Crema de calabacín y queso feta
Buscando combinaciones de sabores en La enciclopedia de los sabores para esta receta de crema de calabacín y queso feta en slow cooker, me extrañó que el calabacín no figurara por ningún lado. Ni rastro.
Busqué en el índice alfabético y encontré dos únicas menciones. La primera, en la introducción, dice así: "Otras omisiones, como la del calabacín, pueden parecer raras. Lo único que puedo decirle al amante del calabacín es a) lo siento y que b) este libro no pretende decir la última palabra sobre el tema".
Me encanta Niki Segnit, porque siempre me hace reír mientras investigo sobre sabores para las recetas. Nunca dejo de recomendar este libro y esta autora: divulgar e informar con humor no tiene precio para los lectores.
Esta vez me reí en voz alta, reconociendo que sí, que el calabacín es sosito como él solo. A mí me gusta mucho más que a Niki: a la plancha, al horno, crudo y laminado, en zarangollo, pisto o ratatouille. Por supuesto, también en crema o puré.
Pero es cierto que al calabacín, cuando se usa para hacer una crema, hay que ayudarle un poco. Por eso esta receta no es una sencilla crema de un solo ingrediente, sino que lleva encima la alegría del queso feta –que le da un punto de cómoda acidez–, los piñones –crocantes y ligeramente picantes–, y el comino, que alegra cualquier fiesta en la mesa.
Pero quiero la crema de calabacín de toda la vida
Ningún problema con eso. Vas a poder hacerla con esta receta también. Sigue los primeros pasos y sustituye el queso feta por leche evaporada, nata líquida o quesitos en porciones. Salpimienta adecuadamente, para darle un poco más de potencia de sabor y fríe unos dados de pan para hacer unos picatostes con los que acompañarlo. Quizá le puedas poner un poco de perejil fresco picado justo antes de servir, nunca le va mal.
Preparación: 20 minutos
Cocción: 4 horas
Función: ALTA
Raciones: 4
850 g de calabacín
225 g de patata
750 ml de caldo de verduras
100 g de queso feta
Comino en polvo
Menta fresca
50 g de piñones
Aceite de oliva virgen extra
Pimienta blanca
Pimienta negra
Sal
Lava los calabacines, elimina la piel y córtalos en rozos grandes.
Pela la patata, lávala y trocéala haciendo cortes incompletos y chascando al final.
Pon el calabacín y la patata troceada en el slow cooker. Añade el caldo y un poco de sal y pimienta negra.
Cocina durante 4 horas en ALTA o hasta que el calabacín y la patata estén tiernos.
Incorpora 75 g de queso feta y 1 cucharadita de comino. Tritura sin sacar del recipiente hasta que la crema quede homogénea. Prueba y rectifica el punto de sal y añade pimienta blanca a tu gusto.
Sirve la crema con menta picada, piñones tostados, trozos de queso feta troceados con las manos y un poco de comino en polvo espolvoreado.
Esta crema de calabacín se cocina con caldo de verduras para enriquecer el sabor. No es una exigencia, puedes cocinarla con agua para que resulte más económica o en caso de que no tengas caldo de verduras a mano. Entonces tendrás que añadir un poco más de sal antes de la cocción (el caldo puede tener sal añadida), para que penetre en las hortalizas y resulte sabrosa.