Crema de castañas con orejones
Cuando serví esta crema de castañas con orejones y probé la primera cucharada, me pareció que estaba dando sorbos al otoño. Las castañas tienen un sabor peculiar e inconfundible que nos lleva a estaciones frías y a puestos callejeros de los que sale calorcito, aroma y humo. Ahora estamos en plena temporada, las podemos encontrar en las verdulerías y no solo las podemos comer asadas, también en tartas, cremas y otras elaboraciones.
Hoy te traigo una propuesta que te hará quedar muy bien durante todo el otoño e invierno, pero sobre todo, será un buen entrante de cuchara para las comidas de Navidad. Si en tu familia sois de empezar la Nochebuena con un cuchareo fino, esta crema de castañas con orejones no va a desentonar para nada.
Aunque son una guarnición, los orejones caramelizados son importantes en este plato, porque se complementan perfectamente con el sabor de las castañas, así que no los omitas o te quedarás a medias.
Cuando vayas a comprar orejones, es posible que encuentres dos tipos: de melocotón y de albaricoque. Los orejones de melocotón son alargados y grandes; los de albaricoque, pequeños redondeados y de color uniforme. Estos últimos son los que mejor resultado dan para esta receta: se caramelizan muy bien, son más fáciles de cortar en dados iguales y resultan muy agradables al morderlos.
Preparación: 30 minutos
Cocción: 5 horas
Función: ALTA
Raciones: 4
750 g de castañas
1 cebolla
750 ml de caldo de ave
200 g de crema fresca o nata
12 orejones de albaricoque
1 cucharada de miel
Mantequilla
Aceite de oliva virgen extra
2 ramas de romero fresco
Sal
Pimienta blanca
Haz una incisión a la piel de las castañas en horizontal.
Pon las castañas en el slow cooker y cúbrelas con agua. Cocínalas durante 3 horas en ALTA o hasta que estén cocidas.
Retira la piel de las castañas cuando aún estén calientes, enjuaga el slow cooker y pon dentro las castañas peladas, el caldo, una rama de romero y sal.
Pela la cebolla y córtala en juliana. Póchala en una sartén con un poco de aceite de oliva hasta que se dore ligeramente. Incorpora la cebolla al slow cooker.
Cocina durante 2 horas en ALTA.
Pasado el tiempo de cocción, elimina el romero, tritura las castañas y añade la crema o nata. Prueba y rectifica de sal y pimienta. Si quieres una crema más fina, añade un poco más de caldo.
Corta los orejones en cuadrados. Saltéalos en una sartén con mantequilla y unas hojas de romero fresco, añade la miel y deja que se cocinen entre 5 y 10 minutos a fuego suave hasta que se caramelicen.
Sirve la crema caliente con los orejones recién hechos.
Para que las castañas se abran con facilidad, es necesario darles un corte en la piel, que es muy gruesa y dura. Corta en una sola cara en el centro de la castaña y en sentido horizontal, como si trazaras un línea entre el pico (ápice del pistilo) y la base. Cuando las saques de la cocción, reaccionarán a la diferencia de temperatura abriéndose ligeramente, En ese momento, solo tendrás que tirar de la piel para pelarlas con facilidad.