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Los chipirones son para el verano. Como las bicicletas, los polos y los vestidos vaporosos. En julio, agosto y septiembre vas a encontrarlos en el mercado en su mejor momento, con un cartelito imaginario entre su tentaculitos en el que se lee “llévame a casa y cómeme”.
La parte más laborioso de esta receta es la de limpiar el interior de los chipis, separar los tentáculos y eliminar la jibia. Con suerte te lo harán en tu pescadería si eres habitual, te tienen cariñito y no están de oferta.
Una vez en casa y con todo eso solucionado, la cosa se agiliza bastante, aunque nos queda tarea. Hay que trocear los tentáculos y las aletas para hacer la farsa del relleno, pochar cebolla, rellenar y localizar el palillero para que no se nos salga ni una miaja del relleno.
Sí, estos chipirones rellenos en su tinta requieren un poco de cariño y trabajo, pero la cocción se hace desatendida: tendrás varias horas para tus cosas. A cambio, conseguirás un plato de categoría que podrás preparar con antelación y servir en un día endomingado.
Preparación: 50 minutos
Cocción: 3 horas 30 minutos
Función: ALTA
Raciones: 4
1,5 kg de chipirones
3 cebollas grandes
4 dientes de ajo
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Perejil fresco
30 g de tinta de calamar
85 g de tomate doble concentrado
Limpia los chipirones tirando de los tentáculos y extrayendo la jibia y cualquier residuo que quede en el interior. Separa los tentáculos de la zona de los ojos y elimina la parte dura que queda en el centro. Reserva los tentáculos y las aletas.
Lava el interior de los chipirones, enjuaga con agua y deja escurrir.
Pica los tentáculos en trozos muy finos, de entre 3 y 5 milímetros. Trocea también las aletas y 3 o 4 chipirones.
Corta las cebollas en trozos muy finos. Tritura los ajos y pica el perejil.
Pon la cebolla y el ajo a pochar en una sartén con 4 cucharadas de aceite de oliva. Cocina a fuego medio hasta que la cebolla esté trasparente y ligeramente dorada.
Aparta un tercio de la cebolla pochada y mézclala con la picada de calamar. Añade sal al gusto, 2 cucharadas de perejil picado y mezcla.
Rellena los chipirones con la mezcla y ciérralos atravesando la parte abierta con un palillo. Guárdalos en el frigorífico.
Mezcla en el recipiente del slow cooker la tinta, el tomate concentrado, la cebolla pochada restante y un poco de sal. Cocina durante 2 horas en ALTA.
Cuando esté cocinada, tritura la salsa sin sacarla del recipiente.
Coloca los chipirones rellenos sobre la salsa caliente. Si los chipirones han soltado jugos al reposar, añade esos jugos al slow cooker.
Cocina durante 1 hora 30 minutos en ALTA o hasta que los chipirones estén cocinados, tiernos y enteros.
Sirve con arroz blanco y espolvorea los chipirones con perejil fresco picado.