Ensalada de bonito fresco
Hacer una ensalada en slow cooker es un concepto muy loco que me encanta. En realidad, leído sin profundizar, es un imposible o una cosa muy tonta, pero se trata, simplemente, de cocinar algunos ingredientes en el slow cooker para obtener una ensalada rica a cambio de muy poca atención o esfuerzo.
Para hacer esta ensalada hay que confitar muy suavemente una rodaja de bonito fresco, un plato que va bien en todas las estaciones, pero que en primavera y verano tiene el éxito asegurado. Por muy buena que sea una conserva de bonito, no se puede comparar a una elaboración casera, hecha con aceite de oliva virgen extra sin mezclas ni zarandajas, y reposada durante unos días en el frigorífico.
Con esta receta se obtiene un pescado suave y tierno, que se deshace en lascas con muy poco esfuerzo, perfectamente cocinado y mimado por el calor suave de la olla lenta. Pero esta receta no tiene nada que ver con una conserva casera, no lo es ni lo pretende. Para embotar y conservar alimentos hay que seguir una serie de procesos que no son los propuestos aquí.
Quiero que quede muy claro que el bonito se puede conservar durante una o dos semanas –no más– en el frigorífico y completamente cubierto con aceite. Si asoma fuera del aceite un hilillo de bonito, se puede echar a perder. No te lances a preparar la ensalada en cuanto el pescado se haya enfriado: el reposo de 4 días en frío es necesario para que la carne se asiente, ablande y tome matices imprescindibles para disfrutar de una señora ensalada de bonito fresco.
Preparación: 20 minutos
Cocción: 1 hora
Función: ALTA
Raciones: 6
1 rodaja de 800 g de bonito
Aceite de oliva virgen extra
1/2 pimiento verde
1 cebolleta
Perejil fresco
Sal
Pimienta blanca
Para la salmuera
1,5 litros de agua
150 g de sal fina
Pide en la pescadería que te separen la rodaja en cuatro lomos, sin piel ni espina.
Disuelve la sal en el agua de la salmuera.
Introduce los lomos en la salmuera cuidando que queden cubiertos. Deja que reposen durante 15-20 minutos.
Pasado ese tiempo, saca los lomos, escúrrelos y sécalos con papel de cocina.
Pon un poco de aceite de oliva en el fondo del slow cooker, coloca los lomos encima y cubre el pescado con aceite de oliva.
Cocina durante 1 hora en ALTA.
Al terminar la cocción, desconecta el slow cooker, saca el recipiente de la carcasa y deja que el bonito se temple sin sacarlo del recipiente.
Cuando ya esté a temperatura ambiente, sácalo a un plato, límpialo de la proteína que haya podido soltar, elimina las zonas oscuras y córtalo en trozos gruesos.
Coloca los trozos de bonito en tarros de vidrio con cierre hermético y añade el aceite en el que se han confitado previamente colado.
Añade más aceite hasta que el pescado quede cubierto por completo.
Deja reposar durante 4 días en el frigorífico antes de consumir.
Pica la cebolleta, el perejil y el pimiento muy finos.
Saca trozos de bonito y deja que escurran el aceite. Coloca el bonito ligeramente desmigado en una fuente, cubre con cebolleta, pimiento y perejil, y aliña con el aceite del tarro, sal y pimienta blanca.
Es importante que el aceite cubra por completo el bonito a la hora de confitarlo. Para no derrochar aceite, procura que el bonito se haga en una sola capa y que se adapte bien al fondo del slow cooker.
Si lo deseas, puedes aromatizar el bonito añadiendo laurel, tomillo, romero, granos de pimienta negra o chile en el momento de confitar.