Utensilios para cocinar en slow cooker. Infusores de té
Al poco de empezar a guisar con crock pot, publiqué en Instagram una foto de unas verdinas con su bouquet garní, su chorizo, su morcilla y... un infusor de té. Algunos de mis amigos empezaron a preguntar qué había en el infusor, quizá esperando un toque exótico con un rooibos aromatizando las verdinas. Pero no, lo que había en esa ocasión eran granos de pimienta negra y comino, especias excelentes para las legumbres pero que nadie quiere encontrarse flotando en el plato.
Algunos de los cacharros que tenemos en la cocina admiten un doble (o triple) uso. Los infusores de té son buenos aliados para guisar en olla de cocción lenta, ya que podemos introducir en ellos especias y hierbas aromáticas con la ventaja de que no encontraremos granos de pimienta u hojas de romero navegando en nuestro plato.
Los más pequeños, los de infusión individual, son los que mejor van para añadir pimienta, clavos, cominos, cayenas, cilantro, etc. a tus guisos. Las bolas metálicas grandes, esas de té para compartir, admiten un contenido mayor, por lo que son ideales para introducir aromáticas como romero, tomillo, eneldo, estragón, etc. Los largos tiempos de cocción del slow cooker aseguran una correcta infusión de especias y aromáticas, de la misma manera que si éstas hubieran estado flotando en libertad.
Antes de empezar a cocinar hay que asegurarse de que el infusor está bien cerrado y colocarlo dentro del líquido (si queda fuera hacemos un pan con unas tortas). Una vez hecho el guiso, no hay más que retirar el infusor y desechar su contenido. ¿Te apuntas el truco?