Castañas asadas
Las castañas asadas saben y huelen a otoño. A mí me traen recuerdos de hace mucho tiempo, de manos frías que se reconfortan sujetando un cucurucho de papel lleno de castañas, la mejor calefacción de mano del mundo. También me recuerda a los paseos por Lisboa, una ciudad en la que los puestos de castañas, que cada vez escasean más en las ciudades españolas, llenan de humo y olor las calles.
Desde que empieza a haber castañas en el mercado, podemos asarlas en casa para merendar. Al horno, en sartén castañera o en slow cooker, la mayor dificultad está en hacer un corte en la piel –que es gruesa y dura– para que se abran a medida que se cocinan.
Yo les suelo hacer un corte en cruz, con una incisión grande en horizontal y otra más pequeña cruzándola; así consigo que se abran más y que la membrana interior se retire, para poder pelarlas con facilidad mientras están calientes.
Creo que esta es la receta con la lista de ingredientes más corta de todas las que he publicado: tan solo hacen falta castañas, en la cantidad que desees y que quepan en tu slow cooker.
El tiempo es orientativo y depende tanto de la potencia de cada slow cooker como del volumen de frutos que pongas en tu crock pot. Como en todas las recetas en olla de cocción lenta, deberás tener un poco de anticipación, pero poder disfrutar de unas castañas asadas sin vigilarlas y sin temor a que se te quemen bien vale esa previsión.
Preparación: 30 minutos
Cocción: 2 horas
Función: ALTA
Raciones: según cantidad
Castañas
Haz un corte en cada castaña a lo largo en una sola cara (corta en sentido horizontal como si trazaras un línea entre el pico y la base). Si quieres que las castañas se abran con facilidad, da otro corte más pequeño formando una cruz.
Pon las castañas en el slow cooker, coloca un paño debajo de la tapa y cocina entre 1 hora y media y 2 horas. Da una vuelta a las castañas a la mitad del tiempo de cocción.
Cuando las castañas se abran y estén tiernas, estarán listas para comer.
Sírvelas en cucuruchos de papel y consúmelas calientes y recién hechas.
En mi experiencia, la mejor forma de asar castañas en slow cooker es dejando que estén un poco holgadas dentro del recipiente. Esto no quiere decir que pongas una sola capa, pero es conveniente no llenarlo hasta los topes. Establecer el límite en la mitad de la capacidad del recipiente ayudará a que haya menos concentración de humedad y que sea menos complicado darles la vuelta una o dos veces durante la cocción.
Poner el paño bajo la tapa ayuda a eliminar humedad y que las castañas se asen mejor. Utiliza un paño de rizo o microfibra limpio y lavado con detergente neutro y sin suavizantes.