Hot chocolat
Chocolate picante con un toque de frutos secos. Para tomar caliente o frío, según el tiempo que haga a tu alrededor.
Puedes escuchar el texto completo en este enlace al podcast.
Dirás que a qué viene esta mujer a proponer un hot chocolat con estos calores que nos suben por la nuca. A esta bebida, el hot le viene por dos vertientes: la picante y la del fueguito. La primera no es negociable, aquí hemos venido a darle caña al paladar. La segunda es completamente opcional, porque también te puedes imaginar este chocolate bien frío, salpicado con hielo picado o con un sombrerete de nata montada.
Pruébalo este verano y guarda la receta para el invierno, que queda muy lejos pero luego no tarda nada en venir, y un buen chocolate caliente que nos saque los colores se agradece mucho de noviembre a marzo.
La cosa de los chiles
La elaboración es sencilla y la lista de ingredientes es corta. Los chiles son los que normalmente se encuentran en los supermercados: delgados, de color rojo reventón y con un largo de entre 3 y 6 cm aproximadamente.
Se venden en tarrinas y se conservan bien en el frigorífico. Aunque se sequen –que se secan poco a poco al cabo de unas semanas–, se pueden usar igual. Si te han sobrado de alguna otra elaboración, esta receta te ayudará a darles salida.
Eliminamos las pepitas de los chiles para que el picor esté controlado, que tampoco queremos convertirnos en dragones. La cosa es disfrutar con mesura.
Preparación: 10 minutos
Cocción: 2 horas
Función: ALTA
Raciones: 6
2 chiles rojos frescos (alargados, finos y de entre 3 y 6 cm)
1 litro de leche entera
250 g de chocolate negro para postres
50 g de azúcar
30 g de pasta de almendras tostadas o crema de cacahuete
1 pizca de sal
Abre los chiles por la mitad a lo largo y elimina las semillas. Protégete las manos con unos guantes de látex o similar para evitar trasvasar el picor a otras zonas del cuerpo.
Vierte la leche en el slow cooker, añade el chocolate troceado, los chiles, el azúcar, la pasta de frutos secos y la sal.
Cocina durante 2 horas en ALTA o hasta que el chocolate esté muy caliente y tome un color oscuro.
Pasada la media hora de cocción, remueve para que el chocolate ya disuelto se mezcle con el resto de ingredientes.
Retira los chiles, remueve con una varilla y sirve caliente.
Esta es una receta en la que domina el amargor natural del chocolate. Si deseas una bebida más dulce, puedes ajustar el punto de azúcar al final.