Fabes con almejas
Fabes y almejas, el yin y el yang, El Gordo y El Flaco, Romina y Albano. Poco tienen que ver los unos con los otros, pero mira, al final hacen muy buena pareja, como las fabes y las almejas, que forman un dúo clásico de la cocina asturiana.
Mucho más ligera que la fabada o el pote asturiano, pero no menos placentera, esta receta es una de esas maravillas que salen de la combinación de las legumbres con otros ingredientes de la tierrina: verduras, mariscos, moluscos, pescados, aves, setas o carnes.
Con una preparación en dos fases: un placentero baño caliente en slow cooker para las fabes primero, y un paseito en sartén para las almejas casi al final de la historia, la proporción entre esfuerzo y satisfacción hacen de estas fabes con almejas en slow cooker un plato de esos de triunfar sentándote a la mesa sin una gota de sudor en la frente.
Preparación: 40 minutos
Cocción: 8 horas
Función: BAJA
Raciones: 6
500 g de fabes
1 kg de almejas
2 hojas de laurel
1 cebolla
3 dientes de ajo
2 cucharadas de perejil picado
100 ml de vino blanco (1 vaso)
100 ml vaso de caldo de pescado o agua (1 vaso)
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Purga y remojo
Pon las almejas a purgar en un bol grande con agua y sal para que se limpien de arena. Deberían estar 24 horas a temperatura ambiente (21º) y cambiar de agua limpiando tres veces la arena que expulsen.
Pon las fabes a remojar en abundante agua fría durante 10 horas.
Pica la cebolla muy fina.
Escure las fabes y ponlas en el slow cooker con la cebolla picada y el laurel.
Cubre con agua (un dedo por encima de las fabes) y añade un poco de sal.
Cocina durante 8 horas en BAJA.
Tras la cocción, revisa la consistencia del caldo. Si está muy aguado, saca una buena parte de líquido, redúcelo en un cazo al fuego hasta que quede cremoso e incorpóralo a la olla mezclando con movimientos suaves y circulares.
Deja que las fabes reposen unas tres horas antes de continuar cocinando, este tiempo ayuda a que el caldo quede más trabado.
Calienta las fabes en ALTA una hora antes de comer.
Poco antes de servir, pica los ajos en trozos muy finos y ponlos a pochar en una sartén con aceite de oliva. Antes de que tomen color (cuando los ajos bailen en el aceite) añade las almejas escurridas.
Agrega el vino blanco y deja que se vayan abriendo con el calor. Cuando lleven 5 minutos cocinando, riega con el caldo o el agua, espolvorea el perejil y añade sal.
Deja que se cocinen hasta que casi todas las almejas estén abiertas. Retira las que estén cerradas y tíralas.
Retira las almejas con unas pinzas y ponlas en la olla con las fabes. Deja los jugos en la sartén, reduce un poco el líquido al fuego y ponlo en la olla.
Mueve la olla lenta suavemente cogiéndola por las asas para que las almejas, su sustancia y las fabes, se unan bien.
Rectifica el punto de sal si es necesario y sirve muy caliente.
Procura que las fabes no lleven mucho tiempo en la despensa, las legumbres viejunas no siempre dan buen resultado en el plato.
Los tiempos de cocción son siempre orientativos y dependen de cada olla. Si con 8 horas ves que las fabes aún no están tiernas, sigue cocinado hasta que estén perfectas. Por eso es recomendable hacer las legumbres en crock pot durante la noche, así tendrás un margen de tiempo para poder aumentar la cocción. En caso de que no lo necesite, el reposo es amigo de las fabes y las alubias.