Crema de chocolate blanco y cardamomo
Que los dulces son para tomarlos con moderación lo sabemos todos. Pero, de vez en cuando, es un placer darse el capricho y untar una crema dulce en una tostada. Hoy os traigo una crema de chocolate blanco y cardamomo, una de mis recetas favoritas de mi segundo libro Cocina dulce con slow cooker. Es facilísima de hacer y aprovecha el calor suave de la olla lenta para fundir chocolate con seguridad y sin que se pase de temperatura.
Seguro que ya lo sabes, pero el chocolate blanco, en realidad tiene poco de chocolate, es una mezcla de leche, azúcar y manteca de cacao. A mí, a palo seco no me gusta, es muy dulzón y prefiero un chocolate negro –de los de verdad– con un porcentaje alto de cacao; pero como base para coberturas de tartas, cremas o combinado con frutos secos en tabletas o turrones, puede robarme un poquito el corazón.
Esta crema de chocolate blanco para untar está estupenda sobre una tostada de pan, brioche o galletas, pero seguro que puedes usarla como relleno o cobertura de tartas. El cardamomo verde le aporta un punto cítrico y hace una buena combinación con el chocolate blanco hasta convertirla en adictiva.
Revisa las recomendaciones al pie de la receta para saber un poco más sobre esta crema. El aceite de girasol se utiliza para darle untuosidad y que no se endurezca fácilmente sin aportar el sabor que le darían otro tipo de aceites. Si puedes evitarlo, no lo sustituyas por aceite de oliva.
Preparación: 10 minutos
Cocción: 30 minutos
Función: ALTA
Raciones: 500 g
400 g de chocolate blanco para postres o de cobertura
125 g de almendra en polvo
30 ml de aceite de girasol
1 pizca de sal
6 vainas de cardamomo verde
Pon el chocolate en el slow cooker y caliente en ALTA durante aproximadamente 20 minutos o hasta que se funda.
Machaca las vainas de cardamomo en un mortero hasta que aparezcan las semillas. Elimina los restos de las vainas que queden y vuelve a machacar las semillas hasta convertirlas en polvo.
Mezcla en un robot de cocina la almendra en polvo con el aceite, el polvo de cardamomo y la sal hasta que quede como una crema espesa.
Remueve el chocolate hasta que quede cremoso y fundido por completo.
Incorpora la crema de almendras y mezcla hasta que quede homogénea.
Pasa la crema a un tarro de vidrio hermético.
Para trabajar con estas cantidades es conveniente utilizar un slow cooker pequeño de entre 1,5 y 2,5 litros.
La crema de chocolate blanco y cardamomo se conserva perfectamente a temperatura ambiente. Si la guardas en frío, conseguirás una masa dura y difícil de untar. Si esto sucede, solo tienes que volver a dejarla a temperatura ambiente o calentarla unos segundos en el microondas para que vuelva a tener una textura suave.
El cardamomo combina muy bien con el chocolate blanco, pero puedes utilizar otras especias si lo deseas. Puedes aromatizar con el interior de una vaina de vainilla, anises molidos o polvo de canela, por ejemplo.
Unta la crema en tostadas de pan, galletas, bollitos o haz bocadillos dulces con ella.