Dahl de lentejas rojas
Eran pequeñas y de un color anaranjado muy descarado. Me miraban poniendo ojitos desde el lineal de una tienda poco convencional y yo, que no tengo freno cuando se trata de probar cosas nuevas, me las traje a casa y las puse a vivir en un bote con vistas mientras esperaban su turno para hacerme feliz en el buche.
Lentejas rojas, pequeñas y repeladas. Lentejas en pelotas de las que no se duchan antes de tirase a la piscina, que no necesitan remojo las tías. Unas adelantadas a su tiempo.
Son completamente diferentes a las lentejas que se estilan por aquí: las castellanas, las pardinas o la Letizia de las Lens culinaris, la de la Armuña. Se cocinan por menos tiempo (son pequeñas y no tienen piel) para deshacerlas y cocinar sopas cremosas o purés.
Dahl es en realidad el nombre que se da en la India a las legumbres peladas y, por extensión, a los platos que se cocinan con ellas. Esta receta de dahl de lentejas rojas en slow cooker sorprende por el sabor fresco que aportan la lima, el cardamomo y la leche de coco. ¡Pruébala y te sorprenderá!
Preparación: 40 minutos
Cocción: 3 horas
Función: ALTA
Raciones: 4
500 g de lentejas rojas
1 cebolla grande
300 ml de leche de coco
1 lima
1 cucharadita de café de curry
12 vainas de cardamomo
1 cucharadita de café de comino molido
2 ramas de canela
400 g de tomates enteros en lata
Sal
1 l de agua
Sin pasar por remojo, pon las lentejas en el slow cooker. Añade la cebolla picada, el tomate roto con las manos o picado, y las especias (curry, canela, cardamomo y comino).
Añade el agua y un poco de sal y remueve para que quede bien mezclado.
Cocina 3 horas en ALTA. Cuando lleves dos horas de cocción, abre la olla lenta y remueve bien para distribuir el contenido del guiso; las lentejas habrán absorbido gran parte de agua pero no será necesario que añadas más.
Cuando haya terminado la cocción, las lentejas estarán casi deshechas. Elimina las vainas de cardamomo y la canela, saca las semillas de dos vainas de cardamomo y añádelas al guiso.
Tritura las lentejas con la batidora de brazo o un robot de cocina y pasa el puré por el pasapurés para que la textura sea aún más fina.
Pasa el dahl a un cazo, añade la leche de coco y el zumo de una lima y mezcla bien. Prueba y rectifica el punto de sal si es necesario. Sirve el dahl caliente.
Si quieres evitar que las vainas de cardamomo se pierdan en el guiso, puedes ponerlas dentro de un infusor para poder eliminarlas luego sin problemas. También puedes hacer un hatillo con las ramas de canela utilizando hilo de cocina para atarlas.
Cuando abras la tapa para ver cómo va el guiso (a las dos horas aproximadamente) lo que verás puede ser muy escandaloso: apenas hay líquido visible y las lentejas parecen gremlins a punto de hacer alguna fechoría. No pasa nada, si remueves bien el guiso equilibrarás de nuevo los líquidos y podrás continuar la cocción. Si aún así te parece que el dahl está muy seco, rectifica con un poco de agua caliente.