposa debajo. Es el agua mezclada con sólidos lácteos, que es lo que queremos eliminar. Por tanto, debes ser minucioso al extraer la grasa. Puedes ayudarte de un cucharón pequeño o utilizar una jeringa de salsear.
La mantequilla clarificada se puede guardar a temperatura ambiente, pero si quieres que te dure más sin que se ponga rancia, consérvala en frío.
*El ghee y la mantequilla clarificada son parecidos pero tienen algunas diferencias. El ghee se calienta durante más tiempo, obteniendo una grasa color miel de sabor tostado.
Si quieres hacer ghee, deja que se cocine durante más tiempo hasta que el suero empiece a tomar un tono tostado. Entonces cuélalo, deja enfriar y conserva de la misma manera que la mantequilla clarificada.