Cuando le dije a mi madre que había hecho un estofado de rabo de ternera, al otro lado de teléfono le escuche decir: “Qué rico, pero cuánto trabajo da”. No sé si fui capaz de convencerle de que me no me había dado nada de trabajo, que solo tuve que poner los ingredientes en el recipiente y que el slow cooker se encargó del resto.
La relación esfuerzo/resultado es espectacular. Cuando rebañas el plato piensas en cómo es posible conseguir una salsa tan rica y trabada sin hacer el huevo. Solo picar hortalizas, salpimientar la carne y trocear las zanahorias en trozos grandes.
Creo que esto último es importante. Si cortamos las zanahorias en trozos muy pequeños, las perderemos en el guiso. Pero si las cortamos en bocados generosos, serán parte del estofado, se verán –y sabemos lo importante que es la vista cuando comemos– y podremos saborearlas y morderlas. El tiempo de cocción es suficiente para ablandarlas y que estén agradables al paladar. A mí, que por temas médicos no acompaño las comidas con pan, me ayudan recoger la salsa y dejar el plato limpio. Benditas sean.
¿Cuál es el secreto de la salsa? Un correcto control de líquidos –no añadas agua ni caldo extra aunque te ahogues en dudas– y el uso de tomate concentrado o doble concentrado. Deberían regalar un par de botes de este inventazo con cada slow cooker.
Desconfía si te quieren vender rabo de toro
Rabo de vaca, rabo de ternera, rabo de toro. Con todos ellos se puede hacer este plato, pero probablemente encuentres con mucha más facilidad el de ternera en el mercado. El de toro solo se encuentra en temporada de lidia y, aún así, hay mucho fraude en torno a esto. Puedes leer más sobre el tongo del rabo de toro en este enlace.
Preparación: 15 minutos
Cocción: 5-7 horas
Función: ALTA | BAJA
Raciones: 4
1,5 kg de rabo de ternera
200 g de zanahorias
1/2 pimiento rojo italiano
1 cebolla fresca con su tallo verde
3 dientes de ajo
85 g de tomate concentrado
75 ml de vino tinto
50 ml de aceite de oliva virgen extra
1 hoja de laurel
1 cucharadita de pimentón dulce
Pimienta negra
Sal
Salpimienta el rabo y colócalo en el sow cooker.
Pela las zanahorias y córtalas en rodajas gruesas de entre 2 y 3 cm.
Pica el pimiento, los ajos y la cebolla en trozos finos incluyendo su tallo verde.
Pon las hortalizas troceadas en el slow cooker con el tomate concentrado, el laurel, el pimentón, el vino tinto y el aceite de oliva.
Cocina durante 5 horas en ALTA o 7 horas en BAJA o hasta que la carne esté tierna, jugosa y se desprenda fácilmente del hueso.
A mitad de cocción, mueve los ingredientes para que se integren de manera uniforme.
Al finalizar la cocción, mueve el recipiente para que la salsa se integre con la carne.
Prueba y rectifica el punto de sal y pimienta a tu gusto.
El tomate concentrado se encuentra en pequeñas latas de 170 gramos en supermercados y grandes superficies junto a las latas de tomate frito o triturado. No tiene sustitución en esta receta, ya que ayuda a formar la salsa regenerándose con los jugos que expulsan la carne y las hortalizas durante la cocción.
Esta es una receta sin gluten ni frituras que demuestra que no es necesario enharinar la carne ni freírla para que esté deliciosa. Que se me echen encima los defensores del sartenazo.