Crema de hinojo y guisantes
Las cremas de hortalizas son una opción estupenda para las comidas y cenas de Navidad. Equilibran un poco la orgía de comida que se presenta en la mesa, entonan el cuerpo y ayudan a saciar, regulando la comilona de manera natural.
Esta crema de hinojo y guisantes en slow cooker es delicada por partida doble, en sabor y en textura, y se puede presentar en el plato al estilo de los restaurantes estrellados. Te cuento cómo. Si puedes dedicarle un poco más de tiempo a este entrante, cocina algunas hortalizas al vapor o en salteado, dejándolas al dente.
Córtalas en pequeños trozos o ramilletes y colócalas en el centro de cada plato de manera que queden bonitas. Sirve la crema caliente en una jarra plato a plato bordeando las verduras. Tendrás unos tropezones sanos y ricos y tus invitados alucinarán pepinillos.
El bulbo de hinojo aún resulta un poco exótico al paladar español. Es un desconocido que tiene un sabor anisado delicado y peculiar. Los guisantes aportan color y atenúan un poco el sabor a hinojo, haciendo que sea más sutil. Es importante no hacer una cocción larga con los guisantes, que cambiarían de color si los cocináramos demasiado tiempo.
Para conseguir una crema con este bonito color verde intenso, deben tener una cocción corta que conserve su tono original. Esta es una crema lactovegetariana. Si quieres veganizarla, evita la nata o crème frâiche o sustitúyela por nata vegana.
Preparación: 20 minutos
Cocción: 4 horas
Función: ALTA
Raciones: 4
Batidora trituradora
2 bulbos de hinojo
1 patata mediana de (275 g aprox)
1 cebolleta
400 g de guisantes congelados
Crème fraîche o nata líquida
Aceite de oliva virgen extra
Pimienta blanca
Sal
Lava los bulbos de hinojo y córtalos en rodajas grandes.
Pela la patata, lávala y trocéala.
Corta la cebolleta en rodajas sin evitar la parte verde tierna.
Coloca las hortalizas troceadas en el slow cooker, añade sal a tu gusto, cubre con aproximadamente 1 litro de agua y cocina durante 3 horas 30 minutos en ALTA.
Pasado ese tiempo, añade los guisantes y sigue cocinando durante 15 minutos más o hasta que los guisantes estén tiernos pero sin que cambie su color verde vivo.
Saca una parte del agua de cocción (250 ml) y resérvala.
Tritura minuciosamente con batidora de brazo, robot o batidora de vaso hasta obtener una crema muy fina. Añade líquido de cocción poco a poco para ajustar la textura de la crema a tu gusto.
Pasa la crema por un colador chino o un pasapurés para eliminar las fibras que no se hayan triturado.
A la hora de servir, calienta la crema, añade 150 ml de crème fraîche o nata y remueve hasta mezclar por completo.
No te saltes la tarea de pasar la crema por el colador chino o el pasapurés. Es la diferencia entre una crema tosca con trozos de piel o una crema de textura fina, apropiada para un primer plato de altura.
La temporada de guisantes es corta. Puedes usar sin problema guisantes congelados si no quieres desgranarlos o no los encuentras en el mercado.