Dulce de leche fácil
Hace unas semanas hice dulce de leche en slow cooker. Tras varios intentos y muchos cuidados salió una cajeta que nos alegró algunas meriendas a base de panqueques, tostadas y algún que otro flan.
Si hacer dulce de leche en la crock es una gozada, ¿imaginas poder hacerlo con el mínimo esfuerzo, sin vigilar la cocción en ningún momento ni remover? Esto es posible atajando con el truco de la leche condensada.
Resulta que ese manjar blanco, que una vez toca nuestras lenguas es imposible dejar de chuperretear, cambia de sabor, textura y color después de una cocción prolongada, y para ello, nada mejor que un slow cooker con ganas de darlo todo. La receta es tan simple que la puedes hacer recién levantado de la cama, con resaca o con el antifaz puesto. Nunca tan poco esfuerzo dio tanta satisfacción.
Preparación: 5 minutos
Cocción: 8 horas
Función: ALTA
Botes de vidrio con cierre hermético
1 lata de leche condensada.
Puedes hacer varios tarros a la vez
Abre el bote de leche condensada y vierte la leche en el bote de vidrio.
Cierra el bote y colócalo en el slow cooker.
Llena con agua hasta el mismo nivel que marca la leche condensada en el bote, con cuidado de no sobrepasar el cierre.
Cocina en ALTA durante 8 horas.
Retira el bote de la olla con unas pinzas o una manopla de silicona.
Deja que se enfríe por completo antes de abrir el bote.
Puedes hacer tantos botes de dulce de leche como te quepan en la olla. Puede ser un bonito regalo si escoges unos botes de cierre hermético cuquérrimos y los personalizas con etiquetas.
Utiliza el dulce de leche para hacer flanes, panqueques, tartas o helados. ¿Se te ocurre alguna aplicación más?