A la batata habría que hacerle un monumento. Esa pulpa carnosa, anaranjada y ligeramente dulce –pero que no empalaga–, necesita poco para hacer de cada mordisco un bocado suculento. Este curry tailandés de batata en slow cooker tenía que llegar al recetario de Crockpotting tarde o temprano. Es un plato vegetariano que puede veganizarse sustituyendo la salsa nouc mam o de pescado por tamari o una salsa de soja suave, salsa hoisin o salsa de pescado vegana.
Este es un curry elaborado al estilo tailandés pero sin leche de coco, más a la manera del norte del país. Con pasta de curry panang y aromas cítricos, lima kaffir, citronela y ralladura de lima verde. Puedes usar también pasta de curry rojo o amarillo.
La receta lleva setas, pero no es un ingrediente imprescindible. Puedes sustituirlas por garbanzos cocidos, añadiéndolos escurridos al final, o langostinos, dejando que se cocinen durante 15 minutos una vez acabada la cocción del curry.
Las hojas de lima kaffir y cómo sustituirlas
Uno de los ingredientes que siempre incluyo en los currys son las hojas de lima kaffir. Las compro en Makro y las congelo, así se conservan frescas, se pueden usar recién sacadas del congelador y mantienen sus propiedades aromáticas. Pero no siempre es fácil encontrarlas.
Ahora es más habitual encontrarlas secas, en la sección de especias de algunos supermercados. No son tan fragantes pero son una buena opción. Si no hay hojas de lima kaffir en kilometros a la redonda, no haremos un drama, las sustituiremos por piel de lima a la que habremos quitado la parte blanca o albedo para que no amargue. Las limas verdes sí se encuentran fácilmente en el mercado, pudiendo contar así con aromas cítricos en nuestro curry de batata.
Preparación: 15 minutos
Cocción: 4 horas
Función: ALTA
Raciones: 4
1 kg de batata
25 g de pasta de curry panang o rojo
25 g de salsa nuoc mam o salsa de pescado
25 g de pasta de tamarindo
150 g de setas
170 g de tomate concentrado
1 cebolla fresca
2 ajetes tiernos
Cilantro fresco
1 bulbo de lemon gras o citronela
2 hojas de lima kaffir
Hojas de curry fresco (opcional)
1 lima
Pela la batata y córtala en rodajas gruesas de entre 3 y 4 centímetros.
Corta la cebolla en trozos gruesos y el tallo en rodajas.
Limpia las setas con un paño húmedo.
Coloca la batata, la cebolla y las setas en el slow cooker.
Mezcla el curry con el tomate concentrado, la salsa nuoc mam, la pulpa de tamarindo y 400 ml de agua.
Vierte la mezcla sobre las hortalizas.
Incorpora el bulbo de citronela cortado por la mitad a lo largo, las hojas de lima kaffir y las hojas de curry si las usas.
Cocina durante 4 horas en función ALTA o hasta que la batata esté tierna.
Mueve el slow cooker para que el contenido quede homogéneo.
Si la salsa queda demasiado densa, añade un poco de agua y mezcla moviendo el recipiente.
Sirve con unas hojas de cilantro encima, ralladura fresca de lima y unos ajetes cortados en rodajas.
La pasta de tamarindo se encuentra en tiendas de productos orientales. Si no la encuentras, puedes sustituirla por melaza (no confundir con la miel) y una cucharada de zumo de lima.